POV Jazmín
-Cariño, están tocando- gritó Lucía desde la cocina –Que raro-
-¿Qué?- pregunté sin darle importancia
-Nada, que no esperábamos a nadie más-
-A lo mejor Mariano invitó a alguien- comenté
-Me lo hubiera dicho. Voy a ver- y sin más salió de la cocina
Me extrañó mucho el silencio producido, entonces fue cuando escuché la voz… Una voz ya más que conocida por mí… era ella… estaba segura que era ella
No sé que fue, pero algo me hizo salir de esa cocina inmediatamente, y al llegar al salón lo pude comprobar con mis propios ojos… era ella.
Ahí en el medio del salón junto a mis amigos se encontraba aquella mujer que hacía 7 años se había convertido en un fantasma del pasado, alguien a quien deseaba con locura volver a ver pero que nunca pensé hacerlo.
Seguía igual de hermosa que hace años. Su pelo un tanto más largo y su piel más blanca, la ciudad, supongo. Estaba de espaldas, aún no me había visto.
La observé totalmente ida, y mi maldito subconsciente dejó que mi mirada se perdiera en sus gloriosas curvas… dios, deseaba a esta mujer con locura. Podían pasar mil años que por mucho rencor que tuviera nunca dejaría de desearla. Al contrario, no sé si es porque estaba realmente molesta con ella, pero las ganas de cogerla por una mano y llevarla a una de las habitaciones se apoderaron de mi cuerpo
Control, Jazmín… ella te hizo daño. Además han pasado 7 años, seguro a rehecho su vida ¿O no?
Noté la cara tensa de Mariano y de Lucía al verme salir de la cocina. Sabían muy bien lo que significaba este momento.
Al parecer Flor también notó sus miradas, y lo siguiente que hizo me dejó fuera de juego
Se volteó en mi dirección, quedando su mirada conectada a la mía… y ahí después de 7 años por primera vez se volvían a encontrar mis ojos esmeraldas con sus ojos color café
Su rostro se contrajo y su boca se abrió un poco, mientras iba tomando un color cada vez más pálido… Estaba igual de afectada que yo, y en cierto modo agradecía eso. Significaba algo para ella aún después de tanto tiempo. Me mataba pensar que no me recordaba o peor que me recordara pero ya no le importara
-Jaz…- tuve que cerrar los ojos al oír mi nombre salir de su boca.
Dios, deseaba besarla ¿Pero por qué? Ella me había roto, me había hecho daño ¿Por qué aún quería sentirla? Soy una masoquista sin duda
Traté de hablar pero las palabras murieron en mi boca, entonces la vi a acercarse y no pude
No pude hacer nada más, tuve que seguir mis instintos y sin más salí corriendo de aquel salón, para encerrarme en una de las habitaciones que quedaban cerca
No podía hablar, no ahora, no podía exponerme de esta forma nuevamente ante ella.
Me tiré en el suelo y cerré mis ojos suplicando que esto fuera un sueño… uno de los miles de sueños que he tenido con ella en estos años.
Hola bebés
Ya está el deseado reencuentro. Les prometo emociones re fuertes a partir de acá. Estoy en racha.