La heredera

Capitulo 16

Peeta entró apresuradamente al hospital seguido por su hermano.

Había ido a la empresa directamente desde el aeropuerto y Finnick le había explicado las novedades sobre Brutus.

Brutus había sufrido una crisis en cuanto le habían retirado la medicación y se habían visto obligados a volver a inducirle el coma.

En ese momento le habían llevado para realizarle un TAC y determinar las consecuencias del segundo ACV.

Katniss estaba con Annie en la sala de espera.

- ¡Katniss! - exclamó en cuanto la vio apresurándose hacia ella

Katniss se levantó en el momento que Peeta llegaba hasta ella y la rodeaba con sus brazos.

- Katniss, cariño - murmuró acariciando su espalda con ternura - ¿Cómo estás? ¿Qué te han dicho?

- No mucho. Le están haciendo estudios. No pueden sacarle del coma.

- Oh, cariño, lo siento mucho

- No puede morirse - gimió en cuanto el llanto la asaltó

- Tranquila, cariño. Tenemos que esperar

La instó a sentarse y se sentó a su lado manteniéndola abrazada junto a él.

Katniss se recostó confiada contra él y amó esa sensación. Se sintió apoyada y sostenida a la vez y fue una sensación nueva y hasta entonces desconocida para ella.

Peeta no dejaba de notar la mirada especuladora de Annie, recostada en el pecho de su hermano sentado frente a ellos.

Intentó evitar la incomodidad que le provocaba, pero era difícil.

- ¿Te apetece un café? - le ofreció a Katniss

- Estoy bien - murmuró

- Te traeré algo para comer - ofreció Annie y dejó la sala seguida por Finnick

- ¿A qué hora volviste de Chicago?

- Acabo de llegar. Pasé por Everdeen y Finnick me explicó lo sucedido.

- Debes estar agotado

- Estoy bien - aseguró acariciando su rostro

- No tienes que quedarte - ofreció temerosa de verle marchar - Annie se quedará conmigo

- Quiero estar aquí contigo - aseguró con una sonrisa triste - Aunque creo que no soy la persona favorita de Annie

- Ella sabe que estabas con Delly - explicó excusando a su amiga

- Lo sé. También sé que cree que te lastimé y no hice nada por conocerte realmente, y tiene razón.

- No es así. Yo soy la culpable de que nadie me conozca realmente. No fue tu culpa.

- Yo no era nadie para juzgarte sin siquiera conocerte. Sé que no tengo excusa, Katniss, pero quiero una oportunidad para demostrarte que puedo hacerte feliz - dijo girando su rostro de frente a él - Sé que puedo hacerlo - murmuró antes de acercarse y besarla con ternura

- Quiero intentarlo - aceptó ella cuando al fin se separaron apoyando su frente contra él - Necesito intentarlo, Peeta

- Oh, claro que sí, cariño - aseguró apretándola contra él

Era tarde cuando finalmente Peeta convenció a Katniss de irse a casa.

Los resultados de Brutus no eran especialmente alentadores. Tenía el cerebro bastante inflamado y era necesario mantenerlo en coma farmacológico esperando bajara la inflamación.