Capítulo 5

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Punto de vista de Evelyn Hawkings.

Malfoy me dejó tranquila aproximadamente sobre un día. Que, para ser sinceros, fue más tiempo de lo que esperé. Pensé que volvería a ser repugnante como antes de que le gritara, pero no lo hizo. Malfoy me ignoró completamente durante la clase de Pociones del día siguiente, e hizo lo mismo en la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas. Hasta llegó a evitarme en la sala común de Slytherin aquella noche.

Así, no hay que decir que mi segundo día en Hogwarts fue cien veces mejor que el primero.

Ginny y yo trabajábamos juntas en Encantamientos, y después de clase fuimos fuera con el resto de sus amigos a sentarnos junto al lago. Me sentí un poco incómoda con toda aquella gente que no conocía, pero definitivamente parecía que les agradaba. Me fui a dormir aquella noche sintiéndome verdaderamente feliz, lo que pareció muy diferente de la manera en la que me había sentido la noche anterior.

Claramente, sabía que no iba a durar.

Malfoy volvió con su actitud normal en el tercer día de clases, pero como me estaba sintiendo suficientemente bien aquel día, no tuve que contestarle más. Después de todo, me había prometido a mí misma que no iba a escucharlo nunca más o dejar que me afectara─ y hasta aquel momento, estaba funcionando.

Ahora estamos en el cuarto día de clases y estábamos haciendo la primera pócima del año. Snape secamente nos había explicado que tendríamos que trabajar en parejas, así que Blaise automáticamente miró en mi dirección y me giñó el ojo. Por mucho que lo intentara, no pude esconder el sonrojo de mis mejillas.

─Bien, ¿Trituras tú los escarabajos y yo clasifico el pimiento seco? ─Blaise me sonrió por encima del calderón, ambos sentados mucho más cerca ahora que trabajábamos juntos. A través de la mesa, Malfoy estaba emparejado con Goyle; aunque podía observar que Goyle estaba haciendo la gran mayoría del trabajo.

─Bien ─le contesté, mostrándole una pequeña sonrisa a continuación.

Estaba triturando las piernas de los escarabajos con el mango de mi cuchillo cuando Blaise fue a trabajar con el pimiento, y miré por encima del calderón para ver como Malfoy estaba inclinado en su asiento mientras Goyle trabajaba con los ingredientes. Él solamente parecía mirar perezosamente por la habitación mientras su pareja hacia todo el trabajo. Rodé mis ojos al verlo, manteniendo mi cabeza baja y mi boca cerrada.

─ ¿Has escuchado que vamos a trabajar después con los cangrejos de fuego? ─me preguntó Blaise, mirándome mientras colocaba el pimiento seco en agua hirviendo. La esquina de su boca estaba girada mientras explicaba─ Marcus me explicó que después vamos a estar trabajando en eso en la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas. ¿No es una mierda? Hagrid lo hace a propósito porque odia a los Slytherins, lo prometo.

─A mí me parece bien ─sugerí, limpiando el mango de mi cuchillo con la ropa─ Además, ¿no están trabajando los Gryffindors también en ello?

─Claro que no ─ Malfoy se mofó, metiéndose en nuestra conversación antes de que Blaise pudiera abrir su boca para responder. Traté de no suspirar fuertemente en el momento en el que él se inclinó hacia adelante en su silla, con una forma llena de desprecio hacia mí a través de la mesa─ Están trabajando con Flobberworms. Honestamente, ¿crees que no haría un favor a los Gryffindors antes que a nosotros? Siempre hace esta mierda, es lo mismo cada año. No deberías saberlo.

─Estás en lo cierto, no debería saberlo ─repliqué secamente, sin mirar a Malfoy. Blaise resopló a mi lado, y lo vi sonriéndome por el rabillo del ojo.

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