Labios Compartidos (Flozmín)

Capítulo 13 "Torta de Chocolate"

El auto de Jazmín hizo su entrada en la cuadra de mi edificio. La miré de reojo en forma de despedida, necesitaba grabarme su cara para poder dormir bien esta noche. Ella lo notó como siempre y sonrió de medio lado.
-Ya llegamos- indicó frenando su auto a unos metros de la entrada de mi edificio, debido a que no había lugar donde aparcar frente a él
-Bueno- dije encogiéndome de hombros
-Bueno- repitió ella volteándose para verme mejor -¿Fue divertido? ¿No?-
-Entretenido- dije con una sonrisa coqueta en mi cara
Te juro que no lo hacía a propósito, pero no podía evitar el hecho de coquetear con ella en cada conversación que teníamos.
-¿Mañana hay que hacer algo especial?- pregunté emocionada. Quería más días como estos
-No, me temo que mañana voy a estar sumergida en un par de reuniones y vos tenés que terminar un proyecto- dijo agotada
-Ah, se me había olvidado ya. Me queda un montón-
-Lo sé. Vas atrasada- me dijo alzando una ceja
-Por tu culpa- le reclamé –Si no me hubieras llevado a tirar fotos estos dos días no estuviera atrasada-
-Lo sé. ¿Te arrepientes?- dijo con un tono burlón
-Nunca- sonrió satisfecha
De repente mi mirada se posó en la entrada de mi edificio y mi boca se abrió al ver  a Dani plantado ahí. Dios, este chico no se cansaba de joder. Jazmín notó mi cara de espanto y miró en la dirección hacia donde yo miraba. Asintió con la cabeza como dándome a entender que se había dado cuenta de todo
-Ah, el novio pesadilla ¿No? ¿Insistente el chico?- riéndose
-Ni que lo digas- bufé
-Dale, ve- me indicó
-Eh… ¿Vos te tenés que  ir a casa muy pronto? ¿Estás apurada?-
-No, ¿Por?-
-¿Querés ir a un bar conmigo? ¿Quizás una copa?-
Me miró sorprendida y muy pronto se dibujó una sonrisa en su rostro -¿Acaso me está usted invitando a una cita, señorita Estrella?-
En ese momento reaccioné alarmada
-No, no, no- dije llena de nervios –No, es solo que… no quiero enfrentarme a Dani y pensé que tal vez si pasara un rato lejos de casa se vaya-
-Lo de que se vaya lo dudo. El chico parece cabeza dura, pero lo de la copa te lo acepto… la necesito- dijo tomando el volante en la mano
-¿Tenés alguna idea de a dónde ir?-
-Sí, creo que conozco un buen bar- dijo y arrancó aquel auto
Llegamos a un bar un tanto moderno, las mesas tenían un diseño único y el ambiente era súper cool. Jazmín escogió una mesa cerca de la ventana la cual parecía bastante cómoda
-¿Te gusta?-
-Sí, es hermoso- mirando a mi alrededor
-Y tranquilo. Además sirven la mejor cerveza de la ciudad- dijo y hizo un gesto con la mano al mesero
El chico se acercó a nosotras y ella pidió dos cervezas
-¿Algo de comer?- me preguntó y yo negué –Tráeme una porción de torta de chocolate- indicó
Me sorprendió bastante ¿Cerveza y torta? No era algo muy común.
-¿Qué pasa?- dijo dándose cuenta de mi cara de sorpresa
-No es solo que… no te veía como una chica de torta con cerveza. Es algo raro ¿No?-
-¿Y cómo me veías? ¿Cómo una chica dura que toma whisky o ron?- dijo riéndose
-Puede ser-
-¿Y qué te gusta más? ¿Esta rara yo o la que te había imaginado?- dijo jugando con su tenedor
-Creo que la de verdad me gusta más- confesé mirándola directamente a los ojos
Un minuto de silencio se dio y sus ojos verdes analizaban mi rostro muy a fondo. Abrió la boca para decir algo pero sus palabras fueron cortadas por la mesera con su pedido. La chica le dejó sobre la mesa una fría cerveza y un apetitoso trozo de tarta de chocolate, la cual parecía que se derretía en su boca.
Se veía tan tierna y a la vez tan sexy comiendo aquella tarta que me volvía loca. Su lengua recogía cada chocolate sobrante que podía quedar en su boca, cosa que hacía mi garganta arder. Lo hacía casi inconsciente y yo sentía que mi entrepierna daba palpitaciones.
-¿Estás bien?- dijo alzando la vista. Se debió percatar de mi cara
-Eh… sí, sí. Es solo que, no sé, como que hace calor ¿No?- dije nerviosa y abanicándome con una propaganda que había sobre la mesa
Ella sonrió y continuó comiendo
-¿Estás segura de que no quieres?- me dijo alzando su cuchara con un trozo para mí
-No, no- dije aunque me moría por comer de su mano
-Dale, pruébalo- insistió moviendo más su cuchara hacia mí
Miré la cuchara y luego miré su boca, para luego alzarme un poco y comer aquel pedazo de tarta. Traté de hacerlo lo más lento posible, de una manera sexy y sensual. Tal parecía que estuviera chupando aquella cuchara. Pude ver como sus ojos miraban de una manera muy intensa mi boca y… ¡Bingo! Se remeneó en la silla de una manera muy extraña. Ella también sentía el mismo calor que yo en su entrepierna
Tras terminar mi espectáculo ella se quedó sin habla con su chuchara aun extendida y sus pupilas dilatas
-¿Qué te pasa?- dije volviendo a sentarme correctamente y limpiándome con la servilleta
Vi su garganta tragar en seco y sonreí de medio lado.
-No, no me pasa nada- dijo bajando la cabeza
-¿Vienes seguido a este lugar?- le pregunté
-A veces, cuando tengo ganas de comer un buen chocolate- dijo volviendo a su plato
-¿Te gusta el chocolate?- le dije aunque la respuesta era bastante clara
-Me encanta. Es mi sabor preferido- dijo risueña
Me mordí el labio. Era tan hermoso verla así… tan beba, que solo pensaba en limpiarle la boca a besos. Ya estaba claro que me moría por ella.
Nunca nadie me hizo sentir esto. Nunca vi a nadie sexy mientras comía… ni a Dani. Por dios, Daniel comiendo era un asco… parecía un cerdo, pero Jazmín no. Jaz parecía una especia de niña pequeña o una pequeña hadita que comía con gracia y delicadeza. Era perfecta.
De golpe salí de mis pensamientos al sonar su móvil. Dios, como odiaba ya su tono de llamada y al parecer ella también pues miró quién era y lo puso en silencio.
-Creo que deberíamos ir yendo- dijo alzando la mano para llamar a la chica
-¿Eh? Sí, sí- dije levantándome
Salimos y nos montamos en su coche
-Ahora me dejas en el parque queda cerca de mi casa- le indiqué
-¿Para qué?- dijo confundida
-Es que seguramente Dani está todavía ahí y no quiero…-
-Para, Flor. ¿Me estás diciendo que te vas a quedar hasta la madrugada solo para no ver a ese chico?- Dijo con un tono de sorpresa, pero de sorpresa mala -¿Qué sos? ¿Boluda?-
-Ey, no me digas así- dije un poco insulta
-Flor, tenés que dar la cara. Ser valiente. Este chico te va a seguir toda la vida si no acabas de cortar con él-
-Es que me da pena- dije triste y recostando la cabeza al asiento
Ella se quedó mirándome en silencio como analizando mis gestos
-¿Vos lo querés?- preguntó de una
Yo ni siquiera lo pensé y negué con la cabeza
-¿Entonces? Déjalo y listo. Y si te sigue acosando pues lo acusas, lo amenazas con un primo… no sé- me dijo dándome ánimos
-¿Tú crees que es lo mejor?-
-Acá no importa en lo más mínimo lo que yo piense. Lo que importa es lo que vos piensas… solo eso ¿Ok?-
-Ok- asentí y ella continuó su camino
Paró una cuadra antes de mi edificio y yo me bajé decidida a hablar con Dani, quien como era de esperarse estaba en la puerta plantado.