Capitulo 12

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Katniss entró en el edificio de Everdeen a la mañana siguiente.

Se había levantado temprano y había ido al hospital. Su padre había pasado una noche tranquila y según el médico a primera hora de la tarde le retirarían la medicación. Esperaban que despertara a mitad de la tarde. Para entonces, le dijeron, sería bueno que ella estuviera allí.

Vestida formalmente con un traje de chaqueta y pantalón negro y una camisa blanca, se acercó al escritorio de Octavia.

- Buenos días - saludó amable - Soy Katniss Everdeen. Tenía que ver a Peeta Mellark.

Octavia la observó encantada. La joven seguía todos los artículos que encontraba sobre Katniss desde hacía años y verla en persona la intimidaba.

- Un momento. Le avisaré al señor Mellark.

Llamó por el intercomunicador e informó la visita. Peeta le pidió que la hiciera entrar de inmediato y así lo hizo.

- Hola, Katniss - le saludó cuando la chica entró y se sentó frente a él

- Buenos días - respondió levemente incómoda, recordando su última visita al despacho de Peeta

- No te esperaba tan temprano. ¿Un café? - ofreció y los pidió a Octavia cuando Katniss asintió.

- He pasado por el hospital y me pidieron que esté allí a la tarde, así que pensé que podríamos ver ahora de qué se trata todo esto.

- ¿Cómo está Brutus?

- Igual. Pasó una buena noche. Hoy a la tarde le quitarán la medicación que lo mantiene sedado.

- Estarás allí cuando despierte - comentó y ella se estremeció de solo pensarlo

- Sí. Me pidieron que lo hiciera.

- ¿Quieres que te acompañe? - ofreció

- ¿Lo harías? - dijo esperanzada

- Si quieres

- Oh, sí, te estaría muy agradecida. El médico dijo que sería bueno que estuvieran allí sus seres queridos - explicó con dolor - y ya sabes que yo no soy su persona favorita.

- No digas eso, Katniss - intentó contradecirla

- No, está bien. Todos sabemos que es así. No te preocupes, ya he aprendido a vivir con eso -sonrió pero con la sonrisa más triste que Peeta hubiese visto jamás

Octavia entró al despacho con dos tazas de café y rompió el incómodo momento.

- Bueno, tú dirás - dijo Katniss cambiando de tema - ¿Qué tienes para mí?

Por la mente de Peeta pasaron los pensamientos más sucios imaginables, pero rápidamente los descartó aunque no pudo evitar esbozar una sonrisa socarrona.

- Mira - dijo extendiéndole una carpeta - Tenemos varios proyectos entre manos, pero éste es el más urgente.

- ¿De qué se trata? - preguntó abriendo la carpeta y hojeando los informes que incluía

- Es un astillero en Roma. Están al borde de la quiebra, se han presentado a concurso. Nuestra intención es adquirir el 60% de las acciones.

- ¿Da suficientes beneficios?

- Sí. En este momento necesitan una inyección de capital importante para poder afrontar los pedidos que tienen, pero sólo con poder responder a los pedidos ya hechos, podremos obtener un beneficio que cubriría nuestra inversión y dejaría beneficios importantes.

La herederaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora