Capitulo 19

2.8K 141 2
                                    

Katniss se despertó rodeada por los brazos de Peeta.

Se giró dentro del círculo de su abrazo para quedar frente a él. Un mechón cobrizo caía sobre la frente de Peeta, dándole una imagen tierna, casi infantil.

La noche anterior había sido sin lugar a dudas, la mejor de su vida. Peeta era un amante cariñoso y dedicado, y hacer el amor con él había sido lo más maravilloso que Katniss había vivido. En ese momento se alegró de haberse mantenido virgen hasta entonces. Estaba segura que la primera vez, no hubiera sido igual con otro hombre.

Por primera vez en mucho tiempo sintió que podía llegar a ser feliz, aunque nunca lograse que su padre la amara. Sentía que ya no lo necesitaba. Si tenía a Peeta, no lo necesitaba.

Recorrió con sus dedos el pecho desnudo del chico, viendo como suavemente se tensaban sus pectorales.

Cuando levantó la vista hasta el rostro de Peeta, le vio despierto observándola con una suave sonrisa.

- Lo siento - se disculpó completamente sonrojada - No quería despertarte

La sonrisa de Peeta se hizo más profunda y con el brazo que mantenía en la cintura de ella la acercó a él.

- Puedes hacer lo que quieras conmigo - susurró hundiendo el rostro en el cabello de la chica

Katniss se acurrucó contra él pasando su brazo alrededor de él.

- ¿Cómo te sientes, pequeña? ¿Has descansado?

- Mmm, sí. Me siento muy descansada. Hacía mucho que no dormía tan bien - confesó

- Y eso ¿a qué crees que se debe? - preguntó sonriente

- Supongo que la cama me resultaba demasiado grande y espaciosa

- Mmm - se burló él empujándola sobre su espalda para recostarse sobre ella - Tenemos que encontrar la solución para que vuelvas a dormir bien todas las noches... - sugirió bajando la cabeza para dejar un reguero de besos por su cuello y su mandíbula - ¿Sabes qué otra cosa ayuda a dormir muy bien?

- ¿Qué cosa? - indagó estirando su cuello para darle mejor acceso

Peeta bajó sus labios por su cuello y su pecho hasta alcanzar un pecho desnudo y tomar con su boca el rugoso y erguido pezón.

- Los orgasmos - explicó

- ¿Tú crees?

- Estoy seguro

- No puedo asegurarlo. No tengo mucha experiencia en ese tema - sonrió seductora

- Pues deberemos ponerle solución a eso.

Acostado sobre ella se acomodó entre sus piernas. Con sus labios y su lengua acariciaba y presionaba sus pezones enrojeciéndolos e irguiéndolos.

Deslizó una mano por su vientre. Sus dedos la acariciaron dibujando incitantes círculos en sus muslos. Con los nudillos le rozó el vello púbico. Katniss contuvo el aliento, expectante.

Lentamente, él bajó por su cuerpo hasta detener su rostro sobre su centro, dejándole sentir su cálido aliento a la vez que, con los pulgares, separaba los labios resbaladizos de su vulva exponiéndola ante él.

El aire frío chocaba contra sus pechos erizándolos con la humedad que la boca de Peeta había dejado allí. Mientras tanto la cálida lengua de Peeta avanzaba lenta pero inexorablemente por su clítoris.

Katniss jadeó excitada y temblorosa.

- Vamos, cariño - la instó él sin dejar de lamerla - Eso es, cariño, mójate para mí.

La herederaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora