Capítulo 55 "Marcas de amor"

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POV Flor
El sol había hecho su entrada por la ventana de nuestra habitación anunciando que había llegado el nuevo día.  Abrí lentamente mis ojos para encontrar a la mujer más hermosa del mundo, ¿Qué digo del mundo? ¡Del universo! A mi lado.  Dormía tranquilamente, con su espalda totalmente desnuda, indicando lo que recién habíamos vuelto a hacer.
Casi como por un instinto llevé mis dedos hacia su espalda, repasando aquellos pequeños relieves que había dejado la noche anterior con mis uñas. Sonreí al verlas, y junto  con el dolor en mis huesos, y miles de recuerdos para nada puros vinieron a mi cabeza.
Gemidos… gritos… caricias… la noche había transcurrido de esta forma. Jazmín dejándome saber con sus acciones lo mucho que me había echado de menos ¿Y qué mejor manera de dejar de extrañarme que con maratón de sexo?
Lo común sería decir el típico ¨Aún no recuerdo la última vez que tuve tanto sexo y orgasmos juntos¨, pero no podía. Cada noche con Jazmín del Río era igual de intensa.
Aún recuerdo al principio de nuestra relación: Los gritos de Lucía para hacernos callar, por eso nos tuvimos que ir del departamento, o mi cara de cansada todas las mañanas que provocaban la risa de mis compañeros, sobre todo de Miranda. Tenía que hacer magia para cubrir las marcas que dejaba en mi espalda, en mi cuello… Mientras que a ella pareciera no importarle. No escondía un chupón mío, o un arañazo, al igual que no le importaba lo que dijeran los demás.
.........
Un mes antes…
Habían pasado casi tres semanas desde que le había dicho que ¨sí¨ quería ser su novia. Desde entonces mi vida había dado un vuelco de 360 grados. No recuerdo nunca haberme sentido tan feliz, tan amada… sin duda Jazmín sacaba las mejores cosas de mi persona.
Dicen que cuando uno tiene sana el alma todo le va bien, y a mí Jazmín del Río me había sanado por completo.
Ese día como era ya una costumbre  fuimos juntas al trabajo, pero al entrar al ascensor y fijarme en su figura mis alarmas se encendieron al notar una marca en su cuello… era un chupón. Dios, ¡La van a ver! ¿No se dará cuenta?
-Jaz- dije acercándome
-¿Qué?-
-Ten- dije quitándome la bufanda que traía para colocársela a ella, la cual enseguida se quejó
-Ay, no, tengo calor, Florencia. A parte, es fea- dijo tratando de quitársela pero yo se lo impedí
-No, no es fea. A parte, no es para lindo o protegerte del frío-
-¿Entonces?-
-Mírate en el espejo- 
Jaz frunció el ceño y siguiendo mi orden se acercó al espejo que tenía como pared el ascensor
-¿El qué?- sin darse cuenta aún
-El cuello- le indiqué
Ella estiró su cuello de una manera tan sexy, o al menos eso pensé yo, a lo mejor lo hacía como el resto de las personas, pero para mí su forma era única.
Una sonrisa… en su rostro se dibujó la más victoriosa de las sonrisas al ver mi marca.
-Es hermosa- dijo observando su cuello –Es simplemente perfecta- Amaba su forma de ser –No la voy a cubrir- ¿Qué?
-¿Qué decís? Jazmín, te la pueden ver- dije insistiendo en ponerle la bufanda
-¿Y? Que la vean- dijo encogiendo sus hombros –A parte, alguien muy sabio me dijo que las marcas en nuestro cuerpo indican que el otro la estaba pasando verdaderamente bien- sonrió y no pude evitar hacerlo. ¿Era normal que en todo momento quisiera partirle la boca de un beso? Sí, era totalmente comprensible
-Estás loca-  susurré cerca de sus labios
-¿Ahora es que te das cuenta?- y me robó un delicioso beso


-Buen día, hermosa- susurró con voz adormilada
-Buenos días, linda- dándole un tierno beso
Jaz se estiró de una forma demasiado tierna. No le miento si les digo que la cosa más hermosa que he visto en mi vida es Jazmín del Río recién levantada, y más aún después de una noche de puro amor.
Tenía sus cabellos casi sobre su cara, y sus cachetes algo hinchados de tanto dormir, mientras que sus ojitos estaban más chinos que de costumbre. ¿Es legal tanta belleza?
-¿Qué me miras siempre?- dijo risueña pero sin despegarse de la almohada
-Lo mismo que vos me miras a mí. ¿O piensas que no lo he notado?- dije acariciando su cara. Era una costumbre ya que esta se despertara primero que yo y se pasara horas mirándome en silencio. Siempre la notaba, pero permanecía en silencio… recibiendo esos mimos por su parte que me mataban de amor –Te atrapé-
-Desde el primer día, Estrella, desde el primer día- dijo acercándose a mí para darme mi beso mañanero. Sabía muy bien a lo que se refería
De repente mi móvil sonó rompiendo el momento. ¡Realmente odiaba ese dichoso aparato!
Bufando enojada me acerqué a la mesita de noche para ver quién era…
-Es Vir- dije agotada y Jazmín volvió a caer agotada
-Ay, ¿No tiene horario esta mina?- protestó
-Jaz… - la regañé –La que no tenemos horarios somos nosotras. ¿Viste la hora qué es?-
Ella tomó su móvil
-¡¿Las 11?! ¿Cuánto dormimos?-
-¿Vos? Un montón, yo desperté hacer rato-
-Mentirosa-
-Bueno, un poco. Me desperté pero no me quise alejar de vos- dije acercándome para darle un beso pero nuevamente el maldito móvil
-Será mejor que contestes- me dijo separándose sin ningún tipo de ganas de mis labios
-Ok, será solo un segundo-
-Iré haciendo el desayuno, ¿Vale?- dijo colocándose aquella delicada y fina bata blanca que siempre usaba después de noches como esta
Estaba por llamar a Virginia, cuando el cuerpo de Jazmín volvió a caer sobre el mío, tirándome en la cama mientras me besaba ferozmente. Cuando el aire se hizo escaso se separó agitada y yo la miré un tanto sorprendida, a lo que ella sonrió
-Ahora sí… Buen día-
-Buen día-

Labios Compartidos (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora