Salí de prisa Johann e Irina subían detrás mío, yo sólo sentía la desesperación corrompiendo mi ser en su totalidad.
Corría por aquel pasillo que me llevaría hasta donde Morgan, subí las escaleras a zancadas, me tomé del pasamanos con fuerza para dar vuelta sin mucha fricción, lastimosamente para mí, había olvidado que aquél era de madera y gracias a mi fuerza, peso, velocidad e inercia combinadas, había arrancado la madera de la demás estructura, lo cual me hizo derrapar sobre el suelo, caí sobre mi rodilla y muslo izquierdo, pese a ello, con mis uñas, arañé el piso por completo, traté de suspenderme allí mismo, dejando una marca en el que seguramente más tarde estaría odiando, pero ahora poco me importaba hacerlo, intenté frenar aunque, con todo lo que llevaba a mi favor no e dio ningún tipo de privilegio, no hice mucho en realidad gracias a mi desesperación por ayudarla, así que fui a estrellarme a la pared haciendo un sonido hueco y estrepitoso, como pude, logré semi-incorporarme ya que no estaba completamente de pie, sólo di pasos para avanzar de alguna manera con los dedos de mis manos tratando de encontrar equilibrio de nueva cuenta, aunque ahora mismo odiaba tener zapatos en mis pies ya que eran sumamente resbaladizos, con todas mis fuerzas corrí, trastabillando a pocos pasos, ya que me encontraba totalmente desquiciado, cada segundo perdido era una eternidad en aquel pasillo, una eternidad tortuosa.
Hasta que por fin logré llegar, tiré la puerta de un empujón y me dirigí de prisa a donde ella se encontraba (su cama), conectada al marcapasos, los latidos eran lentos, coloqué mis dedos en su cuello para asegurarme de que el marcapasos no estuviese dañado, aunque era lo que realmente deseaba, infortunadamente no fallaba, maldice en mis adentros, todo se encontraba en orden menos Morgan, ella estaba muriendo, los latidos bajaron de cincuenta y cinco latidos por minuto a poco menos que éso, era cuestión de segundos para perderla por completo, más no me daría por vencido.
Johann entró, se acercó a mi, observó un poco a Morgan y otros segundos más duraderos al marcapasos, lo que el veía en aquel aparato no era lo que esperaba, un par de segundos después de hallarse allí, su rostro estupefacto se hizo presente al ver el mío descompuesto pues no sabía como ayudarle, él se había dado cuenta de la confusión en la que yo me hallaba en ese instante.
-¡Haz algo con un demonio!- me exigió antes de correr a su cama y tomarla del rostro- No puedes dejarme, eres la única amiga que tengo Morgan, no te atrevas a dejarme- le rogó mientras sacudía los hombros de Morgan postrados en la cama con determinación.
Me mantuve en silencio, comencé a retroceder titubeando, a cada paso que retrocedía al sentir esta opresión en mi pecho, un fuerte dolor se instaló en lo más profundo de mí, mis adentros comenzaban a oprimirse de a poco y sentía que algo era arrancado de mi ser, era un sentimiento nuevo pues cuando perdí a Irina me sentí destrozado, sí, pero esta vez era miedo, entraba en pánico, no quería perderla, me negaba a mí mismo sentirme de una forma tan mundana como lo estaba ahora mismo, seguí retrocediendo hasta tropezar con el sofá en el que me había sentado la ultima vez a contemplar su semblante antes de caer en mi estupidez y entregarme a los chantajes de Akibel, tomé asiento de manera forzosa ya que caí por inercia sobre él cuando tropecé con el sofá, de pronto el marcapasos pasó de ser un tintineo lento a ser un sonido plano e infinito, mi corazón se estrujó, la había perdido y no sabía que hacer, estaba bloqueado, las ideas no surgían, solo podía concentrarme en aquel largo y doloroso sonido, mientras tanto, Johann se aferraba a un cuerpo sin vida y lloraba amargamente, tomé mi rostro entre mis manos, cuestionando, planeando, ideando y organizando toda la información médica que tenía en mi cabeza, algo de toda la experiencia que me respaldaba podría funcionar, la cuestión era averiguar cuál la reanimaría de forma exitosa sin secuela, saqué mi rostro de entre mis manos, miré el marcapasos, observé también a Morgan palidecer, luego a Johann quien yacía en el suelo en posición fetal aferrado a la mano de Morgan la cuál colgaba de la cama, Irina entraba apenas y al observar dicha escena la observé tapar sus labios con sus manos en señal de sorpresa e incredulidad, luego de llevar una de ellas a su pecho, supongo que por ver a su hombre sufrir, se acercó a Johann para tratar de controlarlo y darle algún consuelo, todo esto pasaba en cámara lenta mientras yo me hallaba perdido, confuso, anonadado y bloqueado, sin embargo segundos después pude reaccionar, volví a ser yo otra vez, me olvidé completamente de mi sentir para darle tiempo a lo importante, regresarla a la vida.
Me puse de pie, tragué saliva y junto a ella se fueron esfumando mis sentimientos de una vez por todas, ya que éso me distraía en demasía, me armé por fin de valor y dejé que todo lo que sucedía en mis adentros se fuese al carajo junto con el mundo entero, Johann lloraba en el frío suelo sin consuelo alguno de parte de Irina que por más que se esforzaba por controlarlo no lo lograba, Johann se había perdido en el dolor.
Me acerqué a Morgan, arranqué la ropa que cubría su pecho, comencé intentando reanimarla con primeros auxilios (RCP) oprimí su pecho en innumerables ocasiones, luego le daba respiración de boca a boca, aunque era la primera vez que trataba de reaminar a una persona ya que nunca había tenido la necesidad, era horrible hacerlo con Morgan pues su cuerpo comenzaba a helarse, el aire salía de sus pulmones haciendo un hueco sonido, sus labios ya no tenían aquel sabor y se sentía fría, muerta, era verdaderamente devastador, sin embargo continúe hasta donde pude antes de que Johann me detuviera.
-¡YA BASTA!- exigió -Ya está muerta Florian entiende- quiso hacerme entrar en razón, pero nada de ésto funcionaba conmigo, no hoy, así que me limité a fulminarlo con la mirada haciéndole entender que debía guardar silencio, lamentablemente Johann estaba demasiado enojado para comprender nada en absoluto, tomó mis manos y las quitó del cuerpo de Morgan molesto, Johann aún con lágrimas en su rostro se atrevía a retarme, en un momento como éste ¿En serio crees que es buena idea Johann? Pensé para mi mismo.
-No tengo tiempo para ti y tus estupideces- respondí tirando de mis manos para zafarme de su agarre.
-DÉJALA DE UNA BUENA VEZ- espetó furioso.
Tomé a Johann del cuello atropellando a Irina mientras lo llevaba directo contra el piso, observé aquellas orbes amieladas en las cuales me reflejé, yo me encontraba enojado en aquel reflejo acuoso por el dolor y las lágrimas que apenas se habían detenido a caer al verme colérico, justo así me reflejaba.
-No me desquicies niño estúpido, aléjate antes de que te mate como lo hice con... - carajo, estaba tan fúrico que estuve a nada de confesarle que había sido yo el causante de la prematura muerte de su madre, aunque el mayor trabajo ya lo había hecho la enfermedad, qué más daba.- ¡SOLO... LARGATEE!- Espeté furioso, había gritado y Johann había colmado mi paciencia, éso no era bueno, Irina lo sabía, ya que apenas escuchó lo que estaba por confesarle o Johann por error, lo jaló un poco de los hombros mientras yo me quitaba de encima suyo, regresé rápidamente a lo mío mientras Irina lo ayudaba a ponerse de pie y empujaba con sus manos el pecho de Johann tratando de evitar una desgracia, cerró la puerta tras de sí, una vez solos, continúe con mi reanimación, más sin embargo parecía ser en vano.
No tenía nada más que agotar mis opciones, preparé el desfibrilador pequeño que siempre tuve en uno de mis cajones (al menos en los de ésta habitación) era irónico pensar que siempre lo tuve guardado por si en algún momento lo ocupaba para alguna emergencia, que en realidad era tonto tener uno si sólo funciona en humanos, era como si supiese mi destino inconscientemente, conecté el desfribilador a la corriente eléctrica, subí la potencia y esperé mientras cargaba, coloqué gel sobre las frías paletas, una vez cargada la potencia, coloqué las paletas con aquel gel sobre su pecho y di la descarga, su cuerpo curbeó y volvió a su estado muerto, la impotencia me ganaba y debía preparar de nuevo la descarga, pero ésta vez tenía otra jugada arriesgada y experimental, sin embargo haría lo que fuese por salvarla, así que volví a poner la potencia del desfibrilador a cargar y mientras tanto corrí a uno de los cajones tomé una jeringa que tenía de milagro, luego en otro cajón saqué un frasco con epinefrina (adrenalina líquida), rompí el sello, coloqué la aguja en la jeringa y perforé la goma, tomé la cantidad suficiente, luego de dejar todo regado en la habitación, corrí a donde Morgan, habían pasado ya dos minutos y medio desde que su corazón dejó de latir, y yo me mantenía aferrado, tracé líneas imaginarias y coloqué mis dedos sobre el punto donde perforaría la aguja, estaba muy nervioso, esperaba no equivocarme.
«Conferencia de prensa imaginaria»
¿Porqué? Porqué nunca me había visto en la necesidad de resucitar a un humano, ustedes simplemente para mi no habían representado nada significativo, eran simplemente parte de mi cadena alimenticia, eran mi desayuno, almuerzo y cena, esclavos, entretenimiento, simples objetos, y ahora véanme, luchando por salvar la vida de alguien y creo tener la siguiente pregunta que baila dentro de sus cráneos curiosos, ¿Porqué carajo Florian Einst había estudiado medicina si su propósito no era ayudar al prójimo? Muy sencillo, porque sólo me interesó estudiar sus adentros para empaparme de conocimiento de cómo sería más efectivo asesinarlos de un solo golpe, o cómo asesinarlos de manera tortuosa, conocer arterias, músculos principales los cuales me ayudarían a hacer de mi conocimiento experiencias visuales satisfactorias, facilitar torturas o simplemente causar una hemorragia interna sin dejar marca de nada en absoluto, tengo conocimiento de hace siglos, y sé cómo hacer de un humano un objeto para mi, pero ésta vez era totalmente diferente, tenía la necesidad de regresarla a mi y aunque temía equivocarme, lo intentaría.
Tomé una bocanada inmensa de oxígeno de manera tan innecesaria, era ridículo pero acababa de hacerlo, tomé un par de segundos en decidirme, simplemente dejé mis temores a un lado y ensarté la aguja rápidamente, con mis dedos impulsé rápidamente el líquido de la jeringa dentro de su corazón vaciando el contenido de la misma, saqué la aguja apresurado para después deshacerme de ella y dejarla caer en el suelo para comenzar con el RCP, apenas había oprimido un par de veces la caja torácica, su pecho inhaló una bocanada grande de aire, sus ojos se abrieron de manera abrupta, había despertado y su corazón había reanimado al instante, ahora con un pulso acelerado, los ojos de Morgan volvieron a cerrarse, ahora respiraba y mi aliento (por así decirlo) había regresado, la calma regresó a mi de manera estrepitosa, el marcapasos sonaba rápidamente y de manera consistente.
¡La salvé!- susurré incrédulo, dejándome caer al suelo, mis nalgas se habían golpeado con él, pero estaba satisfecho, sentí que por primera vez había hecho algo bien, me sentía aliviado, aunque confuso en cierta forma ya que mis sentimientos eran extraños, y vaya que lo eran, era nostalgia disfrazada de alegría, pronto la preocupación del porqué mi sangre no había hecho más dócil su recuperación, estaba consternado también, yo era un simple caos.
Perdón la demora chic@s, wattpad me reinició el capítulo, problemas de la app, y bueno me borró muchos detalles, ahora se me están cerrando los ojos del cansancio pero por fin pude acabarlo, quería cumplirles lo antes posible pero el trabajo no me deja y wattpad menos porque tuvo fallos y me borró varias veces mis avances y tuve que escribir de nuevo, de verdad gracias por la paciencia, les mando un gran abrazo, besos.
Espero que les guste.