La heredera

By Everlark201

90.6K 6K 188

El último escándalo de la heredera. Esa última portada sería el comienzo. ¿Qué iba a hacer él con una niña pr... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Epilogo
Aviso

Capitulo 22

1.9K 125 3
By Everlark201

CAPITULO 22

- Está sonando tu teléfono - le dijo Annie esa noche mientras Katniss acomodaba en dos platos los fideos fritos que había comprado en el restaurante chino que había en la esquina de su departamento.

Katniss lo ignoró segura de que sería Peeta, llamando por enésima vez en esa tarde.

- ¿No vas a contestar? - insistió

- Imagino quién es y no tengo ganas de hablar

- ¿Quién es? - indagó Annie curiosa cogiendo el teléfono que había dejado de sonar y mirando el identificador - Es Peeta, ¿no quieres hablar con él?

- No - aseguró caminando con su plato y una copa de vino hasta el salón

- ¿Por qué? ¿Qué sucedió? ¿Habéis peleado?

- Discutimos hoy

- Venga ya, Katniss. Déjate de misterios y cuéntame qué sucedió

Annie se sentó a su lado y recogió las piernas sobre el sofá bajo su cuerpo, con su plato sobre el regazo.

- Se portó como un idiota conmigo hoy en el despacho - explicó sin mirar a su amiga

- ¿Peeta? Lo sabía - sonrió Annie - Siempre pensé que ese tío era un idiota.

- No lo es - discutió Katniss y Annie sonrió petulante

- Hey, Katniss, te estoy dando la razón

- Yo nunca dije que fuera un idiota

- Oh, pensé que era lo que querías decir ya que ni siquiera te dignas a contestarle las llamadas

Katniss la observó desde sus ojos entrecerrados y sonrió irónica.

- Sé a dónde quieres llegar - dijo señalándola con su tenedor

- ¿A dónde?

- Ya, tienes razón. Me estoy comportando como una chiquilla, pero no puedo evitarlo.

- Venga, cuéntame qué sucedió. Prometo no ponerme de su parte sin fundamento.

- Hay una empresa en la que Everdeen intenta invertir

- Sí, ¿y? - indagó Annie atenta

- Es un contrato importante y daría buenos beneficios a Everdeen. Pero para ello planean despedir un 20% de la plantilla. - Annie la miraba con atención - El problema es que piensan despedir al personal más bajo del escalafón

- ¿Y?

- Yo no estoy de acuerdo. Creo que si redujeran un poco los salarios más altos, podrían mantener la totalidad del personal. El caso es que no logramos llegar a un acuerdo y Peeta quiere que yo lo acepte de todas formas.

- Y tú no lo quieres hacer y por ello habéis peleado - aventuró Rose

- Algo así - comentó preocupada bajando la mirada

- ¿Cuál es el verdadero problema, Kat?

- ¿Crees que Peeta esté conmigo sólo porque me necesita en la empresa?

- ¿Cómo? - preguntó Annie sorprendida - ¿Tú crees eso?

- No lo sé, An.

- ¿Qué te hace pensarlo? ¿Hay algo que te haga pensar así?

- No. Creo que no. Pero tengo miedo de confiar demasiado en él y equivocarme. Es el primer chico con el que tengo una relación así, tú lo sabes, tengo miedo de no ver con claridad.

- Estoy segura de que te equivocas. Peeta está coladito por ti. Se le nota.

- Qué sé yo, Annie. Al fin y al cabo no nos conocemos.

- Os estáis conociendo, Katniss. Estáis comenzando. Es normal que tengas dudas pero estoy segura de que no debes tenerlas. Peeta está loco por ti.

- Ya. Pero sabes, preferiría no ser tan imprescindible para que Everdeen continúe funcionando. La empresa es muy importante para él y no puede trabajar sin mí. Me preocupa estarme equivocando.

- No, cariño - la tranquilizó Annie - No tienes que preocuparte de nada. Estoy segura de que Peeta está contigo por ti y no por Everdeen. Finnick también lo cree así. No te preocupes por ello.

- Espero que tengas razón, Annie. No podría soportarlo.

- ¿Estás enamorada de Peeta, Kat?

La observó sopesando sus respuestas.

- No lo sé. Creo que no. Pero creo que me estoy enamorando.

Annie sonrió comprensiva rogando interiormente que esta vez su amiga al fin pudiese ser feliz. Si Peeta le hacía daño, ella misma iría a por él, se prometió.

.

.

.

Octavia le avisó cuando Katniss llegó a la oficina a la mañana siguiente. Después de su discusión de la tarde anterior, Katniss había ignorado su invitación y no habían pasado la noche juntos.

Molesta como estaba no le había respondido a ninguna de sus llamadas.

- Hola - le saludó cuando entró en el despacho de ella y se la encontró de espaldas a él colgando su abrigo en el pechero que había allí.

Katniss se volteó sorprendida.

- Hola - respondió escueta

- ¿Cómo estás? - preguntó acercándose a ella que lo evitó colándose detrás de su escritorio

Peeta sonrió divertido antes de pararse junto a ella recostándose en el escritorio.

- ¿No vas a volver a hablarme? - preguntó divertido cruzando los brazos sobre su pecho

- No tengo nada que decir

- Te estuve llamando toda la noche

- Lo sé. No tenía ganas de hablar contigo.

- Hey, Kat - dijo estirando su mano para coger un mechón castaño y enredarlo en su dedo - Las cosas no funcionan así - susurró

- ¿Y cómo funcionan? - dijo recostándose en su asiento y quitándole el mechón de los dedos

- Hey, eres mi novia y eso no cambiará por una discusión.

- No sé cómo funcionan los noviazgos -reconoció vergonzosa bajando la mirada

Peeta levantó su rostro con los nudillos bajo su mentón.

- Discutiremos cientos de veces y estaremos en desacuerdo cientos de veces más, pero cuando nos calmamos, hablamos, nos contamos nuestros miedos y nuestras preocupaciones y lo solucionamos.

- Lo siento, Peeta, pero no me gustó la conversación de ayer.

- Lo sé, cariño, me di cuenta. Desde luego que a mí tampoco me gustó. No me gustó discutir contigo ni enfadarnos.

- Que seas mi novio no quiere decir que tenga que aceptar todo lo que digas en el trabajo.

- Lo sé. - reconoció - Lo sé y no quería ser tan duro contigo, ni decir las cosas que dije. Supongo que me sentí desbordado. Camilleri insiste en firmar, tú insistes en no hacerlo. Qué sé yo. Brutus siempre confió en mi opinión, me cuesta ver que tú no tomas en cuenta mi opinión en estas cosas.

- Confío en ti, Peeta - aseguró - Pero no me gusta que me presiones.

- Lo sé. Lo sé y lo lamento. Pero necesitamos el contrato. Ellos lo saben y nos presionan.

- Ellos nos necesitan más que nosotros a ellos.

- No, Katniss. Ellos tienen otras opciones. Hay más inversores esperando a nuestro menor error. Ya ha tenido repercusión en la prensa nuestra intención de invertir, si no lo hacemos quedaremos en ridículo.

Katniss sopesó las palabras de Peeta incómoda entre tener que renunciar a sus valores o poder provocar un importante daño a la empresa de su padre.

- ¿No hay nada que podamos hacer por esa gente?- preguntó abatida

- No, cielo. Se quedarán sin trabajo de cualquier forma.

- ¿Podemos al menos conseguirles una buena indemnización?

- Lo intentaré - prometió Peeta - ¿Firmarás, entonces?

- Lo haré - aceptó bajando la mirada

- Gracias, cariño - dijo soltando el aire contenido - Y ahora - agregó tirando de ella para ponerla de pie y rodearla con sus brazos - ¿Me perdonarás por haber sido tan duro ayer?

- Sí. ¿Me perdonarás tú por no haber contestado tus llamadas?

- Claro que sí, pero no vuelvas a hacerlo.

- No lo haré.

- ¿Vendrás hoy a dormir conmigo? - pidió bajando la cabeza para acariciar su cuello con los labios

- Sí

- Bien. Te he echado muchísimo de menos

- Y yo a ti - confesó rindiéndose al beso que Peeta inició.

.

.

.

Estaba ultimando los informes sobre los balances de Camilleri, Inc. cuando Finnick entró en su despacho esa tarde.

Con el desparpajo al que estaba acostumbrado se dejó caer en la butaca frente a él.

- Buenas, hermano

- Finnick - saludo sin quitar la vista del monitor

- ¿Cómo va?

- Bien, ¿tú qué tal?

- ¿Qué tal con Katniss?

- Bien - respondió aún sin mirarle

- Hey, tío, estoy hablando contigo - se quejó Finnick y al fin fijó la vista en él

- Sí, disculpa. ¿Qué? ¿Qué tal? ¿Qué decías?

- Te he preguntado qué tal con Katniss

- Y te he dicho que bien - replicó

- ¿Bien? ¿Seguro?

- Sí - contestó dudoso - ¿Por qué?

- Rose estuvo ayer cenando con Katniss

- Oh - exclamó comprensivo recostándose en su asiento - Discutimos ayer pero ya lo hemos solucionado

- ¿Qué sucedió?

- Tonterías - explicó restándole importancia - Discutimos sobre el contrato de Volterra

- Pues no estoy tan seguro de que ella lo haya visto como una tontería

- ¿Por qué? - preguntó Peeta frunciendo el entrecejo - ¿Qué le dijo a Annie?

- Katniss cree que tú podrías estar con ella sólo porque te es necesaria para seguir adelante con Everdeen

- ¿Qué? - exclamó sorprendido

- Sí. No está segura de si estarías con ella si no fuera porque la necesitas

- Eso es una estupidez

- ¿Lo es?

- ¿Qué me estás preguntando, Finnick? - preguntó en tono amenazador

- ¿No estás más interesado en ella porque es la heredera de Everdeen y hoy en día la accionista mayoritaria?

- Por favor, Finnick, no puedo creer que tú me preguntes eso. Sabes que estoy loco por Katniss desde hace meses, y no tenía nada que ver con Everdeen.

- Lo sé, pero también la entiendo a ella. Le dijiste que no era conveniente para ti cientos de veces, pero casualmente ahora estás completamente enamorado y es cuando la necesitas para la empresa.

- ¡Vete al diablo, Finnick! Sabes bien que no es así.

- Everdeen es importante para ti.

- Sí que lo es, pero no tanto como para enredarme con una chica por ello. Lo sabes. Tengo otras inversiones, no necesito a Everdeen para vivir.

- Lo sé, pero has invertido mucho en esta empresa.

- ¿Qué podría haber pasado si Katniss hubiera dicho que no a trabajar aquí? Me habría quedado sin firmar algunos contratos nuevos, pero seguiría con los anteriores. ¿Crees que no obtenemos suficientes beneficios? Sabes bien que no es así.

- Hey, no te lo tomes así...

- ¿Que no me lo tome así? ¿Cómo quieres que me lo tome? Me estás diciendo que pensáis que soy tan cretino como para salir con una chica por puro interés económico o profesional. ¿De verdad crees que soy tan cerdo?

- No, no es eso. Yo no lo creo, pero Katniss no te conoce lo suficiente. Tal vez deberías hablar con ella y tranquilizarla. Para eso es que te lo estoy diciendo. No hace falta que te pongas como un loco.

Bufó molesto intentando calmarse.

- Lo siento, Finnick. Me molesta que tengáis tan baja opinión de mí.

- Hey, hermano, yo no tengo baja opinión de ti.

- Estoy seguro de que Annie tampoco habrá sido mi más ferviente defensora...

- Pues te equivocas. Annie le dijo que creía que tú estabas loquito por ella y no era por Everdeen.

- Bueno, gracias por eso

- ¿Qué sientes por Katniss?

Observó a su hermano con atención mientras intentaba dilucidar exactamente cuáles eran sus sentimientos por Katniss.

- Me gusta. Mucho.

- ¿La amas?

- Es pronto para decirlo

- Es pronto, es verdad - concedió Finnick - pero ¿la amas?

- Creo que me estoy enamorando de ella -confesó finalmente

- Bien por ti, hermano - sonrió Finnick poniéndose de pie - Ella lo vale

- Ya lo creo - aceptó viéndole abandonar su despacho

Continue Reading