La heredera

By Everlark201

90.3K 6K 188

El último escándalo de la heredera. Esa última portada sería el comienzo. ¿Qué iba a hacer él con una niña pr... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Epilogo
Aviso

Capitulo 29

1.5K 120 5
By Everlark201

- Hola, papá - saludó en un susurro

El hombre la observó impasible para mirar luego a Peeta que entró detrás de la chica.

- ¿Cómo estás? - preguntó acercándose a él

Brutus no respondió sino que solamente cerró los ojos en asentimiento.

Se sentó en la butaca junto a su cama después de acercarse a él y dejar un beso tímido en su frente.

Se estremeció ante la frialdad que reflejaban tanto el rostro como la mirada de su padre.

Peeta notó la tensión que había en el ambiente y se preocupó también por la pena que sin dudas asaltaba a su novia.

- Peeta dice que estás mucho mejor - sonrió Katniss buscando una respuesta de su padre

No la obtuvo. Brutus simplemente la observó. Primero a ella y luego al chico de pie junto a su hija.

- ¿Cómo te encuentras hoy, Brutus? - preguntó Peeta intentando aligerar el ambiente - Katniss estaba muy preocupada por ti, pero le he asegurado que estás bien.

- Tuve mucho miedo cuando te accidentaste -explicó la chica - He estado aquí desde entonces. He venido a verte cada día.

- Ya te lo he dicho, ¿verdad, Brutus? - comentó Peeta esperando una reacción por parte del hombre - Te he dicho que Katniss ha estado aquí cada día, ¿lo recuerdas?

Katniss observó a su padre ansiosa, pero sólo le vio observarlos impasible.

- Quería estar aquí cuando despertaras - reveló nerviosa - Pero tenía algunos temas importantes que no podía dejar, y sabía que tú estabas bien cuidado. Peeta me contaba cada día cómo ibas evolucionando. Me ha dicho que has estado trabajando mucho.

El fisioterapeuta de Brutus entró en ese momento y lamentó tener que llevarle a la sala de fisioterapia para seguir trabajando con sus piernas.

La sesión duraba un par de horas por lo que les aconsejó volver más tarde o al día siguiente.

Katniss se despidió de su padre que no hizo ningún amago de reconocimiento.

Los ojos de Katniss se llenaron de lágrimas cuando el enfermero se llevó a su padre en una silla de ruedas.

Peeta, de pie detrás de ella, reconoció con facilidad su malestar y la rodeó con sus brazos.

- Lo siento, cielo. Se ve que hoy no tenía un buen día.

- Sabes que no es eso - sollozó apenada - No me dijo ni una sola palabra

- Le cuesta mucho hablar, Katniss - aseguró Peeta intentando consolarla

- No intentes consolarme mintiéndome, Peeta -espetó separándose de él - No soy una niña y no soy tonta. Sé que es por mí. No le hace ninguna gracia que yo esté aquí. No sé si le he molestado, pero es evidente que no le ha ilusionado verme.

- No es así, cariño - dijo intentando acercarse a ella - Es sólo que le cuesta comunicarse y evidentemente, tú y él siempre habéis tenido dificultades para comunicaros

- ¿Habla contigo? - preguntó incomodándolo - Dímelo, Peeta, ¿habla contigo? ¿te dirige la palabra a ti o te ignora como a mí?

- No te ignora

- ¡Contéstame, demonios! - gritó cuando el llanto la invadió - ¿Te habla a ti?

- Algo - confesó bajando la mirada

- ¿Algo? ¿Algo, cuánto?

- No lo sé, cariño. Le cuesta un poco expresarse. Tiene dificultad para hablar.

- Pero lo intenta. Intenta hablar contigo mientras que a mí no fue capaz de soltarme siquiera un monosílabo.

- Dale tiempo, Kat - dijo acercándose a ella para rodearla con sus brazos

Katniss se alejó de él y cogiendo su bolso se dirigió a la puerta de la habitación.

- Estoy cansada - explicó - Quiero irme a casa -dijo cuando salió al pasillo

.

.

.

Entraron en el departamento de Katniss en el mismo silencio en el que habían hecho el trayecto desde el hospital.

Peeta dejó la maleta de Katniss en el suelo del vestíbulo y se acercó a ella.

- Kat, cariño

Katniss lo evitó alejándose de él.

- Estoy cansada, Peeta. Voy a darme una ducha y después me meteré en la cama.

- Espera, cielo - rogó acercándose pero ella volvió a evitarle

- Ha sido un viaje muy largo, estoy cansada -explicó yendo hacia su habitación

Se desnudó en silencio y entró en el baño.

Los chorros calientes de la ducha llenaron el baño de vapor. Se metió bajo la ducha y no pudo evitar dejar salir el llanto cuando el agua caliente la relajó.

Apoyó la frente contra los azulejos oscuros.

Peeta escuchó sus ahogados sollozos en el baño. Se desnudó a su vez y se metió con ella bajo la ducha.

- Shh, cariño - dijo abrazándola por la espalda y girándola para dejarla frente a él

La rodeó con sus brazos y la apretó contra su pecho. Su llanto se intensificó.

- ¿Por qué, Peeta? - gimió - ¿Por qué me odia tanto? ¿Qué tengo que hacer para que me perdone?

- No tiene nada que perdonarte, Katniss. Deja de pensarlo. No hiciste nada que requiera su perdón, y si él no quiere entenderlo, pues que se vaya al diablo.

- Es mi padre, Peeta. ¿Por qué no puede quererme?

- Te quiere, cariño. Es sólo que es terco y orgulloso. No quiero que le dejes lastimarte, Katniss. Si piensa seguir con esa estúpida actitud pues entonces que se vaya al diablo.

- No puedo. Es mi padre. Es mi única familia. Es todo lo que tengo.

- No, cariño, no lo es. Me tienes a mí. Me tienes a mí, a mi familia. Tienes a Annie. Y a Mark y a Charlotte. Y tienes decenas de chicas y niños en Namibia que son tu familia. Eres todo para ellos. No puedes dejarte caer. Eres todo para mí - aseguró acunando su rostro y obligándola a mirarle - Eres todo para mí, Kat. No te dejes caer, hazlo por mí. Te necesito, Katniss. Si Brutus no quiere ser parte de tu familia pues que se fastidie. Yo sí quiero ser tu familia - aseguró antes de abalanzarse sobre sus labios

La besó con pasión contenida en el mismo momento que decidió pedirle matrimonio. Esperaría a poder conseguir un anillo pero no tardaría en hacerla su mujer.

Katniss rodeó su cuello con los brazos, apretándose contra él.

Su necesidad se volvió imperiosa y los días separados acrecentaron el deseo que se formó en sus vientres.

Peeta deslizó las manos por la espalda de Katniss hasta alcanzar sus glúteos.

Tiró de ellos alzándola contra la pared de la ducha sin soltar sus labios. Katniss enredó las piernas alrededor de su cintura y de una sola estocada la penetró arrancándole un jadeo.

- Dios, Kat, te necesitaba tanto - confesó contra su pelo

- Y yo a ti. Hazme el amor, Peeta - pidió necesitada

- Ahora mismo, nena - prometió embistiéndola

Se necesitaban, se deseaban. No podían esperar. El clímax los asaltó casi de inmediato y el orgasmo los apabulló, dejándoles jadeantes bajo el agua.

.

.

.

Katniss, aún dormida, se removió entre sus brazos despertándole, a la mañana siguiente.

Acarició su espalda pensativo. Hablaría con Brutus. Ese hombre terco y arrogante tendría que disculparse con su hija. Él no iba a permitir que la maltratara.

Hacía varios días ya que el vocabulario de Brutus se había ampliado y no había sido capaz de dirigirle siquiera una palabra a la chica.

Esa chica que se había pasado seis meses yendo a visitarle cada día sin faltar ni uno solo, hasta que tuvo que viajar a Namibia.

¿Cuál era su problema? Pensó molesto.

¿Estaba enfadado porque Katniss no estaba ahí cuando despertó? Pues, no tenía derecho a estarlo, y él se encargaría de hacérselo saber.

Katniss se había ocupado de él y de que su adorada empresa no se fuera al diablo.

Lo menos que su padre podía hacer por ella era dirigirle la palabra.

- ¿En qué piensas? - murmuró somnolienta interrumpiendo sus pensamientos

- En cuánto te he echado de menos - dijo apretándola contra él

- ¿Cuánto? - sonrió acostándose sobre él seductora

- Mmm... - sonrió divertido bajando las manos hasta alcanzar sus firmes glúteos - Demasiado

- ¿Y qué vas a hacer para compensarlo? -ronroneó deslizando su lengua por la mandíbula áspera del hombre

- ¿Qué te apetece?

- Sorpréndeme - sugirió

En un rápido movimiento la tumbó sobre la cama para acostarse sobre ella.

- A tus órdenes, cielo...

Descendió sus labios por el pecho de la chica dejando leves mordiscos en sus pezones, antes de bajar por su vientre.

Katniss se estremeció por la anticipación cuando los dedos de Peeta separaron sus pliegues íntimos soplando suavemente su clítoris palpitante.

Peeta acercó sus dedos a su abertura y la penetró con ellos.

- Estás muy mojada, cariño - susurró deslizando su lengua sobre sus pliegues

Katniss jadeaba en respuesta arqueándose contra él, mientras Peeta la embestía sin compasión.

- Peeta... - gimió cuando el torbellino de placer comenzó a remontar por sus piernas hasta concentrarse en su centro

- Vamos, nena - la instó imprimiendo más presión a su asedio

La mantuvo al filo del orgasmo durante unos instantes que a ella le parecieron eternos, hasta que finalmente apretó su clítoris entre los labios empujándola de cabeza al clímax.

Katniss clavó los talones sobre la cama mientras de lo más profundo de su pecho salió un grito ronco.

Antes de que pudiera recuperarse, Peeta se levantó por su cuerpo y la penetró, clavándose en ella profundamente.

- No sabía cuánto te necesitaba en realidad - confesó en un susurro antes de comenzar con su alocado vaivén que los levantó llevándolos a un excitante orgasmo que los acabaría dejando exhaustos

Peeta se reunió con Katniss en la cocina después de ducharse. Katniss, aún en pijama preparaba el desayuno.

- ¿Qué planes tienes para hoy? - preguntó preocupado

- Quisiera pasar por el hospital antes de ir al despacho

- Tómatelo con calma - pidió - Descansa. Ya podrás visitar a Brutus más tarde - aconsejó esperando tener tiempo para ver a Brutus antes que Katniss

- Necesito ir a verlo

- Lo sé - reconoció antes de mirar su reloj de muñeca - Yo debería irme. ¿Tú tardarás en salir aún?

- Desayunaré tranquila y después me ducharé, así que tardaré un rato. Nos veremos más tarde.

- De acuerdo - aceptó y la besó antes de salir rumbo al hospital

Brutus estaba desayunando con la ayuda de la enfermera particular que habían contratado para él.

Levantó la vista para verle entrar.

- Buenos días, Brutus. ¿Cómo estás hoy? - le saludó

Brutus se esforzó antes de hablar con voz ronca.

- B..bien

- Veo que aún puedes hablar - replicó sarcástico ganándose que Brutus alzara sus cejas confundido - Como ayer no fuiste capaz de saludar siquiera a tu hija, pensé que ya no podías hablar - comentó furioso

El gesto de desagrado del hombre le enfureció aún más. Intentó calmarse ya que de no ser así le daría un puñetazo a ese hombre convaleciente.

- No sé qué diablos estabas pensando, - dijo amenazador - pero espero que lo reconsideres. Katniss va a venir a visitarte y espero que te comportes como un hombre.

- ¿Q...qué? - balbuceó

- No tienes derecho a tratarla así. - gruñó - Esa chica se ha preocupado por ti en todo este tiempo, como nadie lo ha hecho. Ha estado visitándote cada día durante los últimos meses. Se ha ocupado de no dejar que TU empresa se hunda, así que lo menos que se merece es que la trates bien.

- N...no la... la qui...ero en Everdeen - espetó con esfuerzo - La... la... hundirá

- No tienes ni idea de lo que es capaz tu hija. Gracias a ella hemos conseguido acuerdos que no hubiéramos siquiera soñado. Te guste o no, ella es parte de Everdeen. Y lo hace muy bien. Yo no lo habría podido hacer sin su ayuda, así que espero que se lo reconozcas. Ya que no reconoces lo que hace por ti como hija, espero que al menos reconozcas lo que hace por tu empresa. Katniss vendrá a verte esta mañana, así que espero que te comportes como un hombre - rezongó - Has lo que debes hacer. Lo que debiste hacer hace veinte años.

Molesto se marchó al despacho para organizar su viaje a Chicago del día siguiente. No le hacía gracia dejar a Katniss, pero serían sólo dos días.

Katniss llegó al hospital a última hora de la mañana. Jason Jenks estaba allí.

Jenks y Katniss habían entablado una buena relación desde que la chica trabajaba en Everdeen, y podría decirse que estaban forjando una buena amistad.

- Buenos días, Brutus - le saludó tímida acercándose a la cama

Brutus la miró impasible sin hablar.

- ¿Cómo has pasado la noche?

Ante el escrutinio de Jenks, Brutus por fin habló.

- B...bien

- Me alegro - sonrió la chica - Espero que pronto puedas irte a casa. Imagino que estarás aburridísimo.

Ante su silencio, Jenks salió al paso.

- Estoy seguro de que prefiere ir al despacho antes que a casa, ¿o no, Brutus?

El hombre simplemente asintió sin quitar la vista de la chica.

- No tienes que preocuparte por el despacho - le dijo Katniss girándose hacia él - Peeta lo maneja todo muy bien. Además, con Jenks y Coin están todos los frentes cubiertos. Yo misma he estado dando una mano allí.

- Sin dudas la ayuda de Katniss es invalorable - agregó Jenks - Debimos haberla contratado hace años.

Katniss sonrió ruborizándose ante los halagos del hombre.

Brutus la miró con seriedad e inspiró profundamente antes de hablar.

- T...te qui...ero fu...fuera de Everdeen

Continue Reading

You'll Also Like

431K 38.4K 51
Son pequeños momentos que pasan juntos y también con Charlie, convivencia en el hotel y al público
55.8K 5.6K 49
SOUL | "No dejes que una marca en tu cuerpo sea una marca en tu alma." (Paul Lahote x Oc) (Fanfiction - twilight)
250K 20.3K 47
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.
356K 35.8K 92
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...