Silvia reía ante los extraños comentarios de su mejor amiga, Nymphadora.
Ambas chicas caminaban por el pasillo, sin rumbo específico. Ya habían terminado sus clases y sólo pasaban el rato.
Tonks estaba caminando hacia atrás mientras cambiaba su cara a la de un animal. Aún se le complicaba un poco, pero le encantaba hacer reír a su mejor amiga.
Fue cuando la metamorfomaga tropezó contra un chico y cayó sobre este.
Silvia rió con mayor fuerza y ayudó a poner de pie a su amiga.
—Lo siento— dijo Tonks sacudiendo el polvo de su túnica.
Miró al chico y se dio cuenta de que lo conocía.
—Hola— le dijo aquel chico con una gran sonrisa.
—¡Charlie! Me alegra tanto verte— Miró a su amiga— Ella es Silvia, mi mejor amiga. Silvia, él es Charlie, es de nuestro mismo curso y es de gryffindor.
Los dos se dieron la mano mientras se miraban fijamente.
—Un placer conocerte— le dijo Silvia al pelirrojo.
No recordaba haberlo visto antes y es que todas las clases compartidas de los tejones era con la casa de las águilas, no con los leones.
—Lo mismo digo.
Tonks podía notar la atracción que ambos se tenían.
—¡Oh! Acabo de recordar que olvidé mis pergaminos en la clase de transformaciones.
Y sin más, se fue corriendo. Dejando a sus amigos un tanto perplejos, pero Tonks era tan distraída que no se sorprendieron.
—Este sábado hay una salida a Hogsmeade, ¿te gustaría ir conmigo?
Silvia miró al chico por un momento.
—Claro, me gustaría.
—Genial.
Se tornó un poco incómodo el ambiente.
—Iré con Tonks.
El chico asintió y Silvia fue en busca de su amiga dejando a Charlie con una tonta sonrisa.