Voluntarios (Los Juegos del H...

By HijackedPeetaD12

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En Panem, hace 74 años, se perdió una Rebelión que marcaría el destino de 24 jovenes de entre 12 y 18 años, p... More

Capítulo 1: La Cosecha
Capítulo 2: El Tren
Capítulo 3: El Desfile de Tributos
Capítulo 4: El Entrenamiento
Capítulo 5: Las Entrevistas
Capítulo 6: Comienzan Los Juegos
Capítulo 7: Alianzas
Capítulo 8: Traición
Capítulo 9: "El Gran Final..."
Capítulo 10: Sentimientos
Capítulo 11: Regreso a Casa
Capítulo 12: La Cena
Capítulo 13: Visitas Inesperadas
Capítulo 14: Esto No Es una Broma
Capítulo 15: Comienza el Tour
Capítulo 16: El Distrito 1
Capítulo 17: El Distrito de los Profesionales
Capítulo 18: Convenciendo al Distrito 3
Capítulo 19: Finnick Odair
Capítulo 20: Johanna Mason
Capítulo 21: Distrito 11 y... ¿Hogar dulce hogar?
Capítulo 22: Asuntos Pendientes
Capítulo 24: Altibajos
Capítulo 25: La Cosecha de un Vasallaje
Capítulo 26: Camino al Capitolio
Capítulo 27: Reencuentro
Capítulo 28: Buscando Aliados
Capítulo 29: Noticias Inesperadas
Capítulo 30: Entrevistas... ¿Y Algo Más?
Capítulo 31: No es ningún idiota
Capítulo 32: Comienza el Vasallaje
Capítulo 33: Las Victimas del Baño de Sangre
Capítulo 34: Una Mala Sorpresa
Capítulo 35: El Reencuentro
Capítulo 36: La Busqueda
Capítulo 37: La Emboscada
Capítulo 38: El Plan de Beetee
Capítulo 39: Descubriendo la Verdad
Capítulo 40: El Distrito 13
Capítulo 41: Alguien En Quien Confiar
Capítulo 42: Te Lo Prometo...
Capítulo 43: No Quiero Olvidar
Capítulo 44: El Sinsajo
Capítulo 45: La Charla
Capítulo 46: Noticias
Capítulo 47: Explicaciones
Capítulo 48: Cenizas
Capítulo 49: El Video
Capítulo 50: El Rescate
Capítulo 51: Saldremos de esta
Capítulo 52: Secretos Descubiertos
Capítulo 53: Tenía que hacerlo
Capítulo 54: ¿Qué Sucedió?
Capítulo 55: La Cabaña
Capítulo 56: Confianza
Capítulo 57: Reencuentro
Capítulo 58: Regreso
Capítulo 59: Fracasé
Capítulo 60: Un Nuevo Comienzo
Capítulo 61: Estoy Aquí...
Capítulo 62: Reunión Interrumpida
Capítulo 63: Una Visita Inesperada
Capítulo 64: La Primera Propo
Capítulo 65: El Escuadrón 451
Capítulo 66: Los Distritos 1 y 2
Capítulo 67: Comienza La Rebelión
Capítulo 68: Comienza la Misión
Capítulo 69: Infiltración
Capítulo 70: Comienzan los 76º Juegos del Hambre
Capítulo 71: Impensable
Capítulo 72: Caminos Separados
Capítulo 73: La Advertencia
Capítulo 74: Los Paracaídas
Capítulo 75: Los Juegos Se Terminaron
Capítulo 76: Sin Ti
Capítulo 77: ¿Real o No Real?
Capítulo 78: Podría Ser Peor
Capítulo 79: La Ejecución
Capítulo 80: De Regreso al 12
Capítulo 81: Reconciliación
Capítulo 82: Visitando a una Amiga
Capítulo 83: De Regreso a la Rutina
Capítulo 84: Un día Hermoso
Capítulo 85: Cumpleaños
Capítulo 86: Una razón más para sonreír
Capítulo 87: Nuevos Vecinos
Capítulo 88: Promételo
Capítulo 89: Recordando el Pasado, Viviendo el Presente, Formando el Futuro
Epílogo
Agradecimientos
Posible Segunda Parte

Capítulo 23: De Mal en Peor

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By HijackedPeetaD12

P.O.V Peeta

Por fin Katniss cedió y pudimos llegar un acuerdo, que por mi parte, era muy lindo, dormiríamos en la misma cama, como antes. Nos acostamos y puedo escuchar a Katniss sollozar, luego de un rato la escucho decir un "Perdóname", estoy a punto de contestarle, pero ella al instante vuelve a hablar, diciendo "Yo también te amo Peeta", claramente está soñando. No entiendo porque, pero esas palabras, más allá de que hayan sido parte de un sueño, siento que me las dijo a mí, suena raro y tal vez no se entienda, pero es lo que yo siento. A la mañana siguiente me levanto y tengo a Katniss durmiendo a mi lado todavía, ya no está de espaldas a mí, por el contrario, está mirándome, lo cual me gusta, me hace recordar a los momentos en los que estabamos bien. Comienzo a mirarla, a apreciarla. Empiezo por sus ojos, que aunque están cerrados, yo se perfectamente como son, luego bajo a sus labios, los extraño tanto, ni siquiera pasó un día y no puedo aguantar esas ganas que tengo de tirarme encima de ella y besarla... Podría continuad observándola, pero algo me interrumpe, no es la madre de Katniss, no es Gale, no es Haymitch, Effie ni tampoco Prim. Es la misma Katniss la que no me deja continuar apreciándola. Puedo notar que su mano se posiciona bajo la mía, están solo tocándose, por lo cual no me es difícil sacar mi mano de la suya, pero yo no quiero hacerlo. Comienzo a hacerle caricias en su mano, caricias que suben por su brazo hasta llegar a su rostro, con mi pulgar le acaricio la mejilla, esta muy dormida, por lo cual no me preocupa que se despierte...

- Perdóname tu a mí - Le digo antes de separarme de ella y levantarme de la cama.

Abro la ventana y la arropo con la frazada, ya que ella está completamente destapada, y un aire muy frío entra desde afuera. Busco mi ropa interior, tengo mucho sueño todavía para buscarme ropa, bueno, la poca que me queda, ya que yo traje ropa para solamente una semana a la casa de Katniss, y luego, cuando mi casa se incendió se quemaron mis prendas también, aunque supongo que debo tener algo en la casa de la Aldea de los Vencedores, no me queda muy lejos, unos veinte metros. Decido llevarme solo los boxers y una toalla al baño, luego buscaré lo demás. Me dirijo al baño, toco la puerta para asegurarme de que no hay nadie, entro, abro la ducha con el agua caliente y me meto bajo el agua. Miles de pensamientos dan vueltas en mi cabeza. Estoy muy confundido, por una parte quiero hablar con Katniss, y por otra no. Por una parte quiero escuchar su voz hablándome y diciéndome "Te amo", y por otro lado no quiero. Quiero sus abrazos, pero por otra parte, la quieri... Pero no aguanto, la necesito conmigo, necesito su positivismo, sus ganas de salir adelante, sus preocupaciones, sus problemas, que también son míos... La necesito, pero no va a ser tan fácil que la perdone, yo la amo, pero lo que hizo es muy difícil de perdonar. Salgo del baño, con solo una toalla, y entro en la habitación para cambiarme, Katniss ya no está acostada, por lo cual no me preocupa. Me saco la toalla, dejándola caer al suelo, estoy por ponerme mis boxers cuando escucho el pomo de la puerta, al instante intento tomar la toalla del suelo pero no lo logro.

- Lo siento, no sabía que te estabas cambiando - Me dice Katniss avergonzada y tartamudeando, por suerte yo estoy de espaldas y no de frente a la puerta, aunque en realidad la situación no me incomoda mucho a mí, solo me está viendo el trasero, pero al parecer a ella si, está muy sonrojada.

- Está bien - Le respondo secamente mientras ella cierra la puerta, aún de espaldas. Ni bien lo hace, tomo mis boxers de color gris y me los pongo - Ya puedes pasar - Le digo sabiendo que está del otro lado de la puerta todavía.

No me molesta en lo absoluto que Katniss me vea en ropa interior, ya lo hizo una vez cuando estabamos en el Tour de la Victoria, en ese entonces me incomodaba un poco, pero pierdo la vergüenza muy rápido si de eso se trata. Al parecer a Katniss le cuesta un poco más perder la vergüenza, ya que trata de no mirarme, tal vez porque estamos peleados, o tal vez por vergüenza. Definitivamente es porque tiene vergüenza... Cada vez que voltea hacia mí, baja su rostro a mi abdomen, luego a mis boxers, y al instante retira su mirada de allí. Volteo para buscar ropa, quedando de espaldas a ella, y se que me está mirando, no se como, pero lo se. Me dirijo al armario, y Katniss hace lo mismo, ya que ella va a bañarse, con la diferencia de que ella se lleva absolutamente todo. Toma una remera blanca con escote en la espalda, y una pollera floreada. Se retira y yo sigo en ropa interior, sin encontrar absolutamente nada. Me quedo buscando ropa hasta que encuentro unos jeans y una remera negra con escote en V. Me cambio y bajo, Katniss aún está bañándose. Voy a la cocina y están la mama de Katniss y Effie.

- Buenos días señora Everdeen, buenos días Effie - Les digo mirando a cada una.

- Buenos días Peeta - Me dicen al unísono - ¿Cómo dormiste? - Acota la madre de Katniss

- Oh bien, gracias por preguntar... ¿Y usted? - Le pregunto mientras me sirvo un vaso con agua

- Bien, muy bien... - Me dice sonriéndome, a lo que yo sonrío también. Katniss tiene su sonrisa...

- ¿Dónde están Gale y Haymitch? Prim sigue durmiendo ¿No es así? - Pregunto esperando que me diga "Gale se fue a su casa".

- Gale se fue a su casa esta mañana - Me dijo Effie... No puedo evitar sonreír ante este comentario - Y Haymitch fue a comprar algo al Quemador. Y si, la pequeña Prim sigue durmiendo... - Agrega y yo sonrío.

- Voy a la sala, si necesitan algo me avisan ¿Si? - Les digo a Effie y a la madre de Katniss, que están cansadas de escuchar eso de mí, por lo cual solo asienten.

Estoy yendo a la sala y veo a Katniss bajar por la escalera. Me quedo congelado y atónito, está muy hermosa, en realidad no tiene nada nuevo, es solo que nunca la había visto con esa remera y esa pollera, además de tener una coleta de caballo hecha en el pelo en lugar de la trenza que usa siempre le sienta muy bien, no pude evitar sonreír, cuando Katniss lo nota desvío la mirada y sigo caminando, creo que se desilusionó, al parecer pensó que le hablaría o algo por el estilo. Me siento en el sofá, ese sofá donde el maldito de Gale durmió. Me quedo así hasta que una hermosa chica de ojos grises y cabello negro se sienta a mí lado, una chica a la que no puedo hablarle aunque así lo quiera. Puedo sentir sus ojos clavados en mí, no me incomoda, por el contrario, creo que es mejor así, el hecho de que no le hable no significa que lo haga para parecer una mala persona o hacerla sentir mal, solo quiero que ponga las cosas en claro, yo no voy a dar el primer paso, ella fue la que estaba a punto de besarse con Gale, no yo... Tomo una revista y finjo leerla, ignorando, o mejor dicho tratando de ignorar a Katniss, ya que me cuesta mucho, las ganas de hablarle me están derrotando y no aguanto más lo que nos está pasando. La pelea que tuvimos en el tren fue más larga que esta, duró unos dos días, pero no fue tan fuerte como la que tuvimos ayer... ¿Acaso no podía pasarme esto durante el Tour? Pero no, la suerte nunca estuvo ni estará de mi lado, murieron mis padres, me peleé con Katniss, Snow quiere matar a la chica que amo, o amaba, no lo se con certeza, y estoy seguro que también quiere matarme a mi, no tengo a nadie con quien hablar mas que con la señora Everdeen y Effie, se que a Haymitch no le interesa en lo absoluto lo que pase entre Katniss y yo, por lo cual no lo tomo en cuenta, y no puedo hablar con Prim sobre esto, es una niña, tiene solo 13 años. Nos quedamos así hasta que la madre de Katniss nos pide que pongamos la mesa...

P.O.V Katniss

Estoy perdida en mis sueños hasta que mi mente me dice "Despierta Katniss, despierta", y no tuve otro remedio más que abrir los ojos. Peeta ya se había despertado, puedo sentir su olor en las sabanas, es embriagador, no se que es a lo que huele, pero me encanta... Me siento en la cama, aún medio dormida, y recuerdo el sueño que tuve anoche, me es imposible no cerrar los ojos pensando en eso, fue hermoso, no los cierro en señal de excitación, sino expresando felicidad... Recuerdo que luego tuve un sueño donde Peeta me decía "Perdóname tú a mí", fue tan real, tengo que dejar de pensar en eso o tendré un colapso emocional en cualquier momento... Tengo que bañarme, bajar y ayudar a mí madre con la comida, pero la verdad es que no tengo fuerzas para hacerlo, en realidad es que no tengo ganas, pero la voy a ayudar de todos modos, ella no es la culpable de lo que está pasando... Voy a la puerta de mi habitación y puedo escuchar que alguien está usando la ducha, seguramente es Peeta, por lo cual voy a la habitación de mi madre para ver si había despertado, veo unas prendas tiradas en el suelo y las levanto, mi mamá ya despertó y supongo que está abajo... Vuelvo a mí habitación y al entrar veo a Peeta completamente desnudo, para mí suerte está de espaldas.

- Lo siento, no sabía que te estabas cambiando - Le digo mientras cierro la puerta, avergonzada y totalmente ruborizada.

- Está bien - Puedo escuchar desde el otro lado de la puerta. La verdad es que Peeta tiene un físico excepcional, tiene unos brazos muy fuertes, una espalda ancha, un abdomen bien trabajado, y con lo que diré ahora sonaré como una pervertida, pero tiene un trasero perfecto... - Ya puedes pasar - Escucho desde el otro lado de la puerta y vuelvo a la realidad.

Entro, un poco más calmada ya que Peeta está vestido, bueno, solo un poco, ya que entro y lo veo únicamente en boxers. No puedo evitar mirarlo, mi mente no quiere, pero mi cuerpo sí. Poso mis ojos sobre su abdomen y luego sobre su boxers, y al instante desvío la mirada a otro lado. Peeta se dirije al armario, justo donde yo tengo que ir, va a pensar que lo estoy acosando o algo por el estilo. Mientras me dirijo a buscar ropa, mi cuerpo me vuelve a jugar una mala pasada, miro a Peeta otra vez, más especificamente el trasero, que al ser tan grande hace que sus boxers le vayan un tanto apretados, lo que es muy sexy... Maldita sea, esto ya se me está yendo de las manos, por lo cual simplemente tomo una remera blanca con escote en la espalda, y una pollera tiro alto floreada, ya que es lo primero que veo, además de mi ropa interior. Me voy a bañar, tardo tan solo unos diez minutos, mientras me ducho solo pienso en Peeta, en mis sueños y en lo que acababa de pasar, fue muy raro, yo no soy de esas chicas que les gusta ver a los hombres, pero esta vez me gustó... Termino de bañarme, me cambio y me hago una coleta de caballo alta, como mi madre hizo el primer día del Tour de la Victoria, me quedé fascinada con ese peinado, es muy simple y es hermoso, además de que me toma menos tiempo hacerlo. Me dirijo a la escalera, cuando estoy bajando me cruzo con Peeta, el me ve y se quedó quieto, puedo notar que sonríe, pero al instante desvía la mirada y se va, ¿Y ahora que hice? Voy a la cocina con mi madre, también está Effie.

- Buenos días Effie, buenos días mamá - Les digo mientras les doy un beso en la mejilla a cada una.

- Buenos días chiquita - Me dice Effie - Te ves muy bonita hoy - Acota, a lo que yo sonrío.

- Gracias - Le digo y aprieto los labios - ¿Necesitan algo con la comida? - Les pregunto y ambas niegan con la cabeza. Suspiro y decido ir a la sala.

Camino y ahí está Peeta, sentado en el sofá. Parece pensativo. Me siento a su lado y no le saco los ojos de encima, quiero hablar, quiero al menos sentir que sus ojos me ven, en algún momento tendrá que desviar la mirada, pero no lo hace. Toma una revista y se dedico a leerla, ignorándome completamente, me rindo y desvío yo la mirada hacia el lado contrario donde él se encuentra, apoyo mi codo sobre el sofá, y mis labios sobre mis nudillos, tapándome así la boca. Pasa un buen rato y llega mi madre, para pedirnos que pongamos los platos y demás cosas en la mesa. Nos levantamos y voy a buscar los platos, Peeta toma los vasos y los cubiertos, ponemos cada cosa en su lugar, yo tomo la jarra con jugo y la pongo en la mesa, terminamos y me siento. Alguien toca la puerta, me paro al instante y prácticamente corro a ver quien es.

- Hola asesina de manteles - Me dice Haymitch. Yo solo lo abrazo y lo ayudo con las bolsas, trae varias cosas encima, vaya a saber Dios que compró en el Quemador. - Gracias - Me dice refiriéndose a lo de las bolsas, yo solo le sonrío.

- Ven, siéntate - Le digo a Haymitch mostrándole una silla para que se sentara a comer.

Me siento y esta vez fue igual que la de ayer, Peeta y yo no hablamos en ningún momento, lo único que hacemos es mirarnos, y las pocas veces que lo hacemos, lo hacemos con tristeza... Así transcurre todo, sin hablar, solo miradas, y no muy lindas. Terminamos de comer y me levanto para lavar los platos.

- Señora Everdeen, tengo que irme, ayudaré a Katniss con esto y luego saldré... - Escucho decir a Peeta. Yo estoy lavando los platos, por lo cual me encuentro de espaldas, pero estoy muy atenta.

- Oh bueno, ¿Cuándo vuelves? - Le pregunta mi madre

- Em, ese es el problema... No voy a volver - Responde él y con estas últimas palabras que dice se me cae el plato que tengo en la mano, rompiéndose en quien sabe cuantos pedazos. Al instante me volteo y lo miro con tristeza, casi rogándole que se quede...

- ¡Katniss tu brazo! - Me grita Peeta mientras rompe una parte de su remera y la ponía en mi brazo, tengo un corte muy grande, no es profundo, pero es grande, ni siquiera noté que me corté... - ¡Traigan algo, esto no va a servir! - Le dice él a mi madre para que busque algo un poco más grande.

Me estoy mareando, estoy perdiendo una cantidad importante de sangre, casi nunca me lastimo de esta manera, siento que me caigo al suelo, y lo último que recuerdo son los ojos de Peeta y su boca nombrándome, luego de eso, todo se vuelve oscuro y borroso. Despierto y mí madre está a mí lado, ya anocheció, supongo que me quedé dormida un par de horas...

- ¿Y Peeta? - Le pregunto ni bien mi boca se permite a sí misma hablar.

- Él se fue Katniss, pero no te preocupes, dijo que volvería en unos meses, esta viviendo en la panadería, dijo que tenían una habitación allí, él... Dijo que necesita estar lo más lejos posible de ti... - Me dice y con esto se me destroza el corazón...

- ¿Cuánto tiempo me desmayé? - Le pregunto mientras me siento en la cama...

- Unas horas, cinco para ser más exacta... Peeta te estuvo cuidando hasta hace unos veinte minutos, cambió tus gasas, y desinfectó la herida... Tuvo que irse por el horario no permitido - Me dice sonriéndome, dándome a entender que en realidad no está tan enojado como yo pienso.

- Y yo no pude agradecerle... Soy una idiota. - Digo mientras pongo mis manos en mi rostro.

- No es tu culpa Katniss, él se habría quedado, pero los Agentes de la Paz lo habrían ejecutado si se iba mas tarde y lo encontraban en la calle... - Me dice, al parecer no entiende lo que quise decir.

- No me refería a eso madre, me refiero a que si yo no hubiese hecho lo que hice con Gale tal vez él se hubiese quedado... Soy una estupida - Le explico, conteniendo las lagrimas. Mi madre me abraza y me hace círculos en la espalda con su mano, acariciándome. - Mamá, quiero estar sola, ¿Te importaría? Necesito pensar - Le digo, y ella solo me sonríe y se retira.

Peeta se quedó conmigo y me cuidó, es exactamente por este tipo de cosas que estoy segura de que no lo merezco, estamos completamente peleados, y él se sigue preocupando por mí, sigue cuidándome, simplemente él siempre está para mí, sin importar nuestra situación... Lo amo y lo perdí, soy la peor persona del mundo, no puedo echarle la culpa a Gale por esto, yo fui la idiota que se acercó y que estaba a tan solo unos centímetros de su boca. Me acuesto a dormir, estoy agotada, y la verdad es que no tengo ganas de cenar, ni aunque me trajeran la comida a la cama sería capaz de meterla en mi boca y tragarla.

Despierto no no muy temprano, y como siempre, voy a bañarme, ahora cada vez que entro a la habitación recuerdo ese momento vergonzoso que tuve con Peeta, no podía evitar sonreír y entristecerme al mismo tiempo... Salgo del baño y me dirijo a la habitación, cierro la puerta, dejo la toalla en la cama, y empiezo a cambiarme, me pongo mi ropa interior, estoy por ponerme mis pantalones cuando escucho un ruido proveniente de la puerta y volteo asustada, la puerta está entreabierta, y Gale está asomado mirándome. El pánico me invade completamente, no se que hacer, no se si fingir no haberlo visto, o correr a la puerta y cerrarla con pestillo, estoy muy asustada y paralizada, seguramente Gale se dio cuenta que lo vi, por lo que corro hacia la puerta y la cierro con pestillo. Mi corazón late a mil por hora, y estoy segura que debo estar muy pálida. Me visto con una remera de color verde, una polera del mismo color, que cubre mi cuello, unos pantalones de color negro, y unas botas de color café. Me fijo por la cerradura si Gale sigue parado allí, para mí suerte no está. Salgo de la habitación lentamente y bajo con miedo, se que mi madre está abajo, ¿Pero ahora que es lo que voy a hacer? Gale sabe que lo vi observándome, y no creo que lo haya hecho tan solo para pasar el rato... Cuando comimos el se sienta delante de mí, justo del otro lado de la mesa. Puedo sentir que me toca los pies con los suyos, al instante levanto la mirada y puedo ver una expresión un tanto pervertida...

- No tengo hambre - Digo levantándome de la mesa muy asustada y con la respiración agitada - Saldré a caminar - Le digo a mí madre, ella solo asiente, está un poco sorprendida, yo no actúo nunca así, me sorprende que no note que algo raro me pasa. Salgo afuera y respiro hondo... Me aseguro que Gale no me siga, mirando por la ventana de la casa para asegurarme que aún está sentado comiendo con los demás. Voy al Quemador, el único lugar donde está repleto de personas siempre, me siento segura en ese lugar. Entro y me siento a pensar lo que acaba de pasar en mí casa. Fue horrible, lo peor es que Peeta se fue, y seguramente mi madre querrá que Gale duerma conmigo, pero ¿Cuál es la diferencia? Si duerme en el sofá puede subir las escaleras, es lo mismo, no hay diferencia, sigue estando bajo el mismo techo.

- Katniss ¿Que haces aquí? - Escucho decir una voz masculina que me tranquiliza completamente.

- Oh Peeta, que suerte que te veo - Le digo mientras me paro para abrazarlo... El ni siquiera se mueve. Lentamente nos separamos, ya que noto que no corresponde el abrazo.

- ¿Cómo está tu brazo? - Me pregunta sin interés alguno, o eso es lo que está mostrando.

- Mejor, gracias por preguntar... Mi madre me dijo que te quedaste cuidándome y desinfectando la herida. - Le digo con una pequeña sonrisa.

- Sí, estabas muy mal, no era profunda, pero era muy grande, estabas perdiendo cantidades grandes de sangre. - Me dice sin hacer absolutamente ninguna expresión, ni siquiera un intento de sonreír, nada... - Y dime ¿Por qué estas aquí? - Me pregunta. No puedo decirle lo de Gale...

- Oh nada, solo... Quería salir un rato - Le digo mientras respiro hondo, esperando que se crea mi mentira, cosa que será muy difícil

- Mientes muy mal Katniss, dime que pasó... - Me dice casi en una orden, estoy obligada a decirle la verdad.

- Es que... Bueno, verás... Gale volvió a la casa, y no quiero verlo - Le digo, mintiéndole otra vez.

- ¿Segura? - Me pregunta un tanto convencido, por lo cual asiento y sonrío - Bueno, en ese caso, me tengo que ir Katniss, adiós - Me dice y ni siquiera me besa en la mejilla, no hace absolutamente nada.

- A.. Adiós... Le digo en un tono casi inaudible.

Y así me quedo sola en el Quemador también. No quiero volver a casa, tengo mucho miedo, pero no puedo quedarme en el Quemador para siempre. Me encamino por las calles nevadas hasta mí casa otra vez, esperando que Gale ya no esté. En el camino puedo ver muchos Agentes de la Paz, cada día son más, y las cosas empeoran, hay muchas ejecuciones, muchas casas quemadas, y puedo oír que hablaron algo del Quemador también... Vaya a saber Dios que es lo que van a hacer. Llego a casa y hay mucho silencio.

- ¿Mamá? ¿Prim? ¿Haymitch? ¿Effie? - Pregunto, pero nadie me responde - Perfecto - Digo con un tono de satisfacción.

- Si... Perfecto... - Escucho una voz que me hace estremecer al instante...

- ¿Que quieres Gale? - Le pregunto en un tono furioso, casi hasta dramático, mientras camino lentamente a la escalera sin voltear, no quiero sacarle los ojos de encima.

- Nada Kat... Solo quiero conversar contigo por lo de hoy - Me dice dedicándome una sonrisa un poco perversa, mientras yo con mi mano izquierda busco el baranda de la escalera.

- Bueno... Ahora no puedo... - Le digo y en ese momento puedo agarrar la baranda - Que te parece si lo hablamos luego - Agrego y salgo disparada escaleras arriba.

Gale está persiguiéndome, me tropiezo en la escalera y caigo de rodillas, me duele mucho, y lo peor es que esto a Gale le es suficiente para alcanzarme... Lo tengo encima mío, el miedo está recorriendo cada zona de mi cuerpo, y mi corazón está muy agitado. Comienza a hacer movimientos bruscos sobre mí, hacia delante y hacia atrás, haciendo que su intimidad roce con mi piel, solo agradezco que tenga los pantalones puestos... Gale me toma de los hombros y me hace girar para que quedemos cara a cara. Al voltearme con tanta fuerza mi cabeza da contra el borde de un escalón. Comienza a tocarme los muslos, yo solo lloro y le ruego que no me haga nada, cosa que es inútil, Gale parece estar cegado por su locura. Comienza a sacarse el cinturón y yo estoy preparándome para lo peor. Tocan la puerta, siempre me alegro de escuchar ese ruido, hoy más que nunca.

- Quédate aquí, yo abriré, si intentas algo, te irá muy mal... - Me susurra al oído con mucha ira. Yo solo asiento - Sécate esas lagrimas - Me ordena y yo así lo hago.

Se dirije a la puerta mientras se abrocha el cinturón.

- Hola Gale, ¿Esta Katniss? - Le pregunta... ¡Peeta! No puedo hacer nada, si salgo me arriesgo a que le haga algo a él y a mi.

- No, no comió hoy, dijo que saldría y aún no volvió - Le dice de una manera muy creíble, solo espero que Peeta intente entrar.

- Bueno... Dile... Dile que vine a verla ¿Sí? - Le pide un tanto desconfiado...

- Claro, yo le avisaré... - Le dice Gale mientras cierra la puerta y yo al instante entro a llorar.

Se acerca a mi otra vez, desabrochando su cinturón nuevamente. Está gachándose y mi mente me dice que lo golpee. Así lo hago, le doy un rodillazo en la entrepierna, el solo dirije sus manos allí y yo corro a mi habitación. Estoy a punto de cerrar la puerta pero Gale la empuja, él me gana en fuerza, por lo cual se mete en la habitación sin ningún problema y cierra con pestillo la puerta. No puedo creer lo que está por pasar... Gale Hawthorne, mi ex-novio, quiere abusar de mi...

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Holi, capítulo nuevo, espero que les guste :-) Muchas gracias a los que leen, comentan y puntúan la historia :D Nos leemos

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