Capítulo 18 "Demasiado tarde"

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POV Flor
Ya estaba de regreso en el trabajo. Al llegar Miru me saludó desde su mesa llena de entusiasmo y vi al resto trabajar. Me acerqué a mi mesa y dejé el bolso. Noté movimientos dentro de la oficina de Jazmín, ella seguro estaba dentro. No sabía si era lo correcto, pero quería verla. Quería aclarar las cosas.
Toqué dos veces cuando oí ¨adelante¨. Esa voz me mataba
Entré y ahí estaba ella. Su pelo suelto caía sobre sus hombros. Llevaba una blusa blanca y unos jeans ajustados.  Su chaqueta descansaba sobre el espaldar de su silla. Al verme ahí parada levantó su mirada levemente y me dedicó una sonrisa
-Que bien, ya estás de vuelta- me dijo y volvió a escribir en unos papeles que tenía delante
-Sí, ya volví- dije tímida –Estoy mejor-
-Me alegro- dijo sin mirarme y el silencio reinó entre nosotras
¿Me alegro? ¿Eso era lo que me iba a decir después de lo que casi sucede? ¿Después del mensaje? No lo podía creer
-¿No tiene nada más para decirme?- insistí
Ella levantó la mirada con el ceño fruncido
-No- negó y la decepción se apoderó de mi cara
-Bien- dije dándome media vuelta. Estaba enojada, pero no con ella sino conmigo por ser tan imbécil y creer que podría suceder algo
De repente su voz me detuvo
-Señorita Estrella- me volteé
-¿Si?- la emoción se apoderó de mi voz
-Recuerde que debemos entregar el informe de Rodrigo mañana- me dijo sin ni siquiera mirarme
-Ah- me quedé muda –Ok, me pondré en ello- tragué amargamente y salí de su oficina
Miré hacia atrás para ver si tan siquiera me observaba, pero no, solo miraba sus estúpidos papeles.
Pasó un rato y me quedé enajenada con lo que estaba revisando, cuando sentí unos toques sobre mi mesa. Miré y ahí estaba Miru con una sonrisa de oreja a oreja
-¿Vienes?-
-¿A dónde?- confundida
-A tomar un café-
-No, no puedo. Estoy acá hasta el cuello de trabajo- le dije. No estaba tan atareada pero no tenía ganas de ir
-Ok ¿La bruja te tiene hasta el cuello? ¿No?- dijo refiriéndose a Jazmín
Yo asentí sin ni siquiera defenderla. Estaba lo suficientemente enojada como para concordar con Miranda.
-Pero a la fiesta de esta noche si vas ¿No?- me dijo y yo fruncí el ceño
-¿Qué fiesta?- confundida
-Ah, verdad, que vos no viniste ayer- dijo riéndose –Bueno, lo chicos de la oficina acordaron hacer un fiesta en el bar de la esquina, va a ir poca gente y seguro que te divertirás-
Hice una mueca no muy convencida. No tenía el cuerpo para fiesta
-No soy muy de fiestas, Miru- dije
-Ah, no seas una vieja. Dale, ven. Así te divertís y a lo mejor te enganchas con alguno-
-Eso es lo que menos necesito ahora- resoplé- Pero la copa creo que si te la voy a aceptar-
-Bien- exclamó victoriosa –Es a las 10, en el bar, pero ¿Si quieres yo te paso a buscar?-
-¿En serio?-
-Sí, es que no me gusta ir sola. Eso de entrar sola a un lugar me hace sentir incómoda-
-Lo mismo digo. OK, nos vemos entonces. Te enviaré mi dirección- le dije y ella se fue guiñándome un ojo
Volví a mis asuntos y de repente sentí un carraspeo a mis espaldas. Miré enseguida y ahí estaba ella. Jazmín tenía los brazos cruzados y me miraba atenta desde la puerta de su oficina
-¿Desea algo, señorita del Río?- dije seca
Hubo un silencio incómodo
-¿Vas a salir? ¿No crees que es algo pronto para una cita?- me dijo con un tono juzgador
-No creo que seas la mejor para juzgarme- le dije volviendo mi vista a la pantalla de mi ordenador
-No te estoy juzgando. Solo digo que tengas cuidado. Daniel puede estar por ahí acechándote-
-Mejor, así ve lo bien que me la paso sin él- dije cortante –A lo mejor consigo un nuevo novio y todo-
-No creo que sea lo mejor- dijo recostada a la puerta
-¿Vos que sabes? No sos nadie para decirme que hacer- le dije mirándola enojada
Ella me miró por un rato y tras soltar una bocanada de aire salió de ahí. Pude notar como sus ojos estaban diferentes ¿Eran lágrimas? Negué con la cabeza y continué trabajando. Era imposible que una persona como Jazmín del Río llorara por mí
POV Jazmín
-¡Mierda!- exclamé pegándole a una caja que estaba en el suelo con el pie
Había bajado al almacén a descargar mi furia donde nadie me viera. ¿Qué me pasaba? ¿Por qué me importaba lo que esa chiquilla malcriada hiciese? Era solo una niña inmadura que a la mínima cometía una estupidez. ¿Cómo pude ser tan estúpida de creer que había algo diferente en ella? ¿Acaso no se daba cuenta de lo que me pasaba?
Tantas cosas se me pasaron por la cabeza, hasta el hecho de que a lo mejor todos estos momentos que había tenido con Florencia solo era un plan suyo para ganar puestos en la oficina. Estaba claro, quería seducirme para que la ascendiera y le hiciera favores.
Quise creer esa idea por un momento, pero no se sostuvo en mi cabeza. Era imposible creer semejante estupidez. Flor era la persona más dulce que había conocido en mi vida, no sería capaz de hacer eso. Ahora estaba segura.
Entonces, me di cuenta. Ella estaba dolida, tenía el orgullo herido y era comprensible su reacción. Yo me había comportado como una cretina. Ayer casi la beso y hoy ni siquiera la miro. Debió pensar cualquier cosa de mí.
Llena de rabia le di otra patada a la caja, pero esta vez el sonido fue notado por alguien
-Ey, ¿Qué pasa?- dijo Javo saliendo de su local -¿Qué te hizo esa caja?-
-Estoy muy cabreada- confesé mirando al suelo
-Se te nota. Mírate, pareces una bruja-
-Es lo que soy, capaz. Al menos es lo que todos dice… bueno, no, algunos dicen que soy una hija de puta. Y estoy al pensar que si lo soy- dije enojada
Javo se acercó y me envolvió en sus brazos
-Ey, no, no, no te digas eso. Que todos lo digan es una cosa que debes ignorar, pero que tú también lo piensas ¿Estás de coña? Eres la persona más dulce, leal y comprensiva que conozco- dijo apretándome
-Gracias- susurré –Es bueno que te digan eso de vez en cuando-
-¿Qué te pasó ahora?-
-Nada. Lo que tenía que pasar- dije triste
-¿El qué?- confuso
-Conseguí que me odiara como el resto-
-¿Quién? ¿Flor?-
-Sí, boludo- le dije –Ella ahora me odia como el resto de la oficina. Y tienes sus buenos motivos. Debe creer que estoy jugando con ella… y es lo que estoy haciendo-
-Ey, no, no, Jazmín. Para un poco. Vos no estás jugando con ella. Si lo que sentís es tan fuerte es normal que no lo puedas controlar. Pero no has caído, has sido fuerte y te has alejado… que en este caso es lo correcto. Vos no hiciste nada… si ella se hizo ilusiones, bueno, problema de ella. Vos estás luchando contigo misma para no cagarla ni hacerle daño y me parece que es lo correcto-
-Sí, pero ella no lo sabe, Javier- le dije entre sollozos
-¿Y por qué no se lo dices?-
-¿Qué? No, no. No podría- dije agobiada
-¿Pero ella sabe que vos tenés…?-
-Sí, pero no sabe lo que estoy a punto de hacer. Eso no lo sabe nadie, solo tú-
-Bueno, en ese caso creo que lo que estás haciendo es lo mejor. Alejarte antes de que sea demasiado tarde-
-¿Cómo sé yo que ya no lo es?-

Labios Compartidos (Flozmín)Where stories live. Discover now