Capítulo 17

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Akibel tenía entre sus dientes partes de piel y carne de Irina, sonrió con malicia tragando aquel fragmento de Irina, dirigió su mirada llena de satisfacción hacia nosotros mientras soltaba a Irina dejándola caer de manera precipitada al suelo, haciendo que Irina golpease su cabeza contra el mismo y su cuerpo callera en seco, la sangre no paraba de salir de aquella herida, la vista de Irina se encontraba en la nada.

- Es hora de retirarme, disfruten la velada caballeros - dijo Akibel sin perder esa imagen fantasiosa de él, miró hacia arriba y en un parpadeo unas bellas alas grandes con plumaje negro se desplegaron de su cuerpo para dejarnos observar un poco semejante belleza, estaba estupefacto al ver aquella cosa que para mi parecía imposible, sonrió de nuevo regresando su mirada a Johann y a mi, parecía divertido con todo lo que pasaba con nosotros, sus alas lo arrojaron para después desaparecer por completo dejando alguna plumas negras en su ausencia, plumas que a los segundos desaparecían en el suelo sin dejar rastro alguno.

Un par de segundos después de la desaparición de Akibel recuperamos la movilidad, Johann corrió donde se encontraba Irina, la tomó entre sus brazos mientras tapaba la herida con su mano para detener la hemorragia, su cabello rubio estaba teñido de carmesí, a escena era dolorosa.

- Irina, dime que hacer, como puedo ayudarte- dijo Johann angustiado, Irina lo miró con dulzura logrando conectarse con su mirada, me acerqué para examinar aquella herida.

- Describe la herida por favor- pidió Irina tragando saliva.

- Es grande, profunda, arrancó bastante carne de tu cuello - Dije frunciendo el seño, esperando que Irina soltara instrucciones para ayudarle, ella sabía de medicina general, podría decirnos que hacer.

-¿Notas algún tendón? - preguntó sin desconectar la mirada de la de Johann quien acariciaba su rostro y cabello para darle tranquilidad, quizá para que no entrase en estado se shock, más sin embargo, el que necesitaba de esa tranquilidad era él, no Irina.

- Por supuesto Irina, muchos- dije impaciente esperando aún instrucciones.

- ¿Puedes notar la Yugular? - preguntó de nuevo.

- ¡¡No veo nada, sólo sangre brotar, dime que rayos hacer Irina estamos perdiendo demaciado tiempo!! - dije reprendí a la bruja quien se hallaba tranquila, yo por mi parte estaba nervioso.

- Aún en malas situaciones, siempre sigues siendo un idiota- dijo tranquilamente sonriendo, Johann tenía los ojos cristalinos, parecía que en cualquier momento estallaría en llanto.

- ¡¡De una buena vez dime que hago maldición!! - Dije exasperado, demonios, sólo tenía que decirme lo que debía hacer, no tenía porque decir discursos o preguntas, sólo instrucciones, eso era lo que quería en esos momentos.

- Con tus dedos busca la yugular y revisa si aún sigue conectada o es por eso que estoy sangrando tanto- Dijo ya cansada, Johann tenía a Irina en su regazo, con sus manos ensangrentadas la mimaba, yo estaba inclinado de rodillas en el charco de su exquisita sangre examinándola.

Busqué entre su carne aquella arteria, metí mis dedos dentro de su cuello sacando alaridos de su garganta, debía dolerle como el demonio pero debía continuar aquella búsqueda para saber su podría ayudarle, toqué todo sin encontrar aún nada, saqué mis dedos de su cuello para quitar con ellos el cabello que estorbaba en mi rostro, manchando mi frente y mejillas con su sangre.

- Maldición, no encontré nada- dije frustrado.

- ¡¡Sigue buscando Florian, no podemos dejarla ir, no aún!! -Gritó Johann reaccionando a la situación.

- Eso hice pequeño idiota, ¿creiste que estaba examinando sus amígdalas? - dije exasperado, Johann abrió la boca para empeorar todo, ahora no sólo me encontraba nervioso, sino también quería patear su trasero.

Soy un maldito, lo sé.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz