Capítulo 59

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Punto de vista de Draco Malfoy

Me di cuenta que algo iba mal cuando miré por la ventana de la cocina y vi a Dolohov aparecer en nuestro porche, su tez pálida como un pergamino mientras parpadeaba nerviosamente, alejando así la sudor de sus ojos.

No sabía que algo iba realmente mal hasta que mi Marca Oscura quemó de repente en agudeza, dolor latente que me hizo agarrar ciegamente mi mano derecha.

Había estado apresurándome hacia el comedor cuando sucedió, porque podía escuchar a Dolohov gritando en busca de Lucius mientras estallaba al entrar por la puerta delantera. Agarré mi antebrazo izquierdo y me tropecé hasta llegar al final del pasillo, abriendo la puerta del comedor y viendo a Dolohov parado al lado de mi padre mientras hablaban rápidamente en voz temblorosa.

─...malo, Malfoy, está en algún lugar del colegio y el Señor Oscuro quiere...

─¿Qué? ─interrumpí acaloradamente, aun haciendo una mueca hacia el dolor que desvanecía de mi Marca Oscura, mientras cruzaba apresuradamente el comedor en su dirección─ ¿Quién está en el colegio?

Pero Lucius me ignoró completamente, manteniendo su mirada fija en Dolohov mientras le preguntaba en voz precipitada: ─¿Por qué nos llama el Señor Oscuro? ¿Dónde se supone que hemos de ir?

─No lo sé ─Dolohov tartamudeó, buscando desesperadamente en su túnica como si necesitara encontrar su varita solo para aliviarse a sí mismo─ Es por eso que he venido aquí. Pius dice que tenemos hasta media noche.

─¿Para qué tenemos media noche? ─espeté, enfadado de que ambos estuvieran actuando como si ni siquiera estuviera en la habitación─ ¿Qué está pasando?

Hubo tres cracs más procedentes de la parte exterior de la puerta trasera, antes de que Lucius o Dolohov me pudieran responder. Cuando mi madre finalmente se apresuró a entrar en el comedor detrás de mí, Yaxley estalló con su varita agarrada fuertemente en su mano y junto a él, otros dos mortífagos que solo reconocía de las reuniones. De repente, el comedor entero se llenó de conversas apresuradas y, ocasionalmente, de algún chillido. Entonces, Yaxley chilló a Lucius por encima de todo el ruido: ─No tenemos mucho tiempo, Malfoy, nos quiere en Hogwarts a tiempo para...

¿Hogwarts? ─ya ni siquiera nadie estaba mirando en mi dirección, la habitación llena de confusión y gritos mientras los mortífagos luchaban para averiguar que estaba sucediendo. Mi cabeza daba vueltas mientras me giraba para ver dónde estaba mi madre, porque estaba claro que no iba a obtener ningún tipo de respuesta por parte de Lucius. ¿Estaba el Señor Oscuro en Hogwarts en aquel momento? ¿A quién estaba buscando allí?

Entonces, encontré a Narcissa detrás de Dolohov, cerca de la puerta del comedor, y estaba empezando a dirigirme hacia ellos cuando, por el rabillo del ojo, pude ver una ráfaga de pelo rubio fuera a través del fino vidrio de la ventana. El comedor había estado demasiado ruidoso para que nadie se diera cuenta del crac de otra aparición, pero había definitivamente alguien en el exterior, y mis pies ya estaban empezando a dirigirse a la puerta, porque sabía quién era.

Ahora sabía que algo estaba muy, muy mal.

Estaba haciéndome paso a través de los otros mortífagos hacia la puerta, sus fuertes voces casi aumentando el pánico a mi alrededor. Yaxley estaba parado directamente en frente de la puerta mientras hablaba en rápida sucesión con otros mortífagos, y cuando lo empujé para pasarlo, no cedió, y en cambio, se giró en mi dirección. Su voz era baja y acusadora mientras me preguntaba groseramente: ─¿A dónde crees que vas, chico?

─Apártate de mi camino ─espeté enfadadamente, mi lado fuerte revelándose mientras lo despreciaba. Cuando su mandíbula cayó y empezaba a espetar algo de vuelta, me hice paso y choqué a propósito mi hombro con el suyo. Todavía no había olvidado lo que le había dicho a Eve la primera vez que atendió a una reunión con el Señor Oscuro, casi un año atrás─ He dicho, apártate de mi camino.

Little BirdWhere stories live. Discover now