Capítulo 54

7.9K 676 572
                                    

Punto de vista de Draco Malfoy

Los días pasaban imposiblemente despacio, y me sentía como si gradualmente me estuviera volviendo loco solo en la mansión con mi familia. Sin Eve a mi lado todo el rato, era difícil no tener a alguien con quien hablar, especialmente des de que las cosas habían cambiado para peor.

Los mortífagos iban y venían a la mansión diariamente, y el Señor Oscuro ya nos había visitado dos veces en las pasadas semanas. Solo por un pequeño minuto que lo había visto, se había hecho claro que el Señor Oscuro no estaba bien; su pálida piel casi se parecía a un pergamino deshilachado, y sus ojos, parecidos a los de una serpiente, se habían hundido aún más en su cabeza, dándole una mirada aún más encantada. Mi madre me había obligado a quedarme arriba cuando apareció en el salón, pero no había pasado por alto que el Señor Oscuro se veía como si estuviera extinguiéndose des del interior.

No estaba seguro de que fuese o no algo bueno. No obstante, ahora estaba significantemente más calmado y controlado, aunque podía matar a cualquiera que se pusiera en su camino o hasta llegara a hacer el más pequeño de los errores. En una de las reuniones que había sido obligado a ir, el Señor Oscuro había matado a tres elfos domésticos después de saber que ciertos miembros de la Orden no habían sido capturados.

Escribía a Eve lo más a menudo que podía, pero no intentaba mencionarle cuanto de mal iban las cosas en casa porque sabía que Hogwarts era probablemente igual de malo. No quería que ella se preocupara por mí aún más de lo que ya lo estaba haciendo. Las vacaciones de navidad aún estaban muy lejos, pero el tiempo ya se volvía gradualmente frío así que no era horrible. Solamente esperaba que las cosas se calmaran un poco en la mansión para entonces, porque definitivamente no quería que Eve estuviese allí estando así, especialmente no con el Señor Oscuro actuando de aquella manera tan extraña.

Eran mediados de octubre cuando se decidió que Ollivander se quedaría en el sótano de la mansión. Yaxley y Dolohov lo habían secuestrado de su tienda aproximadamente dos semanas atrás, pero el Señor Oscuro ahora quería que se quedara en la mansión.

Aún no había ido al sótano a verlo, pero lo había escuchado gritar des de mi habitación, dos pisos más arriba.

─Pero, ¿Para qué necesita a Ollivander? ─le había preguntado a Lucius el día siguiente, mi voz en un susurro en la cocina, ya que Bellatrix estaba a unas pocas habitaciones de nosotros con mi madre─ Sé que lo está interrogando, pero, ¿Por qué?

Lucius estaba parado delante de la estufa, hirviendo una taza de té, pero aun así se las arregló para verse imposiblemente cansado y desgastado mientras miraba en mi dirección.

─Draco ─contestó cansadamente─ no es asunto tuyo.

─¿Lo escuchaste ayer por la noche? ─espeté, intentando no enfadarme demasiado cuando Lucius se alejó de mí para acercarse a las tazas─ Solo quiero saber que le está pidiendo, eso es todo.

Sacudió su cabeza, finalmente admitiendo exasperadamente: ─No lo sé. Es algo sobre Potter, pero no importa.

¿Qué podía posiblemente saber Ollivander sobre Potter? Pero decidí mantenerme callado mientras Lucius servía té en diferentes tazas, porque estaba claro que él no sabía mucho más que yo. Después de un momento, se ocupó a si mismo con la tetera y me dijo: ─Escúchame, Draco... el Señor Oscuro va a venir esta noche. Bellatrix se va con los demás, así que... puede que requiera tu asistencia.

─¿Con que? ─le pregunté con la mirada vacía, pero mi estómago ya se había revuelto con pavor.

Lucius me dirigió una mirada de culpabilidad, algo que era excesivamente extraño que proviniera de él. Descansó su mano en mi hombro, diciendo cuidadosamente: ─Solo haz lo que te pida. No dudes, ¿entiendes?

Little BirdWhere stories live. Discover now