Little Bird

By overmyheart

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Es más difícil esconderse del Señor Oscuro cuando estás enamorada de un mortífago. Los padres de Evelyn... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Epílogo

Capítulo 48

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By overmyheart

Capítulo dedicado a Alan Rickman.

Punto de vista de Draco Malfoy

Solo unas pocas semanas después de lo que pasó con el Ministerio, me desperté tarde una mañana sin Eve a mi lado.

Me estiré sobre mi espalda unos minutos, preguntándome por qué no se había quedado en la cama hasta que me despertara como siempre. Siempre pasábamos la noche juntos a pesar de que mis padres habían arreglado la habitación de invitados para ella, pero esta era la primera mañana que me había despertado solo. Las sábanas seguían arrugadas a mi lado, así que supe que no hacía mucho rato que se había levantado y se había ido. Sintiendo una sensación de inquietud retorciéndome en el estómago, rodé por la cama y me levanté rápidamente. ¿Puede que hubiera escuchado a unos de mis padres en el piso inferior y se había apresurado a volver a su habitación, preocupada de que nos pillaran durmiendo juntos?

Lancé una camiseta blanca por encima de mi cabeza antes de abandonar mi habitación apresuradamente, entrando en el frío pasillo y casi entrando en la habitación de huéspedes. Pero la puerta estaba levemente abierta, y cuando miré en el interior, la cama aún seguía intacta. Intentando ignorar el mal sentimiento que estaba intensificando cada segundo que pasaba, hice mi camino de nuevo hasta el pasillo y empecé a bajar las escaleras.

Estaba a medio camino de las escaleras cuando escuché una silenciosa conversación proveniente del comedor justo debajo de mí. La molestia hizo su camino a través de mi pecho cuando me di cuenta de que Lucius estaba probablemente dándole a Eve algún mal rato. ¿Por qué no podía solamente dejarnos solos por una vez?

Pero cuando entré al comedor, era alguien considerablemente peor que Lucius.

Eve me daba la espalda mientras miraba a Blaise Zabini, así que no pude ver su expresión mientras él le hablaba. La rabia se encendió mientras me daba cuenta que solamente estaba vestida en nada más que una camiseta y unos pantalones cortos, mientras que él estaba vestido con un traje formal negro, y ni siquiera se molestaba en ocultar el hecho de mirar sus piernas de vez en cuando. Ya estaba empezando a acercarme cuando los ojos de Zabini se movieron hacia mí, y sus labios se curvaron hacia arriba en una sonrisa cuando vio mi furiosa expresión.

─¿Qué demonios estás haciendo aquí? ─espeté, causando que Eve se girara en mi dirección cuando llegué a su lado. Estaba tan furioso con Zabini que no pude romper el contacto visual con él, casi poniéndome delante de Eve mientras trataba de ponerme entre ellos─ ¿Quién te ha dejado entrar?

─Tu madre ─respondió suavemente, su mano casualmente colocándose en el bolsillo del pantalón de su traje─ Estuvo muy contenta de ver a mi madre y a mí, de hecho. Ahora están en el comedor.

Lo miré furiosamente, porque habían pasado años des de que su madre había venido a la Mansión, y conociéndolo, posiblemente no había ninguna razón por la cual él también tuviera que haber venido. Pero Zabini estaba sonriendo y asintiendo su cabeza hacia Eve detrás de mí, continuando: ─Me crucé con Hawkings en mi camino hacia dentro. Estábamos teniendo una agradable conversación antes de que bajaras enfadado y lo arruinaras.

Mirando hacia Eve, vi que su expresión era cuidadosamente neutra para ocultar lo que realmente estaba sintiendo, dirigiéndome una pequeña sonrisa para dejarme saber que estaba bien. Desesperadamente quise saber que Zabini le había estado diciendo, porque tenía pinta de no ser nada bueno. Girándome de nuevo a Zabini, le dije en una pequeña voz: ─Bueno, necesitas irte. Ahora.

─No puedo, mi madre estaba hablando sobre algo muy serio allí ─él sonrió, claramente divertido ante la manera en la que estaba reaccionando con él estando aquí─ Está discutiendo sobre que va a pasar este año en Hogwarts.

Sentí a Eve endurecerse detrás de mí ante la mención del inminente año escolar, pero no quería que ella preguntara a Zabini sobre ello, probablemente mentiría y diría algo solo para asustarla.

─Está bien ─le dije fríamente─ Pues ve a esperarte fuera, entonces.

─Pero tengo noticias. ¿No queréis escucharlas? ─Zabini sonrió, mirando por encima hacia Eve en vez de a mí─ Mi madre me ha dicho que no habéis salido de la Mansión des de la noche en que Dumbledore murió. Probablemente no sabéis que va a pasar en Hogwarts el año que viene.

Antes de que pudiera chillarle, Eve estaba preguntando sin aliento: ─¿Qué has escuchado? ¿McGonagall tomará el lugar de Dumbledore?

─Claro que no ─él se mofó, e intenté de no perder mis estribos ante la manera en la que la estaba mirando─ ¿De verdad crees que dejarían que esa mujer vieja dirigiera el colegio? No, Snape será elegido el director.

Los labios de Eve se separaron levemente en shock, y yo apenas me contuve para mantenerme a mí mismo alejado de hacer lo mismo. Zabini continuó fácilmente, una pequeña sonrisa jugando en sus labios mientras nos contaba: ─Y los Carrow se convertirán profesores allí, también. Órdenes del Señor Oscuro.

Mi estómago se retorció, la idea de los mortífagos teniendo tanta influencia en la escuela hacia claro que las cosas estaban cambiando rápida y drásticamente. La voz de Eve era pequeña mientras preguntaba: ─Pero... pero seguramente ningún estudiante irá a Hogwarts el año que viene, ¿no? Una vez que escuchen que...

─Tendrán que mantenerlo en secreto por ahora, obviamente ─Zabini interrumpió en molestia─ Los niños no lo sabrán hasta que lleguen allí este setiembre. ¿Qué, realmente creerías que se lo contarían a todos de antemano?

─No le hables de esa forma ─le espeté furiosamente, el enfado quemando y saliendo a través de mis labios─ A no ser que quieras que patee tu culo.

Zabini rio en voz alta, casualmente inclinando uno de sus hombros contra la pared que se encontraba a su lado, mientras volvía su fría mirada hacia mí.

─Yo no sería tan grosero, Malfoy ─dijo lentamente, apuntando hacia la puerta cerrada del comedor, en el otro lado de la habitación─ Tu madre puede escuchar.

Empecé a acercarme a él, pero Eve me agarró del brazo para pararme, forzando que me girar a mirarla. En una pequeña voz, me dijo: ─No vale la pena.

Él no estaba mirando mientras finalmente me giré y retrocedí, sus ojos brillando con diversión cuando tragué la rabia y no intenté pegarlo. Antes de que Zabini pudiera tratar de decir algo más, le espeté calurosamente: ─Creo que deberías irte. La puerta está en esa dirección.

Pero Zabini ni siquiera se movió de su posición contra la pared, inclinado contra la escayola lisa como si estuviera en su propia casa y fuéramos nosotros los intrusos. Fijó su mirada en Eve de nuevo, sonriendo fácilmente.

─Pero aún hay algo que quería decirte.

─A nadie le importa lo que tengas que decir ─espeté enfadadamente. Era como si la presencia de Zabini fuera suficiente para enviarme hasta el borde, y me sentía como si estuviera a segundos de perder los estribos─ Estoy seguro de que tu madre no le importa una mierda si te vas pronto. Sal de aquí.

Eve lo miraba preocupadamente, y supe que quería saber que más tenía para decirnos. Estaba muy enfadado ahora, y cuando Zabini seguía sin moverse, susurré: ─Está bien. Escúpelo.

Su sonrisa creció cuando vio cuando él me estaba afectando, porque cualquiera podía ver que solo estar a su alrededor me ponía irracionalmente enfadado. Pero no podía soportarlo, y ciertamente, no podía dejar de pensar en toda la mierda que había hecho durante nuestro quinto año; acabaría rompiendo su nariz por segunda vez.

─No me apresures ─Zabini arrastró las palabras, y yo rodé mis ojos. Lo estaba haciendo a propósito para hacerme enfadar, y estaba funcionando─ Todo lo que quería era tener una conversación agradable. Eses la polla, Malfoy.

─Cállate ─Eve espetó antes de que pudiera decir algo, su tono volviéndose frío por primera vez en toda la mañana─ Dinos que tenías que decir y entonces te vas. Nadie te quiere aquí.

Zabini alzó una ceja, claramente divertido ante la reacción de Eve. La miró con sus fríos y grises ojos, preguntándole con una larga sonrisa: ─¿Has escuchado algo de tu tía últimamente, Hawkings?

Cuando la cara de Eve cayó y sus ojos se abrieron como platos, no pude retenerme a mí mismo mucho más. Me acerqué hacia él furiosamente, agarrando la espalda de Zabini duramente y empujándolo. A través de mis apretados dientes, susurré: ─Sal de aquí. Te juro por Dios, Zabini, que si no te vas en este instante...

Pero me cortó, estirando su cuello para así poder mirar a Eve a través de mis hombros.

─Supongo que no lo has hecho, ¿verdad? Escuché que fue vista hace unos días; parece que está de nuevo por aquí. Mi madre dice que unos cuantos mortífagos están intentando resolver que hacer con ella.

─Estás mintiendo ─Eve susurró detrás de mí mientras intentaba empujar a Zabini hacia la puerta, su voz apenas detectable─ Te lo estás inventando.

─Deseas que lo esté haciendo ─sonrió, una mano agarrada en la puerta para evitar que lo echara completamente de la habitación─ Extraño que no haya venido a verte, ¿no crees?

─Zabini, voy a jodidamente matarte ─espeté furiosamente, segundo alejado de tirarlo al suelo─ Sal de mi casa antes de que yo...

─Bien, bien, me voy ─Él aún estaba sonriendo cuando se alejó de mí, sin romper su contacto visual con Eve mientras él asentía en su dirección─ Nos vemos el año que viene, Hawkings.

Finalmente, rompió el contacto visual con Eve mientras se giraba hacia mí una última vez, una sonrisa revelándose de nuevo cuando miró hacia abajo a la cintura de mis calzoncillos; había estado tan cabreado que ni siquiera había pensado en arreglar los amplios pantalones tan pronto en cuanto vi que alguien más estaba aquí. Zabini miró de nuevo hacia mí y sonrió.

─Bonito atuendo, tío. Tienes una buena vida.

Lo vi desaparecer en la oscuridad del pasillo, pero solamente cuando escuché la puerta delantera cerrarse exhalé furiosamente y giré para mirar a Eve. No estaba llorando como pensé que estaría, pero sus ojos estaban cristalizados mientras tenía sus brazos cruzados apretadamente delante de su pequeño cuerpo. Empecé a caminar hacia ella inmediatamente, diciendo en una apenas controlada voz: ─Sabes que estaba inventándose todo esto, ¿no? Solamente quería ponerte triste.

─Lo...lo sé ─Eve dijo lentamente, pero el susurro que era su voz me hacía preocuparme que se hubiera creído todas las palabras que Zabini había dicho.

─Eve, no hay ninguna forma en la que tu tía volviera aquí de nuevo ─le dije firmemente, el odio por Zabini incrementaba en mi pecho y hacia que el sabor de mi boca se volviera amargo─ Solamente estaba tratando de ser un idiota. No lo escuches.

Miró hacia arriba, sus ojos revelando cuanto de preocupada estaba por su tía. Estaba seguro de que no pasaba ningún día en el que Eve no se preocupara por ella. Pero se forzó una pequeña sonrisa, y dijo suavemente: ─Tienes razón. Gracias por hacerte cargo de él.

Sacudí mi cabeza enfadadamente, recordando la manera en que la miraba.

─Sí, bueno, una pena que no me dejaras matarlo.

Eve se atragantó con su risa, pero ella no sabía que estaba siendo serio. Estaba empezando a decirme algo cuando la puerta del comedor de repente se abrió detrás de nosotros, y me giré para ver a Victoria Zabini entrando a la habitación, seguida de cerca por mi madre.

Sus labios estaban apretados mientras su mirada crítica caía en ambos, pero Eve no tuvo problema en sonreír mientras hacia su camino hacia nosotros. Su tono era ligero mientras decía: ─Bueno verte de nuevo, Draco. Y... ¿Tú eres?

Miró hacia Eve, una ceja levantada, recordándome a su hijo justo unos minutos antes. Eve levantó una mano educadamente, sorprendiéndome al decir con un tono diferente: ─Evelyn Hawkings. Un placer conocerte.

Parpadeé mientras firmemente sacudía la mano de Victoria, la esquina de mi boca levantándose levemente ante cuanto de formal parecía en presencia de una vieja mortífaga, especialmente una que era conocida por ser una viuda negra. No me había estado esperando que actuara de aquella manera, ciertamente no después de lo que había pasado con Zabini.

Conocía a Eve desde hacía dos años, y aún se las arreglaba para sorprenderme.

─Eres la chica Hawkings, ¿verdad? ─Victoria respondió con diversión, y rápidamente me pregunté que le habría dicho Zabini sobre Eve. Pero decidió no decir nada más sobre ello, girándose a mi madre y diciéndole con una sonrisa─ Tengo que irme, entonces. Blaise debe de estar esperándome fuera.

Ella asintió de nuevo hacia Eve y a mí antes de girarse hacia la salida, dejando la habitación con pasos tan suaves contra la alfombra que apenas eran notables. Mi madre se giró tan pronto cuando Victoria Zabini había desaparecido por la puerta de entrada, y fue entonces cuando me di cuenta de cuánto de pálida se veía.

─Draco ─dijo en una pequeña voz, sonando silenciosa y apresurada como si alguien aún estuviera al alcance de escuchar─ Tu padre y yo necesitamos hablar contigo.

Mi estómago cayó, porque aquello nunca era bueno, y esta mañana se estaba convirtiendo cada vez peor por cada segundo que pasaba. A regañadientes, cogí la mano de Eve y le dije cansadamente: ─Bien, ahora vamos...

─Draco ─Narcissa me interrumpió cuidadosamente─ necesitamos hablar contigo a solas.

Me paré, mirándola y preguntándome porque no podían decir lo que fuera que querían decirme delante de Eve también. Pero antes de que pudiera decírselo, Eve suavemente quito su mano de mi agarre y dijo silenciosamente: ─Está bien. Esperaré en la cocina.

Me dirigió una pequeña sonrisa cuando me giré inciertamente, sin querer estar separada de ella por mucho rato, mayoritariamente porque parecía triste después de lo que Zabini había dicho sobre su tía. Pero Eve soltó mi mano y asintió en mi dirección después de un momento, dirigiéndole a mi madre una pequeña sonrisa también antes de alejarse. La vi desaparecer a través del pasillo que dirigía hacia la cocina, mi estómago quejándose de nuevo con los mismos nervios que había sentido cuando me había levantado solo por la mañana, pero estaba demasiado cansado de pelear con Zabini para intentar hacer quedar a Eve conmigo.

Mi madre ya estaba apresurándome hacia la puerta del comedor, así que no tuve ninguna elección más que seguirla hacia allí. Cualquier cosa que necesitaran decirme, probablemente no iba a ser nada bueno.

Lucius estaba sentado recto en la mesa del comedor, a pesar de que la madre de Zabini se había ya ido, y cuando pasé a través de la puerta y lo vi pasando una mano cansada sobre sus ojos, vi por primera vez lo destrozado que estaba. Pero su cansada expresión rápidamente desapareció cuando me vio, y mencionó que me sentara a su lado en la mesa. Me senté después de un momento, los nervios solo intensificándose cuando mi madre tomó el asiento a través de nosotros. Algo había pasado definitivamente, aquel era el encuentro más largo que habíamos tenido sin Lucius y yo automáticamente espetándonos entre nosotros.

─Estoy seguro de que sabes que la señora Zabini ha estado aquí ─Lucius me dijo, su voz era silenciosa a pesar de que toda la casa estuviera en silencio─ Nos ha contado lo que va a pasar este otoño. En Hogwarts.

Me sentí malo mientras recordaba lo que Zabini había dicho, sabiendo que las cosas iban a ser muy diferentes en el colegio aquel año. Me las arreglé para mantener la rabia fuera de mi voz mientras decía: ─Sí, Blaise me dijo sobre Snape y los Carrow.

Mis padres intercambiaron miradas, e intenté prepararme a mí mismo para lo que me habían traído aquí. Lucius aclaró su garganta, y me dijo: ─Nos ha dicho que el Señor Oscuro desea que te quedes aquí en vez de volver a Hogwarts.

Después de un segundo, solté la respiración que había estado sosteniendo; aquello no era tan malo como había estado esperando. Sabía que volver a Hogwarts después de lo que había pasado la noche en la que Dumbledore murió iba a ser imposible de todas formas.

Pero Lucius no había acabado, y continuó silenciosamente: ─Quiere que Evelyn vuelva a colegio este otoño.

Sentí como mi aliento se quedaba atrapado en mi garganta. Las paredes del comedor de repente se cerraban hacia mí mientras abría y cerraba mi boca por segundos, desesperadamente intentando hacer salir algo, cualquier cosa. Pero mi voz había muerto en mi garganta, y podía sentir la culpa de mi madre quemando dentro de mi cabeza.

─Cree que sería mejor que Carrow tuviera un mortífago entre los estudiantes el año que viene ─Lucius me dijo, continuando como si necesitara llenar el silencio─ El Señor Oscuro no tiene otra utilidad para ella.

─No puede ─me atragante suavemente, mi voz colándose entre mis dientes para ser escuchada─ No puede volver sin mí.

Lucius se inclinó hacia adelante levemente y repitió: ─No tiene otro uso para ella. ¿Lo entiendes?

La habitación giraba a mí alrededor, no podía ni siquiera abrir mi boca para responder, porque no quería entenderlo.

Pero Lucius sobreentendió mi silencio como si fuera ignorancia, y me dijo después de un momento: ─Si Evelyn no va a Hogwarts este año... si se queda aquí contigo... el Señor Oscuro seguramente la matara.



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