Narrador omnisciente
Desde aquel día, la relación entre Manu y Martín había empeorado cada vez más, al punto de que se podían llegar a gritar en clase de una esquina a otra.
Por otro lado, Coco ya se había integrado al pequeño grupo de Manu y Juan, los tres ya se consideraban amigos y hacían de todo juntos, y es que cuando se juntaban no paraban de reír y bromear, lo cual a Martín no le daba mucha gracia.
Ya estaban a mitad de año, a Manuel y a sus amigos les había ido muy bien en todas las pruebas, trabajos y demás.
A Martín le iba excelente en el fútbol, era el mejor de todos y ya tenía un par de copas en su estante de la habitación, aunque no se podría decir lo mismo de sus notas, no eran ni buenas ni malas, eran regulares.
Con el Seba se la pasaban celebrando cada partido ganado contra el otro equipo e incluso contra los de otras academias.
Cuando era hora de dormir, cada noche le restregaba por la cara sus premios a Manu presumiendo, para Manu cada ves era mas insoportable.
Hubo un día que se agarraron a golpes en la habitación porque Martín había vuelto a poner sus cosas en el clóset de Manu y ambos quedaron sangrando de nariz y boca. Después de eso quedaron en un acuerdo de que dentro del cuarto estarían en zona de tregua, no se podían molestar, insultar, golpear y nada que molestara al otro, y con esa regla al menos pudieron respetarse al menos ahí dentro.
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Se acercaba el 18 de septiembre, el cumpleaños de Manu, él estaba muy desilusionado con la idea de que lo pasaría solo, ya que su cumpleaños número 14 era algo importante para él.
Se pasó la semana pensando en eso, nunca había pasado su cumpleaños tan lejos de su hogar y familia, estaba triste y callado, algo que Juan y Coco no dejaron pasar por alto.
-Que te pasa?- le preguntó un día Juan
-Naa, por?- intentó parecer normal
-Te ves extraño últimamente
-Cómo extraño? Si estoy igual- dijo haciendo una sonrisa -ohh, como que hace frío- dijo intentando cambiar el tema
-Pero si hay sol y tu nunca tienes frío, si hasta duermes con una camisa sin brazos y un pantaloncillo que con suerte te tapa las nalgas- dijo seriamente
-Manu- dijo Coco acercándose a ellos y poniendo una mano encima del hombro de Manu -te conocemos y no sabes mentir- dijo mirándolo a los ojos
Manu se quedó unos minutos mirando esos ojos, eran bellísimos, en su opinión los segundos ojos mas bellos que había visto después de los de Martín (tenía que admitirlo)
-Es que...- dijo sobandose el cuello por debajo de la nuca - ya va a ser mi cumple y nunca lo había pasado tan lejos de casa y de mi familia- dijo deprimiendose
-Cuándo?- preguntó Juan
-El 18- respondió sin mirarlo
Coco y Juan se miraron
-Podemos celebrarlo entre los tres- sugirió Juan
-No, chicos, no hace falta, en serio- se alejó callado y mirando el piso