Labios Compartidos (Flozmín)

Capítulo 28 "Cambiada"

Tras el encuentro casual con Jazmín en el ascensor fui directo al despacho de Vir. Ella estaba hablando por teléfono por lo que decidí esperar. Estaba enojada con ella y con Miranda por haberme dejado botada en aquel bar, con aquel chico. Tras unos segundos ella colgó y me sonrió
-¿Y, picarona? ¿Cómo te fue con ese maromo anoche?-
Fruncí el ceño -¡Lo tuyo y lo de Miranda no tiene nombre! ¡¿Cómo se atreven?! ¡Son unas hijas de puta!- dije molesta
-Eu, suave. Recuerda que soy tu jefa- me dijo entre risas
-Sí, pero en estos momentos no hablo con mi jefa. Estoy hablando con la mala amiga que me abandonó en aquel bar de mala muerte-le reproché dejándome caer en la silla que había frente a su escritorio
-Disculpa, pero vos estabas acompañada y muy bien acompañada- me dijo con una sonrisa pícara
-Esa es otra. Por culpa de vosotras me acosté con un chico que ni siquiera me gustaba-
-Eso no parecía anoche- dijo enseñándome su móvil
Lo tomé y había un montón de fotos, entre las que aparecía yo con aquel chico. Se nos veía bastante acalorados en casi todas. Y lo peor es que yo no recordaba nada. No sé beber, y eso es consecuencia.
-Se te ve bastante cómoda sobre su regazo. Pienso yo- me dijo quitándome el celular
Me llevé las manos a la cabeza y me dejé caer sobre el espaldar
-Ay, boluda, no recuerdo nada- le dije y ella me miró sorprendida –Ni siquiera sé su nombre-
-Creo que se llamaba Joaquín… no, no, Juancho… Juan, sí… dijo que su nombre era Juan- dijo pensando
-No me importa, Vir. No quiero volver a verlo. Pasé la peor de la vergüenzas al despertarme desnuda en su casa y no recordarlo siquiera- estaba muy avergonzada de lo sucedido
-¿Te acostaste con él?- asentí –Vaya, sos rápida, ¿Eh?-
-Cállate, boluda- le dije enojada –Y para colmo ahora…- me detuve al darme cuenta que estaba metiendo la pata
-¿Qué?- curiosa
-No, nada, nada- negué nerviosa
-No, ahora me decís, Florencia. ¿Qué?- insistió
-Ahora acabo de pasar la peor vergüenza de mi vida al tener que cambiarme delante de la señorita del Río en el ascensor- dije como si no significara nada
-¿De Jazmín?- frunció el ceño –Que raro ¿Y no te dijo nada?-
-No, ¿Por?- nerviosa
-No, es que ella normalmente es tan así… estirada. No me la imagino dejando que te cambies a su lado… le debes caer muy bien-
-No te creas- negué mirando al suelo
Sentí la mirada cotilla de Vir por un rato, hasta que decidió hacer la pregunta que tanto la había estado matando de curiosidad
-¿Por qué ella pidió tu traslado?-
Yo alcé la vista y mi voz titubeó. No sabía que contestar, por lo que solo me encogí de hombros
-Supongo que no le caigo tan bien cómo dices-
-No, no me parece eso… ¿Hay algo más?- insistió
-¿Algo de qué? Dios, Vir, basta- le dije levantándome enojada
-Ok, ok… es solo que quería saber... es que desde que te fuiste ella como que está actuando raro-
-¿Raro?- confundida
-Más de lo habitual, digo-
-¿Cómo de raro? ¿Por qué lo decís?-
-No lo sé, pero como que está más hija de puta que de costumbre. No habla con nadie, ni va al descanso como siempre hacía. Solo se encierra en su oficina y se pasa trabajando todo el tiempo. Está hecha una vieja, boluda-
-Sí, pero igual. No es que ella sea la más sociable- dije rodando los ojos
-Sí, pero como que en los últimos meses estaba mejor ¿Sabes? Hablaba con la gente, sonreía… incluso fue aquella fiesta ¿La viste?-
-Sí, me pareció verla por ahí-
-¿Ves? Ella estaba más sociable cuando vos estabas… y ahora no ¿Por qué será?- dijo Vir analizando mis gestos
-Ay, no sé, Virginia. No tengo ni idea- dije levantándome de la silla lo más rápido que pude
-Ajam… hazte la boluda vos- me gritó mientras yo salía de la oficina
Me senté en mi escritorio pensativa sobre lo que Vir me había dicho y tenía razón. Jaz estaba más apagada que nunca. De la mujer llena de ganas y vivaz que conocía al llegar solo quedaba su humor particular. ¿Sería por mi causa realmente?
Sacudí la cabeza tratando de no pensar más sobre el tema y me concentré en lo mío