Capítulo 70

346 29 39
                                    

Fue entonces, en ese charco donde repasé un poco mis vivencias, y aunque no muy conforme, había disfrutado cada maldito segundo de mi existencia, quizás no tal cual yo lo deseé alguna vez, pero lo suficiente para ser satisfactorio.

Solté mi cuerpo dejándome llevar por lo que ya parecía ser inevitable, la muerte estaba destinada a ser mía de nuevo y esta vez era para siempre, relajé cada músculo de mi cuerpo y mantuve mi vista en un punto neutro, observando todo y nada a la vez, traté de bloquear toda la pena que salía de la faringe de Johann, hasta que por fin lo conseguí, obtuve mi momento de paz, al fin.

Una sombra se acercó a mí, no quise observarla demasiado ya que de nada serviría, era la misma muerte, ya le había visto una vez antes de ésta y, honestamente era idéntica, una silueta delgada y oscura, la sinceridad me atacaba, ya que era más resignación que desinterés lo que me hacía evadirle, también deseaba unos minutos más para acabar con todo esto antes de que me llevase con ella.

La sombra me observó un par de segundos antes de irse de mi lado, supuse que primero iría por Johann ya que el seguía gritando, yo bien podría esperar un poco más, daba lo mismo ya que ambos moriríamos. El mismo destino con diferente desenlace.

En ese momento todo se volvió un bullicio absoluto, y fue éso precisamente lo que hizo interesarme un poco en lo que sucedía a mi alrededor, así que hice lo posible para regresar mi vista al frente, justo donde Johann se encontraba y lo había logrado.

La muerte se les aproximaba con velocidad, Lilith al escuchar el estruendo de los presentes desvío su atención de Johann hacia donde la muerte se encontraba, el rostro de Lilith se descompuso sin más al ver aquella sombra acercarse veloz, volteé mi rostro hacia Akibel y él, aplaudía ensimismado, absorto por lo que veían sus ojos, cosa que yo aún no entendía como era que todos veían la muerte llegar, no era posible, no tenía lógica alguna.

Mi incredulidad me llevó a querer levantarme, por curiosidad e interés comencé a moverme como me era posible, el cansancio se apoderaba de mi, mas sin embargo me esforzaba.

La muerte saltó hacia donde Johann y Lilith se encontraban..

-Florian mi buen amigo- gritó Akibel entusiasmado- Tienes que ver ésto - aplaudía divertido - ¡Divino! ¡Majestuoso!. ¡Bravisimo, bella signora distrugge, distrugge!¡Distruggere tutto ! - gritaba con entusiasmo.

¿Akibel hablando italiano? ¿Qué carajos?

Tomé las pocas fuerzas que aún quedaban en mi y logré ponerme de pie, daba pasos cortos y a cada paso mi fuerza regresaba incoherente a mi cuerpo, era como una montaña rusa de energía, aveces arriba a veces abajo, tropezaba zigzagueante, padecía de ésto mientras intentaba no perderle la vista a aquella escena claro.

La muerte tomaba a Lilith por el cuello, la lanzó por los aires, para después tomar a Johann en sus brazos.

Un mareo me había hecho perder el equilibrio por lo cual caí de rodillas en el suelo, poniendo mis manos en él como un soporte extra, la muerte bajó de golpe hasta donde yo me encontraba un poco desorientado por la pérdida de energía, fue entonces cuando logré ver a la muerte en físico un segundo antes de que la imagen del torso de Johann Interrumpiese, observé un poco a Johann quien al igual que yo tenía dificultad para respirar, levanté una de mis manos del suelo y la coloqué en su cuerpo, haciéndole saber que allí estaba, con él, como siempre.

-Me da gusto verte de nuevo- balbuceó Johann sonriendo a medias.

-A mi también m... - fui interrumpido por una dulce voz.

-No se quedará así... - de haber sido un hombre con vida aún, mi corazón hubiese tenido un maldito paro cardíaco, estuviese realmente muerto. Aquellas palabras... Era imposible. Levanté mi rostro hacia lo que llamaba muerte y comencé a a ver, estaba totalmente equivocado, un error abismal.

Soy un maldito, lo sé.Where stories live. Discover now