Little Bird

Capítulo 27

Punto de vista de Evelyn Hawkings

Las siguientes dos semanas pasaron inactivamente, la primavera haciendo que la entera atmosfera en Hogwarts pareciera lenta y levemente aburrida a causa de la constante lluvia y los terrenos fangosos. Nada había cambiado con todas las normas de Umbridge, y parecía como si fuéramos a tener que aprender a llevar todo aquello hasta el final del año. Estaba agradecida de que quedaran solo un poco más de dos semanas antes de las vacaciones de verano, así no tendríamos que aguantar por mucho más el increíblemente temprano toque de queda o el no tener contacto físico.

Pero no podía ignorar cuanto de diferente Draco había estado actuando des de que había vuelto de nuevo a Hogwarts.

Ahora estaba mucho más callado, especialmente cuando estábamos con otros Slytherins o trabajando juntos en clase. Encontré mucho más difícil hacerle reír o sonreír; algo que previamente había sido capaz de hacer sin siquiera intentarlo. Cuando nos quedábamos juntos hasta tarde en la sala común por las noches, hablaba un poco más, pero era siempre obvio que su mente estaba parcialmente en otro lugar. Después de cómo me había asustado la noche en la que volvió de la mansión, estaba siendo más prudente cuando le preguntaba abiertamente que pasaba. Había dejado claro que no quería hablar sobre ello, así que no iba a insistirle las respuestas. A demás, estaba esperando que parte de ello fuera por el estrés de las clases– así que puede que se esfumara cuando el año finalmente acabara.

De todas formas, estaba matándome verlo tan distraído y triste.

El tiempo mejoró drásticamente aquel sábado, el sol saliendo por primera vez en días y quemando las nubes de lluvia que se avecinaban. Des de que la lluvia finalmente había cesado y el aire primaveral era cálido, la mayoría de los estudiantes iban a tomar el desayuno un poco más tarde lo normal, y yo acabé sentada con Flint y Christian cuando me di cuenta de que Draco no estaba allí. Ambos se estaban quejando mayoritariamente sobre cómo no les dejaban jugar a Quidditch, algo por lo que habían estado tristes durante más o menos tres semanas, y por lo cuanto de preocupados que estaban de que las cosas fueran exactamente lo mismo cuando volvieran para nuestro sexto año en otoño.

─No hay ninguna manera de que Umbridge siga estando el año que viene ─dijo Christian, alcanzando a través de mi un trozo de tostada después de una pequeña disculpa─ Dumbledore estará de vuelta para ese entonces, estoy seguro.

─Sí, nunca había pensarlo en decirlo ─Flint estuvo de acuerdo─ pero honestamente quiero al viejo de vuelta. Todas estas mierdas normas se están volviendo ridículas.

─Pero, ¿Qué si lo arrestan durante el verano? ─le pregunté, hurgando en mis cereales─ Solo estoy diciendo, no es como si se pudiera esconder para siempre. Deben estar cerca de encontrarlo.

─No, tienen idiotas del Ministerio en su búsqueda ─Flint me explicó, bufando ante ese pensamiento.

Christian rio también, mirando hacia mí y añadiendo: ─Además, Fudge está demasiado ocupado tratando de cubrir el hecho de que el Señor Oscuro está de vuelta. Es un idiota, te lo digo.

Inmediatamente me sentí incómoda ante la mención de la vuelta de Tu-Sabes-Quién, pero me las apañé para esconderlo soltando una pequeña risa junto a ellos. Flint empezó a preguntar a Christian sobre algo del trabajo de Transfiguraciones que habían de hacer, así que solté la cuchara y lancé una mirada a través de la larga mesa de los Slytherins. Draco no estaba en ningún lugar para ser visto, y me pregunté si habría salido a fuera; lo que hubiera sido sorprendente. Raramente salía del castillo durante estos días.

Aparté el bol de cereales de mí y pregunté: ─¿Habéis visto a Draco?

─Solo cuando me he levantado esta mañana ─me dijo Flint, cogiendo otro trozo de beicon─ Le pregunté si iba a venir a desayunar conmigo, pero me dijo que no tenía hambre. Creo que está aún en la habitación. ¿Porqué?