P.O.V. Manu
Desperté una hora antes de que empezaran las clases, me vestí y luego moví un poco al Martín.
-Oye, weón, en un rato empiezan las clases así que vete levantando
-Ya- me dijo él con toda la paja.
Salí de la pieza y llamé a la Coco para juntarnos, una vez nos encontramos, fuimos al patio como siempre y nos quedamos conversando.
Poco después, se nos acerca la Tiare con otra niña
-Hola, chicos- nos saluda -él es mi hermano y su polola, el Manu y la Coco
-Hola, me llamo Itzel- dijo la niña
-Hola- dijimos al mismo tiempo
-La conocí ayer, compartimos pieza, ella también tiene hermano en tercer año
-¿Enserio?- dijo la Coco -¿cómo se llama?
-Juan Sánchez
-Ah sí- respondí -era nuestro amigo
-Creo que me contó de ustedes el primer año
-Ah- dije yo, sin saber que más decir
-Bueno, ya nos vamos- dijo la Tiare -chao- y se alejó con su amiga.
Me daba pena lo del Juan, era nuestro amigo y caía bien, pero si él se quiso alejar no podíamos impedirlo.
Después de un rato, fuimos a la sala y nos quedamos hablando ahí, poco después llegaron el par de weones y la Vene, entre todos nos pusimos a conversar.
Estaba entusiasmado por la primera clase, nos tocaba literatura y era mi asignatura favorita, no solo porque me gustaba mucho leer y escribir, sino por el profe, era buena onda.
Él era ese típico profe humanista y filosófico que se ponía a hablar de su vida a mitad de clase, me caía bien porque me gustaba su metodología y su forma de pensar, pero otros no lo entienden.
Después de un rato llegó, fue a dejar sus cosas al escritorio y se paró en frente de toda la clase para saludar.
-Ok, guys... stand up- todos se levantan de sus puestos y se quedan el silencio unos segundos -buenos días
-Buenos días, profesor Arthur- dijimos todos a coro
-Sit down- y nos sentamos
-No sé por qué te gusta tanto este profe, su clase es aburrida- me dijo la Coco
-A ustedes las minas sólo les gusta porque es rubio de ojos verdes- dije yo
-¿Y eso es malo?- dijo el Martín dándose vuelta
-Sale pa allá, copuchento culiao- dije yo riéndome.
Estudiamos acerca la historia de la literatura inglesa, después de clases, me levanté y fui a saludar al profe, ya que a él igual le caigo bien y ya me ha reconocido varias veces por mi desempeño en su asignatura.
Después volví y me acerqué al Martín a preguntarle si había entendido alguna weá.
-¿Cachaste algo?
-¿Y cómo iba a hacerlo si me dormí la mitad de la clase?- fruncí el seño enojado
-Puta la weá
-Perdoname, Manu, pero no pude evitarlo, su sabés que me aburro
-Dijiste que pondrías atención
-Sí, lo sé, pero perdoname
-Ya pero no te voy a estar aguantando- le hice un resumen de la clase durante el recreo para que no estuviera ten perdido cuando estudiemos después.
A la hora de almuerzo, una vez terminamos la comida, con la Coco fuimos a mi pieza, saqué mi guitarra y se la mostré.
-No sabía que tocaras la guitarra
-Ah sí, es que no lo hacía desde hace mucho, ¿quieres escuchar?
-¡Ya!- fuimos afuera y una vez ahí nos sentamos en una banca y empecé a tocar.
Toqué unas de "Los Prisioneros" y otras de "Soda Estéreo", aunque no muy bien como antes.
-Estoy un poco oxidado
-Noo, suena genial- me dijo la Coco -yo no sé tocar ningún instrumento, con suerte la flauta y me acuerdo de unas dos canciones nada más
-Exageras
-Nop, si tocas muy bien- me sonrojé.
Más tarde, cuando acabaron las clases a eso de las 17:30, le dije a la Coco que iría con el Martín a estudiar.
Fuimos a la biblioteca con un montón de libros y cuadernos de las cosas que nos habían tocado hoy. Ahí lo puse a trabajar como mula, obligándole a hacer ejercicios de matemática, leyendo párrafos y contestando preguntas que yo le hacía.
-Manu, esto es demasiado para esta cabecita tan grossa
-Cállate weón, ponte a trabajar mejor y haz algo por tu vida
-Pero Manu- me levanté y fui hacia donde estaba él
-Ponga a funcionar ese intento de cabecita grossa- le dije mientras le daba golpecitos en la cabeza
-¡Ay!, Manu, me duele
-¡Trabaja conchetumare!- y así estuvimos las próximas dos horas.
P.O.V. Martín
Cuando terminamos después de lo que para mí fue una eternidad, paseamos hablando por los pasillos, riéndonos a todo pulmón, hasta que nos interrumpieron
-¡Hey! Encontraste a tu novio- era el Luciano otra vez, se nos acercó -escuché que te sacaron de tu equipo, ¿es verdad?- hizo un puchero fingido
-¿Y tanto te importa?
-No, por nada, solo que tu equipo al parecer no es nada sin tí, en el entrenamiento de hoy los hicimos mierda
-Voy a volver, y cuando lo haga, te haré comer tierra
-Uy, ¿enserio? Que miedo- dijo con sarcasmo -como sea no volverás, tienes el cerebro de un pez
-Apuesto que un pez es más inteligente que vos
-A mí no me suspendieron por mis notas- no supe que responder, me sentí vencido hasta que se hizo notar mi ángel guardián
-¡Sale pa allá, sopa de macaco!- vi al Manu, había dado un paso adelante, le seguí el juego
-¡Uma delicia!- me burlé, se empezó a molestar- huehuehue
-Filho da puta- sentenció el Manu -este saco de wea va a volver- empezó a acercarse más a él -y cuando lo haga- se puso delante mío, mirándolo a los ojos -te va a volar la raja- le dió un leve empujón, que lo hizo retroceder -no eres NADIE sin tu fútbol
-Oye, enano, soy mejor que él en mis notas
-Pero no mejor que yo -estaba enojado de verdad -y aunque yo sea un enano y tú un pié grande, juntos te superamos en tamaño y en fuerza, así que no busques pelea y vé a webiar a otro lado- lo miró a él y luego a mí, se veía la impotencia y frustración en su cara, se hace a un lado y sigue su camino, al pasar cerca de mí me susurra
-¿Te tiene que defender tu novia, poco hombre?- el Manu al notarlo, lo amenazó golpeando el piso con el pié, provocando que el Luciano diera un pequeño brinco y se fuera.
Aunque me llegue a la oreja, el Manu cuando se enoja puede dar bastante miedo, hasta yo me asusté.
Hola :3
Y así damos inicio a la temporada N°2, con una "maratón" de tres capítulos con más de 1000 palabras cada uno.
Espero que les hayan gustado estos capítulos, ya vieron que se viene duro y lleno de cosas nuevas, eso uwu
PD: me pasó algo muy sad con este cap, llevaba escrito como la mitad y no lo guardé :'3 así que lo tuve que escribir de nuevo, F para mí.