P.O.V Katniss
Despierto, no se que ocurrió, no recuerdo nada, ¿Cómo terminé aquí?... Es de noche. Escucho unos sonidos que provienen de detrás de mí. Volteo, con las esperanzas de encontrar a alguien, pero encuentro solo plantas y fauna. Estoy sola, completamente sola, ya no me queda nada, ni tampoco nadie...
Camino entre los árboles, es en este momento que se que me encuentro en un bosque, un bosque que nunca antes había visitado, un lugar irreconocible para mí, como la selva de Los Juegos del Hambre. Escucho a un hombre gritar mi nombre, no puedo reconocer la voz, ya que la escucho muy lejos, pero no dudo en seguirla... Comienzo a correr en dirección del sonido, y puedo ver a alguien sentado sobre un tronco, de espaldas a mí. Camino lentamente hacia su posición y me siento a su lado...
- Tu me dejaste sola - Le digo sin mirarlo
- Tenía que hacerlo Katniss... - Dice él también sin mirarme, es como si hubiera una pared entre nosotros.
- ¿Por qué? - Pregunto secamente, mirando al frente, como si alguna respuesta fuera coherente para mi.
- Porque tienes una familia que cuidar - Me contesta y una lágrima cae por mi mejilla izquierda.
- Podría haberte salvado - Le digo yo, casi como un reproche, no se si a mi misma o hacia él.
- No - Contesta - Habríamos muerto los dos..., y lo sabes... - Me dice y volteo a verlo, está triste, sus ojos están rojos por las lágrimas - Te amo Katniss, y esto es un "adiós" para siempre, cuida a Prim y dile que la extrañaré mucho - Me dice y se levanta, dejándome sola en el medio del bosque, sin darme la posibilidad de decirle un "Te amo", o de darle un último abrazo...
Despierto sobresaltada, y al instante me largo a llorar. Recuerdo que Peeta murió, y mi mundo se viene abajo espontáneamente, ¿No pude ser yo? No, tenía que ser él, la persona que me dio esa chispa de esperanza hace años ahora esta muerta, y la llama de felicidad que encendió en mí se fue con él...
Ese sueño que acabo de tener, pareció algo más que un sueño, siento como si Peeta realmente se haya querido despedir de mí a través de él, tal vez suene algo tonto e ilógico, pero así lo siento yo...
Miro a mi alrededor y me doy cuenta que estoy en un bosque, al igual que mi sueño... Me levanto y corro en la dirección en la que lo hice en el sueño, con las esperanzas de encontrar a Peeta sentado en ese tronco, pero no hay nadie, el tronco está allí, pero él se fue, y para siempre. Estudié sobre esto en la escuela, es muy probable que antes de desmayarme haya caminado por el bosque, y entonces quedó una imagen grabada en mi mente sobre el lugar...
Miro a mí alrededor, y busco señales de vida, pero no las encuentro. Comienzo a ver humo por encima de los árboles del bosque, eso significa que el tren está cerca... Comienzo a caminar, siento que mi cuerpo no puede moverse, no siento las piernas, ni tampoco los brazos. Choco contra las ramas diminutas de los árboles, que llegan a lastimar mi rostro... Finalmente llego al lugar del choque, no hay absolutamente nadie, solo manchas de sangre ¿De quién serán?
- ¡¿Finnick?!... - Grito y no recibo respuestas... - ¡¿Johanna?! - Grito pero tampoco recibo respuestas... - ¡¿Emma?! ¡¿Enobaria?! - Pregunto pero lo único que escucho es el eco de mi voz que se pierde en el bosque, por lo cual ni siquiera me gasto en preguntar por Demetria, ya que tranquilamente podría haberme escuchado antes, y no recibí ninguna respuesta...
Estoy perdida, no se en que dirección se encuentra el Distrito 13, no tengo a nadie que me ayude, no tengo comida ni agua para beber, no tengo el arco para cazar..., estoy sola en esto, y depende completamente de mí llegar al Distrito 13.
Comienzo a caminar en la dirección en la que el tren se encuentra. Hay una colina, es muy empinada, por lo cual decido simplemente seguir caminando derecho, no tengo fuerzas como para ponerme a subir colinas o trepar árboles, hay algo mal en mi, y me asusta la idea de que tal vez pude haber recibido un golpe fuerte durante el desacarrilamiento del tren.
Sigo mi camino mientras miro a mis alrededores para ver si encuentro a alguien vivo, pero hasta ahora, solo veo arboles y plantas. Siento que todo ya está perdido, se que no volveré a ver a Prim, ni a mi madre, ni a Peeta... Todas las personas que amo, se fueron...
Me siento en el suelo, sobre el cesped frío y verdoso, buscando una manera de volver atrás y evitar su muerte, intentando pensar que el tren no lo arroyó, buscando una forma de meter en mi cabeza que él está con vida, que sobrevivió, pero no es así. Él está muerto, y la mejor forma de hacerme entender eso, es repetirlo una y otra vez, por eso lo hago, «Él está muerto, y jamás volverá», repito una y otra vez en mi cabeza, hasta que queda grabado en mí mente.
Me largo a llorar, tapo mi cara con las manos, buscando contención, pero no la voy a encontrar en mis manos, lo necesito a él, pero ya no esta conmigl. Sin embargo, la persona que puso esas bombas en las vías del tren las va a pagar, esto no va a quedar así.
Decido caminar y no pensar más en Peeta, ni en mi madre, ahora mi prioridad es Prim, siempre fue ella, desde un principio, solo que no lo supe hasta ahora. Además, si pienso en frío, yo me ofrecí voluntaria para salvarla a ella, y si esa idea de las bayas no hubiese llegado a mi mente, puede que tal vez ahora Peeta estuviese muerto de todas formas.
El hambre comienza a invadirme repentinamente, no como hace un día, y no creo aguantar mucho más. Siento que mi cuerpo lentamente cae, intento caminar apoyándome en los árboles, trago saliva, y continúo caminando. De repente todo empieza a ser borroso, el sueño me invade y no puedo evitarlo. Quiero dormir, solo para intentar ver a Peeta una vez más. Puedo ver a alguien acercarse a mí corriendo, pero no se quien es, no puedo verle la cara en el estado que estoy. Me recuesto en el suelo y decido dormir, sin importar si aquella persona es un Agente de la Paz que viene a asesinarme, o un rebelde que se dirije al Distrito 13.
P.O.V Johanna
Mi cuerpo me duele, intento levantarme y no puedo, tengo a alguien encima mío, muevo mi cabeza lentamente y me encuentro con Finnick... Está desmayado, por lo cual comienzo a abofetearlo fuertemente...
- Oye... ¡Despierta! - Grito y se levanta sobresaltado.
- ¿Que? ¿Cómo? ¿Katniss? - Dice mientras mira hacia todas partes, yo no puedo evitar reír ante esto. Lo miro y él me mira, frunce el ceño y pone cara de asco...
- ¿Cual es tu problema? - Le pregunto pero el muy idiota no cambia su mueca.
- Es que... Tienes... - Me dice mirando mi mano, yo dirijo mi vista hacia ella y me desespero al instante. Tengo la muñeca torcida, ahora que la veo puedo sentir el dolor...
- Oh mierda - Digo muy desesperada, si bien soy una chica fuerte, siempre odié los esguinces y ese tipo de cosas, son una basura.
Dirijo mi mano izquierda a la derecha para moverla ya que tengo que acomodarla, en eso Finnick toma mi mano, deteniéndome. Yo lo miro y él me niega con la cabeza.
- Déjame a mi, será más fácil si lo hago yo... - Sugiere y yo asiento.
No puedo confiar en él, al menos no del todo, pero ahora es la única persona que tengo. Además, iba a hablar con él en el tren y no pude hacerlo, así que mejor lo hago ahora... Finalmente asiento con la cabeza y él toma mi brazo con una mano, y mi muñeca con la otra, yo no puedo evitar bufar, pero no por enojo, sino por dolor.
- Lo siento - Dice él al notar que me está doliendo.
- Solo... Hazlo - Sugiero yo mientras miro con dolor mi mano, sabiendo lo que va a pasar ahora...
En un solo movimiento Finnick arregla mi muñeca y yo hago un grito de dolor impresionante, se escucha en todo el bosque... Finnick aprieta con fuerza mi muñeca para que me acostumbre al dolor, y una lágrima cae por mi ojo izquierdo... Finnick deja de apretar y lo miro a los ojos unos segundos. En ese momento recuerdo algo que ocurrió en los Juegos: estamos Majara, Voltios, Peeta, Katniss, Finnick y yo en la Cornucopia, limpiándonos la sangre que teníamos encima... «¿Lluvia de sangre?», me pregunta él, «¿Como lo sabes?», le digo yo con una sonrisa, y de repente vuelvo al bosque en el que estamos ahora... Sonrío al recordar esto, porque se que es real, pero hay algo que no termina de cerrarme.
- ¿Quieres un poco? - Me pregunta, sacándome de mis pensamiento, y me trae unas frutas que seguramente deben ser del tren...
- Claro, gracias - Le digo yo sonriendo. - ¿Que sucedió? - Digo y Finnick me mira, aprieta los labios y se encoje de hombros...
- No lo se, solo recuerdo que descarrilamos por las bombas... - Dice él y yo suspiro.
- Oye Finnick... - Le digo mientras me acerco un poco más a él - Quería pedirte perdón por haberte golpeado en el hospital... Aún no se quien eres, pero se que puedo confiar en tí, no del todo..., peeo se que puedo hacerlo - Le digo y el me sonríe.
- Puedo ayudarte a recordar si quieres... - Me dice y yo niego con la cabeza.
- No Finnick - Contesto - No quiero recordar, cada cosa que pienso se distorsiona y hacen que te vea de otra manera, no quiero recordar nada... - Le digo y puedo notar que se entristece - Quiero que volvamos a ser lo que eramos antes, si es que todo es cierto, pero empezando desde cero - Agrego y él sonríe...
No se que siento por Finnick, tengo una rara mezcla de sentimientos. Siento cariño, odio, lástima, y..., amor. Pero no quiero ver a Finnick de otra manera, ya tengo suficiente con este problema de que quiero asesinarlo...
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Capítulo nuevo :) Bueno, espero que les guste :D Es muy probable que sigan con el tema de la muerte de Peeta, así que desde ahora aclaro que ya está, que está muerto. Gracias a los que leen, comentan y puntúan la historia :) Nos leemos :D Si, este capítulo es extremadamente corto, pero igualmente pienso que está bueno. Quiero aclarar desde ahora que amo Johannick (Si, les puse nombre), me encanta la pareja que hacen Johanna y Finnick, aunque eso no siginifica que vayan a terminar juntos.