Capítulo 41 Qué cambió? (parte 1)

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POV Jazmín
Sentía que podría estallar en cualquier momento. ¡DIOS, que odio! Tenía deseo de matar a alguien.  Esto si era pasarse de los límites, esto ya era demasiado…
Media hora antes…
Entré a la oficina de Mario bajo su atenta mirada. Tomé asiento y este procedió a hacer lo mismo sentándose en su escritorio
-Usted dirá…- le dije acomodándome en la silla
-Jazmín, ¿Hace cuánto trabajas acá?- me tomó un poco fuera de juego
-¿Eh? No lo sé… ¿Desde que comencé como reportera?-
-Exacto, hace mucho ya… y te has convertido en la mejor-
-Gracias, jefe…- ¿Qué pasaba?
-¿Sabes por qué?- Lo miré confundida –Porque siempre has dejado de lado tus asuntos personales… nunca te han afectado en tu trabajo…-
-Ve al grano, Mario- dije firme aunque por dentro me estaba muriendo. Mierda, Flor
-Quiero que alejes tus problemas personales de este edificio, no quiero que mezcles más tus líos de cama con este lugar…- sentí mi piel hervir… Flor no era un simple lío de cama, ella era… era… bueno, no sé muy bien que era para mí, pero sin duda no era un lío de cama
-Mario, si se refiere a…- me alcé dispuesta a defenderla a capa y espada, no permitiría que la echaran por mi culpa
-Me refiero a tu novia- me quedé helada -¿Elena se llama? ¿No?- ahora sí que no entendía nada –Se apareció por la mañana con la intensión de armar un escándalo…-
-¿Qué hizo qué?- ¿Qué mierda?
-Jazmín, no sé muy bien que pasó entre ustedes, pero esto es impermisible. No puedo permitir este tipo de escenas en la editorial…-
-Lo sé, lo sé… lo resolveré… Dios, esta mina está loca- me llevé las manos a la cabeza agobiada
-Eso espero, Jazmín… eso espero, porque a la próxima tendré que tomar medidas-
-No se preocupe, Mario… No volverá a ver el rostro de Elena por acá… se lo aseguró- y sin poder aguantar más esa situación salí de aquel lugar como quien lleva al diablo en el alma


Ahora estaba acá en mi oficina partiéndome la cabeza y culpándome una y mil veces ¿Cómo pude ser tan imbécil? ¿Cómo pude quedarme tanto tiempo al lado de una persona tan dañina como Elena?... Bueno, sí sabía la respuesta… y eso me aterraba
Era tan diferente, tan alegre cuando nos conocimos en la secundaria. Siempre llevaba una sonrisa en su rostro… ¿Cuándo fue que cambió? A lo mejor yo fui la culpable, yo y mi estúpida obsesión con el trabajo la llevaron a esto que era hoy… una mujer llena de inseguridades, miedos, desequilibrad mentalmente, débil… tan débil que temía que volviera a cometer una locura.
Tomé mi móvil y me quedé pensativa mirando la foto de contacto. Éramos las dos… tres meses antes de lo sucedido. Se nos veía felices ¿Qué nos pasó? ¿En qué momento dejé de amarla?
Llena de nervios estaba a punto de llamarla, cuando dos toques en mi puerta me hicieron detenerme. Iba a ignorarlo, pero volvieron a tocar y oí su voz… esa voz que era la única paz que tenía últimamente en mi vida
-Jaz… ¿Puedo pasar?-
Sonreí internamente al oír la dulzura de su voz. Florencia tenía la capacidad de derrumbar mis inmensos muros interiores con una sola mirada, una sonrisa, un gemido…
POV Flor
-Pasa- su voz sonó algo alejada, afectada ¿Qué demonios había pasado?
Siguiendo su orden abrí la puerta y ahí estaba ella, de pie delante de su escritorio, mirando al suelo pensativa, mientras que con una mano se rascaba la cabeza… estaba preocupada, la conocía… sabía que algo andaba mal con ella
-ey… ¿todo bien?- dije temerosa de su respuesta
-Ahora que te veo… sí- dijo mirándome con una sonrisa que me aflojó el alma. Gracias
Entré por completo aquella oficina y cerré la puerta con seguro tras de mí. Notaba en su mirada triste que necesitaba un abrazo, una caricia, mi apoyo…
-Jaz…- noté como una pequeña lágrima recorría por su mejilla -¿Qué pasó?-
-Elena… eso pasó- al oír aquel nombre mi cuerpo tembló como nunca del miedo. Tenía miedo a perderla, miedo a volver a ser rechazada por ella ¡No!
-Ah…- dije apartándome un poco y tratando de contener mis lágrimas. Ahí venía, ya tenía lista la puñalada… No llores, Flor… ella no es el centro del mundo. Si te deja podrás seguir adelante… no estoy segura de eso
Al parecer Jazmín notó mi temor en mis gestos, en mi mirada, y se acercó atrayéndome hacia sus brazos. Fundiéndonos en el más reconfortante abrazo. Dios, amaba el aroma a vainilla de su cabello.
-No es lo que piensas, amor- susurró para después dejar un beso en su pelo –No tengas miedo… no me voy a ir-
-Jaz… yo… tengo miedo- dije apartándome un poco para ver como sus ojos también estaba humedecidos. ¿Tan poco duraría esto?
-Lo sé… yo también los tengo… pero si de algo estoy segura, si algo me da seguridad en esta vida… sos vos… y esto tan lindo que tenemos…-
Respiré aliviada. La amaba, la amaba con locura, y lo confirmaba una y otra vez cada vez que me permitía perderme en el brillo de sus ojos
-Solo abrázame ¿Sí?- volvió a susurrar aferrándose a mi cuerpo con más fuerza –Solo necesito que me abraces- y apreté con fuerza su cuerpo, inundándome de su ser –Te amo- susurró robándome la más tierna sonrisa
-Yo también te amo, Jazmín. Te amo mucho- y besé su piel

Labios Compartidos (Flozmín)Where stories live. Discover now