La Caída de Cedra

By Mirros

102K 14.6K 8.2K

El 12 de Febrero del 2078, el virus más mortal del mundo fue liberado a nivel global gracias a una conspiraci... More

Advertencia
Booktrailer
Personajes ₊˚⊹ᡣ𐭩
0| Las palabras de Luther
1| Ojos rojos
2|Hoyo
3| Infectado
4| Hipocresía
5| Gruñido
6| Rechazo
7| Héroe
8| Lejos
9| Cierra los ojos
10| Abuso
11| Devórame
12| Crisis
13| Impotencia
14| Dolor
15| Un mundo en ruinas
16|Sin opción
17| "Eres mío"
18| "No soy malo"
19| Nivus
20| Olvido
21| Plan
22| Ahogo
23| Valor
24| Correr
25
26| Inocentes
27| Lástima
28| Monstruo
29| Infierno
30| Sin escape
31| «Tom»
32| Culpa
33| Envidia
34| Control
35| Pérdida de memoria
35.5| Especial cumple de Cameron
36| Celos
37| Feromonas
38| Choque
39| Separados
40| Bomba
41| Cruzar
42| Posibilidad
43| Reencuentro
44| Mutación
45| Fluidos
46| Carnada
47| Impregnar
48| Brote
49| Anónimo
50| Hermanos
51| Felicidades
52| Estrella
53| Nox
54| Mila
55| Mar
56| Conveniencia
57| Tiempo
58| Desaparecer
59| Aroma
60| Ciudad Cedra
Aviso avisoso
61| Es mi Alfa
62| Escapar
63| Traición
64| Frenesí
65| Llamado
LA CAÍDA DE ELIARE: PRÓLOGO
Agradecimientos
EXTRA 2
EXTRA 3
EXTRA 4

EXTRA 1

951 111 240
By Mirros

TIEMPO DESPUÉS



Dentro de la nítida oscuridad, el aroma de las feromonas se concentraba y se expandía por cada rincón de sus sentidos.

Tom sujetó a Kaz por la cintura y lo atrajo hacia su cuerpo, sus pieles pegajosas por el sudor y los fluidos volvían a la encantadora criatura más resbaladiza. Sus uñas se enterraron en su carne, asegurando su agarre como un ancla. Kaz correspondió el cortejo al liberar más feromonas y al gemir mientras sus manos se concentraban en tirar con fuerza de su cabello cuando bajó hacia su ingle. Kaz se mordió el labio, conteniendo el aliento al mover su cadera hacia adelante.

Su llamado no lograba conectar con su compañero, acabó frustrado porque de verdad lo deseaba. Pero se conformó con cerrar sus ojos al ser azotado por el placer. Sus estruendosos pensamientos sobre lo frustrante era no poder ser reclamado cesaron cuando Tom lamió su miembro y adentró sus dedos entre sus nalgas. Kaz echó la cabeza hacia atrás y gimió su nombre, perdido.

El calor de sus cuerpos estaba acalorando a ambos, Tom se levantó para cargarlo hacia la profundidad de la cueva y aceptó que Kaz lo abrazara, ronroneó, mimoso, cuando su criatura mordió su cuello y sorbió ese jugoso líquido que resbalaba por su piel.

—Date prisa —pidió la encantadora criatura—. Tom…

«Tommy»

Una voz superpuesta atravesó sus oídos. Fue apenas un susurró que cruzó de lado a lado.

—Kaz… Kaz… Kaz… —Tom lo recostó sobre el nido que había hecho para atraer a esta pequeña criatura—. Kaz…

Tom una vez despertó y encontró unos ojos morados mirándolo con curiosidad. Una criatura que era perfecta para él estaba recostada a su lado, desnuda y cubierta de un extraño líquido amarillo y morado que poco a poco se fue absorbiendo en su piel. Tom sabía que esta criatura era suya, no sólo porque podía darse cuenta de lo similares que eran, sino porque así lo sentía.

Sin embargo, pese a los constantes intentos por reclamarla, nunca había podido establecer un Lazo mediante una marca.

Tom volvió a deslizarse entre las piernas de su criatura, la sintió retorcerse, sucumbir a las vibraciones de su cuerpo. El eco de la caverna aumentaba el impulso de cada súplica.

—¡Tom…! —Kaz lo llamó una y otra vez, primero firme y después su voz se diluyó entre los pasillos de la cueva—. Ugh, sí… Hazlo más…

Kaz no podía enfocar su mirada, podía ver sólo una oscuridad borrosa y el brillo de unos ojos rojos y sedientos de él.

Fue entonces que Tom jaló el cuerpo de su criatura y la obligó a quedarse boca abajo.

—Marca —Tom subió entre besos, la piel de la pequeña criatura se erizó ante la idea. Sus ojos morados brillaron con emoción, desprendieron un brillo lleno de anhelo y se quedó quieta, esperando ser reclamada porque ella así lo quería—. Kaz…

«Te detesto…»

Tom se detuvo.

—¿Tom…?

«Tommy»

Tragó la bola de baba acumulada en su boca, le dolía el corazón, cada latido martilló su pecho, lo hizo creer que se lo habían arrancado. Y comenzó a llorar.

—Kaz… —Tom abrazó el cuerpo delgado de Kaz, lo confundió al grado de que sus feromonas se volvieron cálidas para él—. Me duele… Me duele cada que respiro, duele. No quiero que duela. No quiero…

Kaz se acercó, colocó su mano sobre su pecho y ejerció presión hasta que lo hizo caer de espaldas. Tom acarició por reflejo la espalda de la pequeña y tersa criatura que continuaba sudando a causa del celo. Hoy que era el primer día sería más intenso que los demás, por eso le sorprendió que Kaz buscara darle una clase de consuelo al besar su mejilla y labios. Sus pequeños besitos se esparcieron por todo su rostro y Tom lo detuvo cuando las feromonas de Kaz se volvieron más fuertes.

Necesitaba de él.

—Nudo… —Kaz suplicó sobre sus labios, Tom abrió su boca para besarlo.

Adentró su lengua dentro de la boca de Kaz y la recorrió con demanda, ansioso por colonizar cada rincón. Podía sentir un líquido resbalar entre sus piernas, era pegajoso y con un aroma a feromonas que lo volvían loco.

Estaba enloqueciendo.

A unos cuantos metros, varias criaturas se acercaron atraídas por el aroma. Tom gruñó.

Se alejó de Kaz, miró de reojo que la criatura le suplicaba con la mirada que no tardara. Se quedó jugando consigo misma.

Esta vez eran tres. Tom no las consideraba una amenaza, pero eran molestas para su criatura, quizá por eso salió corriendo y las decapitó rápido, pues así volvería a su nido.

Cuando volvió Kaz se lanzó a sus brazos. Tom le correspondió, no pretendía hacerla quedar mal.

[…]

«Tommy»

Tom abrió sus ojos.

Unas fugaces lágrimas se deslizaron por sus mejillas y observó que Kaz continuaba dormido entre sus brazos, lo atrajo más con el anhelo de poder fundir sus cuerpos, mezclarlos como muchas veces lo hizo y poder dormir de esa forma, para siempre.

—¿Tom? —Kaz depositó un beso sobre su barbilla—. ¿Otra vez tienes esos sueños?

—Kaz… Me duele…

Kaz mantuvo sus ojos sobre los suyos, después colocó su mano sobre su pecho y escuchó a su corazón latir.

—Mi vientre arde —Kaz lo cubrió con sus manos—. Me duele, Tom…

Ambos se abrazaron cuando el llanto irrumpió en sus almas. Tom sostuvo a Kaz, mientras que Kaz se aferró a Tom.

Cada cierto tiempo era así, ambos no podían recordar nada, sin embargo, se tenían el uno al otro. Cada que compartían miradas sabían que algo mucho más profundo los unía, pero ninguno podía recordarlo.

Tres inviernos habían pasado de esa forma: Juntos.

Ninguno salía o se alejaba del otro, Kaz solía quedarse dormido la mayoría del tiempo y sólo despertaba para comer o compartir un momento a su lado. A veces salían por las noches buscando agua o sólo para tomar aire fresco.

A veces se acercaban a las otras criaturas que peleaban entre sí mismas, eran semejantes en apariencia pero muy distintas a la vez.

Por eso nunca se acercaron.

Tom creía que sólo existían ellos dos, pues hasta ahora jamás había encontrado a nadie que se les pareciera y la vez en la que sintió una presencia fuerte, se le escapó de los sentidos mucho antes de que pudiera localizarla.

Kaz también había salido de la cueva y Tom se asustó porque lo vio llorar.

Arropó a Kaz entre sus brazos, ambos continuaron entre la oscuridad, el sonido de la cueva indicaba que afuera llovía.

Era un sonido incesante, el goteo de las fisuras lo calmaban y hacían que Kaz dormitara.

—Kaz… —Tom susurró su nombre, su llamado fue suave y débil, casi sucumbiendo al nudo que ya estaba formado en su garganta—. ¿Deberíamos salir?

—¿Para qué hacerlo? No hay nadie más.

—Están ellos.

Kaz negó.

—Se parecen, pero no son como nosotros…

El incesante goteo continuó durante toda la noche y parte del día, cuando Tom abrió sus ojos, Kaz estaba afuera. Salió sólo para encontrarlo jugando con dos orugas que terminó aplastando al ya no considerarlas de su agrado.

—¿Qué debería cazar hoy?

—Vayamos hacia aquella parte —Kaz señaló el otro extremo—. Dijiste que ahí hay muchos como nosotros.

Soltó una risa burlona y lo abrazó por la espalda. Las mejillas de Kaz se incendiaron al instante cuando Tom depositó un beso.

—¿Quieres conocer a esas cosas? No sé cómo se llaman, pero… Son Aptas. Aunque no todas.

—¿Los que dices que son como yo? —Tom asintió—. Andando, Tom.

«Tommy»

Alejó también esa voz.

Poco a poco, Kaz alejaba esa voz, esos gritos y esas pesadillas, aunque cada que despertaba y lo veía la misma sensación de confusión e incertidumbre oprimía su pecho. Le hacía un hueco en el corazón y sus ojos ardían.

—Kaz…

Kaz alzó la mirada cuando fue llamado, a veces Tom sólo pronunciaba su nombre, pero no decía nada.

Cuando despertó sin poder saber nada sobre sí mismo, el primer pensamiento que tuvo fue hacer una pregunta que ni siquiera Tom podía responder: ¿Qué soy?

No había nada más que el vocabulario que hablaba y la manera en la que algunas cosas iban y venían como una clase de reconocimiento que le permitió adaptarse. Pero no había ningún otro recuerdo en su mente.

Mucho menos sabía cómo se llamaba, pero Tom tan pronto lo vio despierto comenzó a llamarlo “Kaz”. Eso era lo único que sabía, que se llamaba Kaz, y que la criatura que estaba abrazándolo era preciada y muy necesaria para su existencia.

Creía que no necesitaba nada más que su compañía, sin embargo, al tener esas constantes pesadillas donde lo único que podía escuchar era un llanto y unas súplicas desgarradoras, Kaz había desarrollado cierta ansiedad por querer conocer más cosas.

Sentía que de esa forma podría entender su existencia.

—Humanos, Infectados, Nivus y Mutantes —un día Tom llegó con información nueva, traía consigo a una criatura—. Alfa, Beta y Omega —continuó—. Ella y yo somos Alfas, tú eres un Omega.

—Lí-Líder… ¿Acaso usted no recuerda nada? Yo… Yo jamás tuve la oportunidad de conocerlo, pero sabía de usted.

—¿Qué es un Líder?

Kaz se sentó, a su lado lo hizo Tom y la mujer Alfa se comportó muy amable y les explicó todo lo que querían saber.

—La caída de Cedra sucedió a causa del Líder, de pronto su presencia desapareció y las Junglas se movieron, los Nivus ahora son un problema, pero su forma de vida sigue siendo la misma, así que podemos escapar de ellos. Han estado ocupados matándose con los Mutantes. Líder… ¿No piensa volver?

Tom ladeó su cabeza, sin entender a qué se refería con eso.

—Muchos de nosotros concordamos en algo; lo necesitamos, usted era el único que podía mantener estas tierras en paz y armonía. Ahora esto es un infierno… Pasaron 21 años, ¿sabe? Y durante ese tiempo usted mantuvo a los Infectados en orden, estableció jerarquías y los mantenía conscientes. Después desapareció y los Nivus se encargaron de matar y reproducirse como cucarachas, aunque le digo, los Mutantes y ellos se la pasan matándose… Al menos salió algo bueno en eso. Han pasado 3 años desde que dejamos de saber de usted, Líder, por favor… Regrese, hay más Líderes esperando por usted, ellos ahora protegen una ciudad, se volvió una de las más grandes y seguras porque está protegida por los Líderes.

—¿Quiénes son ellos? ¿Son como Tom? —Kaz se animó a preguntar.

—¿De verdad no recuerdan nada…? ¿Es culpa del Frenesí? —Tom gruñó cuando la Alfa no respondió la pregunta de Kaz—. ¡Lo siento! Uuuuh… Hay un Líder, se dice que es despiadado y tiene una inteligencia aterradora, se llama Keshan, él mantiene a otro Líder con él, pero no conozco su nombre, Cameron y Edgar eran sus subordinados más fieles, Líder, ¿se olvidó también de ellos? Ah, y están Nox y Mila, a pesar de todo no dejaron el continente. Hay otro Líder llamado Garret —A Kaz le punzó la cabeza con ese nombre—. Están todos juntos, pero cruzar hacia Ritan es difícil porque hay una gran Jungla de por medio —la Alfa dividió un círculo—. Aquí estamos cerca de Eliare, para cruzar a Ritan se debe pasar por la Jungla y yo no lo recomiendo, es peligroso.

—¿Por qué?

—Porque hay Nivus y Mutantes, se pelean pero si ven a un Infectado no dudan en ir a por él y… comerlo. Los Mutantes llegaron por culpa de Mictlán, así se llaman, querían usarlos para matarnos pero los Nivus hicieron de las suyas, se odian, pero… bueno, supongo que habrá sucedido algo, lo siento, no soy tan inteligente y sólo me he dedicado a sobrevivir. Ah, yo me llamo Lizbeth, un placer.

Continuó diciéndoles más cosas, Kaz estuvo agradecido con ello porque ya se hacía una idea de lo que había pasado.

La teoría de Liz, como había pedido su nueva compañera que la llamara, era que ambos entraron en Frenesí y perdieron la memoria, también les aseguró que tenían un lazo gracias a la marca de su nuca y esa era la razón por la que no podía reclamarlo.

Pues ambos ya se pertenecían, incluso si ninguno se recordaba.

Kaz era consciente de que tenía una relación profunda con Tom, pero no podía sentirla y no le bastaba con saber.

—¿Y tú no piensas irte? —Tom le preguntó a Liz pasando varios días, la Infectada estaba sentada afuera despellejando un conejo.

—¿Irme? ¡No! —canturreó—. Si estoy feliz de haberlos encontrado porque así podré sobrevivir. Voy a quedarme y seguirlo, Líder.

Continuó cantando feliz. Tom suspiró, pero no le dijo nada y aceptó que ella los siguiera a través de la cueva. Según Liz, esto tenía muchos pasadizos porque era una zona por donde pasaba el tren.

No sabía qué era un tren, pero tampoco tuvo necesidad de saberlo si ya no servía.

—Yo tampoco recuerdo sobre quién era antes —Liz les contó una noche mientras cenaban en la intemperie, detrás de ellos más Infectados estaban ya buscando un lugar cómodo para dormir. Primero había sido ella y ahora ya eran alrededor de quince—. Creo que nadie recuerda quién era, la infección no te deja volver jamás… Pero a veces tienes sueños que te dan pistas. Por ejemplo… yo sueño con una pantalla.

—¿Pantalla? —Kaz se interesó por demás—. ¿Qué ves?

—Es raro, sólo veo a una chica cargando un bebé en la pantalla. Y ya no puedo recordar nada más, pero persiste una y otra vez. A veces escucho la voz de una mujer, parece joven, me grita algo que no logro entender y me pongo nerviosa. Mis manos sudan y se ponen pegajosas… A veces lloro… No puedo recordarlo.

—Nadie puede —Emilia también se sentó con ellos—. Yo sé quién soy por esta cosa —alzó un diario—. Cuando recobré el sentido tenía esta cosa envuelta alrededor de mi cintura con cinta, parecía ser muy preciado al grado de que lo pegué a mi cuerpo. ¿Saben? Mi nombre real sí es Emilia, tengo una familia, aquí dice que quería volver a algún sitio llamado El Salvador, vine aquí a estudiar a la universidad y sucedió el brote… Bueno, no recuerdo nada de esto, pero quiero creer que lo que escribí es real. Ustedes dos son pareja, ¿no? Es bueno que se hayan mantenido juntos.

Así eran sus noches, se sentaban alrededor de una hoguera y después de que los Infectados descansaban hasta sentir que ya habían recobrado la fuerza, se animaban a acercarse y charlar. Nadie se conocía, nadie se reconocía.

Aunque estaban juntos, a veces sólo desaparecían sin dejar rastro y jamás volvían a verlos.

Tom solía permitir que estuvieran cerca siempre y cuando no se le acercaran.

Y Kaz sólo había tenido la oportunidad de conocer a los Infectados y Nivus, hasta que un día llegó esa pequeña criatura llamada Humano.

Aunque él también tenía un nombre.

—Elliot, ¿qué demonios…? ¿De dónde sacaste un omega?

Un humano que Kaz identificó como alfa se acercó hacia ellos, pero se cubrió la nariz ante el aroma de las feromonas de Tom y retrocedió.

—Piérdete, Grayson, debo llevarlo a la sala.

—¿Y qué me dices de él?

Elliot se giró confundido, pero se asustó tan pronto y vio a un Infectado cerca de ellos, no sabía cuánto tiempo los había seguido, pero era peligroso.

Grayson salió dispuesto a matarlo, traía su hacha balanceándose de lado a lado, justo a tiempo, quería ejercitar sus músculos.

—Estás infectado —Kaz atrajo la atención del alfa—. Si te acercas a él acelerarás más la mutación.

—¿Qué…?

—Es un Líder —respondió Liz y se cruzó de brazos—. Oye, no pretendía interponerme, pero, ¡arggggh!

Grayson le arrojó el hacha a la Infectada, se acercó para matarla, pero ella se zafó y corrió.

—¡Abajo!

Elliot se tiró encima de Kaz.

Kaz se confundió cuando escuchó ruidos, el estruendo llegó junto a más gritos y órdenes. Más humanos se pusieron a su alrededor y le dispararon a Tom, quien retrocedió por seguridad, pero no quiso irse.

—Van a morir —Kaz apretó la mano de Elliot—. Todos ellos…

Los gritos comenzaron, un aroma a feromonas iracundas y molestas se sintió en el aire. Grayson llegó hasta ellos y los arrastró hacia Eliare.

Kaz negó en dirección a Tom y lo vio marchar.

Cuando llegaron a la ciudad, ambos fueron arrojados hacia la tierra. A Kaz se le escapó el aire con el golpe y Elliot gritó enojado por la brusquedad.

—Acabo de salvarte la vida, jodida basura —Grayson pateó a Elliot, pero el omega no se dejó amedrentar y reaccionó peor.

—¡Eres un imbécil! —se lanzó como una fiera iracunda hacia el alfa y clavó un cuchillo en su mano, el alfa gruñó con dolor y furia—. ¡Muérete, hijo de puta!

—¡Mierda, alguien que separe a esos locos!

Los humanos se arremolinaron a su alrededor, Kaz no entendía nada, pero algunos de los que intentaron frenar la pelea acabaron con algún hueso roto o más de una herida.

—¿Puedo saber por qué están peleando como gatas en celo? —Una voz varonil se escuchó a través de todos—. Parecen peor que rameras en mercado de mala muerte, ¿no les han dado suficiente por el culo?

—¡Él empezó! —se defendió Elliot—. Por mí lo habría matado, mierda, ¡muérete!

Grayson retrocedió burlón, su risa cínica y divertida hizo que Elliot se lanzara directo a la yugular, pero otro humano lo atrapó y como si fuera una almohada apachurrable, lo abrazó.

Kaz sólo observó las piernas y brazos de Elliot agitarse en el aire, sus gritos y amenazas de muerte hacia Grayson y luego una mano le ofreció ponerse de pie.

Otra punzada le atravesó la cabeza. Sus ojos se mostraron confundidos cuando una imagen llegó como un relámpago y desapareció.

Un hombre joven le sonrió. Traía lentes y una bata color blanca, olía… Familiar.

—Hola, ¿puedes ponerte de pie? —el hombre jaló su cuerpo—. ¿Cómo te llamas?

—Yo…

—¡Kaz! —Elliot llegó hacia él y lo abrazó—. Qué hay, Doc, ¿qué lo trae fuera de su laboratorio?

—Bueno, seguía a Demon y de alguna manera acabé envuelto en una disputa, ¿tu nuevo amigo se llama Kaz?

—Sí, uhg… ¿Tiene una curita?

Todo era confuso.

Kaz veía la situación, pero no la entendía en lo más mínimo. De pronto estaban rodeados de muchos alfas, pero alcanzó a identificar una jerarquía.

Los alfas que habían hablado y tratado con Elliot eran los que mandaban por aquí.

No le quitó los ojos a Grayson, estaba ya infectado, pero la infección avanzaba lenta, supuso que en algún punto iba a entrar en Frenesí, como Liz les había contado.

La situación tampoco era buena allá afuera.

Pero Kaz ya no supo nada más porque lo llevaron a un cuarto donde lo interrogaron. Elliot también se mostró reacio a dejarlo solo.

—No recuerdo nada, sólo sé que me llamo Kaz.

—Kaz… ¿Sólo eso?

Estaba junto a Elliot, lo interrogaba un alfa llamado Demon, en el lado derecho, recargado en la pared, estaba Grayson cruzado de brazos y con los ojos cerrados. Del otro lado, y sentado en una silla de metal desgastada, estaba el alfa al que le decían Doc.

—Sólo eso —Kaz finalizó el interrogatorio cuando afirmó que sólo recordaba su nombre.

Demon no le proporcionó confianza en lo más mínimo por la forma en la que lo veía, el Doc también lo observaba con intriga, se estaba comiendo las uñas, Grayson por su lado tenía el ceño fruncido.

—¿Qué hiciste durante todo este tiempo, Kaz?

—¿Eres imbécil o qué? —Elliot azotó su mano contra la mesa—. Ya te dije que Kaz venía corriendo hacia acá mientras era perseguido por unos infectados y no recuerda nada más. Jódete, Demon, ya nos vamos.

—Elliot, por mucho que Adam te folle, no se te debe olvidar tu lugar.

La mesa salió volando, Kaz se encogió de hombros y después se planteó la idea de tenerle más miedo a Elliot que a los alfas, pues ahora mismo el pequeño omega ya tenía un cuchillo en el cuello de Demon.

—Si vuelves a decir una mierda como esa voy a rebanar tu garganta, ¿entiendes?

Demon alzó las manos.

—Vámonos, Kaz.

Lo último que escuchó fue un silbido. Grayson los siguió.

—¿Tú también quieres acabar degollado? —Elliot ya no estaba para sus bromas.

—Nah, sólo voy a casa… No me siento bien.

—Estás infectado —Kaz volvió a decirle—. Pero avanza lento.

—¿Infectado? Jooooooooooder, ningún bastardo me mordió, deja de decir mierdas.

—¿Morder?

—Oh, supongo que no lo recuerdas —Elliot le sonrió avergonzado—. Los alfas y betas se infectan mediante fluidos, pero a Grayson no lo tocaron y es imposible que esté enfermo.

—No… Tom… —Kaz guardó silencio cuando Grayson lo tomó por el cuello y estrelló su cuerpo contra una pared. Kaz gimió tras quedarse sin aire—. E-estás…

—Voy a matarte si lo dices de nuevo. No estoy infectado.

—Tom…

—¿Quién es Tom? ¿Acaso es algún idiota que te folla? No me extrañaría, Omega.

—¡Déjalo! ¡Grayson! ¡Lo estás lastimando!

Grayson sacó un cuchillo y se lo enterró en la pierna a Kaz, la sangre brotó de…

¿Qué demonios era eso?

Cayó al suelo, tosiendo y recuperando el aire. Le picaba la garganta conforme el oxígeno se adentraba en sus pulmones.

—¿Eso es sangre…?

—No lo toques —Kaz cubrió ese líquido amarillento y morado con tierra—. Es peligroso... Infección, tú… Tú estás infectado, Tom infecta por sus feromonas, las oliste, pero mezcladas con las mías, no sé cómo puedo recordar esto, pero sé que vas a mutar, no entrarás en frenesí. Nuestras feromonas cuando se mezclan no lo provocan.

Grayson maldijo y se fue por otra dirección.

Kaz se quedó sentado en el suelo, Elliot se quedó mirando la espalda de Grayson hasta que desapareció por un callejón.

—Oye… ¿Al menos puedo saber qué quieres decir?

—Es complicado, no recuerdo nada, pero sé que las feromonas de Tom pueden mutar, uh… sólo lo sé.

—¿Tom es el infectado que venía detrás de nosotros?

—Ustedes lo conocen como Líder.

—¿Y no te da miedo o algo así que yo vaya y se los diga?

Kaz se rio.

—Sé que no lo harás, no parece que te lleves bien con ellos.

—En lo absoluto, pero tengo curiosidad. Ven, ya casi llegamos a mi casa.

Elliot le dijo que debía quedarse con él porque era regla de Eliare que, quien encontrara sobrevivientes, debía hacerse responsable de ellos. Le contó sobre las reglas y sobre quiénes lideraban esta ciudad.

Se suponía que era igual de grande que Alfa, pero Kaz no pudo siquiera encontrar el final de esta ciudad con el recorrido que Elliot le dio para que pudiera conocer los trabajos a los que podría dedicarse.

—Quiero ser como tú —Kaz señaló su uniforme—. ¿Puedo?

—¿Soldado? Uh, claro… ¡Sería genial! Vamos con… —Elliot perdió la fuerza en la voz—. Escucha, incluso yo con Regis bajo la cabeza, ¿entiendes lo que quiero decir? Si te hace algo sólo acéptalo.

«Acéptalo»

De nuevo ese latigazo atravesó su mente. Kaz sacudió su cabeza.

Regis era el nombre de un alfa al que todos temían, incluso Grayson, quien se había pegado a ellos con la excusa de no tener nada mejor que hacer el día de hoy, le dijo que no le llevase la contraria a Regis. Kaz se preguntó si Tom hubiera permitido que ese humano le pudiera una mano encima y la respuesta llegó de manera tan natural que acabó sonriendo sin poder evitar ser presa de su pequeña emoción.

Por supuesto que no lo permitiría.

Fue Grayson quien tocó la puerta y le avisó a Regis que entrarían. Habían llegado a un edificio demacrado con el paso del tiempo, pero a Kaz no le quedó ni la menor duda de que en su momento siempre estuvo reluciente e iluminado. Entraron por la puerta principal y se deslizaron siguiendo a Grayson, tocó la puerta de metal y el sonido chirriante provocó un escalofrío en ambos omegas, quienes se acercaron por instinto y se mantuvieron juntos.

—Adelante.

Grayson entró primero.

Le siguió Elliot y al final él, Kaz se quedó a su lado y observó con intriga el lugar, estaba demasiado cuidado y ordenado. Pero fijó sus ojos en el alfa que estaba sentado detrás de un escritorio.

Cuando sus ojos se encontraron, no le quedó duda; era peligroso.

Porque era un Líder.

—Elliot… esta persona…-

—Te ves asqueroso, Grayson, ¿acaso te infectaste o algo así? —el Líder preguntó sin quitarle la mirada de encima, Kaz tragó saliva, ¿había recocido que tenía relación? ¿Podía reconocerlo? Sí. Algo le dijo que sí. Se le aceleró el corazón.

Hizo puño sus manos, suplicando a su instinto no sucumbir ante la presencia de otro alfa.

—Una mierda, Elliot se encaprichó con este omega y lo quiere en su unidad. Dale la autorización para poder largarnos y ver si se muere allá afuera el primer día.

Regis acarició su labio inferior sin despegar sus ojos de Kaz.

—¿Cómo te llamas?

—Kaz…

—¿Y quieres salir afuera, Kaz? Los Nivus cada vez se vuelven más descarados, Elliot es de los pocos omegas que continúan en sus unidades porque tiene tendencia al suidicio, ¿no, Elliot?

El omega agachó la cabeza.

—Estaré bien, Elliot dijo que me enseñará todo.

—¿Supongo que también te sagrada la idea de cortar tus venas? Bueno, no tengo derecho a juzgar.

Grayson golpeó la pared y los hizo brincar.

—Cuida tus palabras, Regis.

—Grayson, creo que deberías pensar mejor las cosas, mi oferta sigue en pie.

—Olvídalo —Grayson se acercó al escritorio y sacó un papel que firmó él mismo y se dirigió hacia la salida—. Estos carajitos estarán bajo mi cargo.

Regis se quedó riendo. Una risa que le puso la piel de gallina. Kaz logró respirar aire fresco cuando salieron de la oficina y caminaron hacia la salida de Eliare.

—Gra-gracias… —Elliot corrió hacia Grayson—. Por no dejarnos solos…

—¿Le das las gracias a un bastardo como yo? Bien, bien, muñeco, vamos a destripar unos cuantos infectados.

—¿Por qué matarás a tus compañeros? —Kaz ladeó la cabeza—. No deberías.

—¿Compañeros…?

—Estás infectado.

Grayson suspiró.

—¿Y?

—Puedo decirle a Tom que te mute, serás como el Líder llamado Regis.

Grayson y Elliot se detuvieron.

—¿Qué dijiste?

—Ese alfa, Regis… No es humano.

—Imposible, estás demente. No recuerdas nada y vas por la vida jodiendo a todos, ¿no? No sería la primera vez que…

Grayson se cubrió la boca para retener una arcada, pero el vómito por más que intentó contenerlo terminó deslizándose por entre sus dedos y goteó hacia la tierra. Kaz observó sin inmutarse, mientras que Elliot se asqueó y también tuvo arcadas.

El alfa se tambaleó hacia atrás, pálido.

—Estás infectado —aseguró.

—No, no fui mordido…

—Feromonas, ¿sabes por qué cayó Cedra? Fue porque Tom los infectó a todos con sus feromonas, se dice que de los 200 mil habitantes no sobrevivió ni un tercio. Tú te infectaste gracias a nosotros, pero la infección avanza lento. Si buscamos a Tom podrá ayudarte.

Grayson torció los ojos.

—Si de verdad estoy infectado —Grayson le dio su hacha a Elliot—. Este muñeco va a matarme, ¿cierto?

—Estás loco.

El alfa soltó una carcajada.

Le creía a ese omega llamado Kaz. Le creía porque desde la mañana que se había sentido asqueroso. Le dolía la cabeza, el cuerpo, tenía temperatura y el vómito no paraba. Parecía que había una licuadora que hacía un puré con sus intestinos.

Cuando salieron afuera, lo primero que hizo Grayson fue respirar aire fresco, llevó a Kaz hacia la zona donde siempre entrenaban a los nuevos y le explicó cómo disparar.

Para su suerte, el omega tenía noción del cómo sostener una M4. Supuso que sólo era memoria muscular.

Pasaron dos días así, al tercero Grayson ya estaba a nada de colapsar.

—No podemos regresar… No podemos, lo van a matar —Elliot estaba limpiando el sudor de la frente de Grayson—. Pero no lo mordieron, ¿cómo…?

—Feromonas —Kaz señaló detrás de las montañas—. Tom está ahí, si podemos ir…

—Joder, bien, iremos… Deja ir por el auto.

Grayson negó, por la forma en la que intentó retirar el seguro de su arma, entendió que quería dispararse y terminar con su vida, pero Kaz la alejó de un manotazo y buscó a Tom. Era difícil encontrarlo, era como un fantasma y a menos de que estuviera frente a él, jamás podría encontrarlo.

Pero sabía que Tom estaba cerca, siempre lo estaba.

—No es malo infectarse —Kaz susurró—. Tú eres Apto.

El alfa vomitó más sangre y se hizo un ovillo, su apariencia ruda que días atrás había mantenido ya se había esfumado con el dolor de la infección. Estaba a nada de convulsionar con la fiebre.

Elliot llegó con el auto.

—¿Hacia dónde debemos ir?

El alfa era pesado, Elliot y Kaz tuvieron más de un problema para subirlo al auto, ninguno pudo mover su cuerpo, así que desistieron y se mantuvieron sentados ahí mismo, agitados.

—¿Va a morir?

—No, sólo… Va a infectarse.

Los ojos de Elliot estaban rojos.

—Y después lo matarán.

Kaz suspiró.

—¿Quieres salvar a Grayson? Creí que te caía mal.

—¡Lo odio! Lo detesto tanto que quiero que muera, ¡pero no así! Este idiota no debe morir siendo un infectado, es un imbécil, pero… Es el único que me defiende de Regis y Adam…

Conveniencia.

Elliot no podía perder a Grayson porque le convenía que estuviera vivo y a su lado, ¿quería salvarlo? No, quería salvarse a sí mismo.

Kaz llamó a un Nivus, el infectado se plantó frente a ellos y emitió un pequeño gruñido, no lo respondió, sino que le pidió perdón y lo envió hacia los humanos.

Sólo así pudo ir en busca de Tom, quien salió a encontrarlo.

—Kaz, ¿te divertiste con los humanos?

—Necesito de ti, Tommy.

Ambos se quedaron fijos en sus lugares. Kaz se llevó una mano a la boca y Tom al pecho, el agarre de Tom ejerció presión sobre su muñeca y Kaz se tambaleó hacia su pecho, dejándose abrazar.

—Kaz… Dilo de nuevo.

—Tommy… Ayuda a Elliot, por favor…

Tom lo cargó y corrió hacia los humanos, Elliot gritó apenas y Tom se acercó a ellos, Grayson sólo abrió sus ojos y volvió a cerrarlos.

—Allá adentro hay otro Líder, pero no es como tú, haz que Grayson sea como tú —Kaz dio sus indicaciones—. Que no entre en Frenesí.

—¿Otro Líder? —Tom emitió feromonas y se cortó la muñeca. Su sangre goteó sobre la boca de Grayson—. Lo he sentido, pero no muestra hostilidad.

—¿Qué se supone que está haciendo? —Elliot comenzó a comerse las uñas—. Es la primera vez que veo algo así, Dios, ¿estará bien? Si se muere me muero también, ¿entiendes?

—Tu alfa estará bien —Tom respondió.

—¡No es mi alfa! Es más, trágatelo, nadie lo quiere, está loco. Cómetelo, ¡o cómeme a mí!

—Me lastimas mi pequeño y frágil corazón —Grayson bromeó cuando recobró la consciencia—. Pensé que me querías al menos un poco…

Elliot enrojeció.

—¿Qué relación tienes con ellos? —Elliot preguntó cuando Tom les avisó que Grayson estaría bien, pero que debía descansar—. ¿Eres humano?

—Creo… que lo fui hace un tiempo —Kaz respondió confuso.

—¿Qué me dices de él?

—No recuerda nada porque entró en Frenesí. Ninguno de nosotros puede recordar algo.

—¿Entonces un día se encontraron y se enamoraron? Dios, suena a un cuento de hadas.

—Kaz llegó conmigo en Cedra —Tom ladeó la cabeza—. Me lo dijo León antes de irse, dijo que era mi omega.

Elliot asintió, sabía que allá afuera había dos tipos de infectados, los que siempre estaban en Frenesí y los que salían de él. Más de una vez se habían topado con ellos, incluso habían hablado y compartido información.

Conocía a los Líderes.

Sabía que este continente, antes llamado Europa, tenía muchos Líderes, pero al ser un pequeño soldado no tenía demasiada información. Todo esto lo había escuchado sin querer de Adam.

Se lo pensó un poco, o quizá nada.

Grayson necesitaría apoyo.

—Tú también vienes —Elliot señaló a Tom—. Mientras no te comas a nadie no te harán nada y necesitas controlar a Grayson.

—¿Por qué me mezclaría con porquerías como ustedes? Los humanos sólo sirven para alimentarnos 

—Voy a fingir que no me llamaste porquería y te lo propondré de otra forma: Si no vienes voy a dormir con Kaz todas las noches y lo abrazaré hasta el amanecer.

Tom gruñó.

Por su lado, Kaz parpadeó, perplejo.

—¡Iré! —Tom señaló a Elliot—. Kaz es mío, lo tocas y voy a matarte.

—Atrévete y te lo robo cuando menos te lo esperes.

—Humano cochino… Sinvergüenza.

Elliot estalló en carcajadas al punto de agarrarse el estómago, ¿no les tenía miedo? Actuaba de una forma tan irracional, tan fuera de todo esto, que Kaz no lograba entenderlo, pero había algo que podría afirmar incluso si no le conocía mucho: era confiable.

Quizá concluyó eso en parte porque Tom continuaba peleando con él, pero no era hostil.

Elliot le explicó a Tom el proceso del interrogatorio, también le dio una coartada porque sería extraño que tampoco recordara su pasado. Cuando Grayson despertó, sólo dijo que estaba demasiado cansado y quería dormir, algo que Elliot le permitió y omitió el hecho de que se había infectado y ahora también era un Líder, como lo había llamado Tom. Dejaría las respuestas para después.

También agradeció que esta vez sólo estuviera Demon y él interrogara a Tom rápido. Se fue tras decirle que se quedaría bajo el cuidado de Elliot y que podría ir a un recorrido mañana para encontrar algún trabajo.

—¿Estás bien? —Kaz entrelazó sus manos, Tom sonrió—. Estás incómodo.

—Las feromonas son fuertes y mezcladas, podría ser difícil para él.

—Sí, pero estamos juntos, ¿no?

—Siempre estaremos juntos, Kaz.

Kaz sonrió, siguieron a Elliot hasta su casa y fue Tom quien arrojó a Grayson como un costal de papas al suelo, el alfa se quejó, pero continuó durmiendo.

Y de nuevo Elliot les explicó cómo funcionaba Eliare.

—Aquí no existen los celos —Elliot se sentó frente a ellos—. Cuando un omega entra en celo se enlaza a un alfa.

—¿Tú no?

—No, afortunadamente jamás he presentado uno, aunque sólo es cuestión de tiempo para que eso pase. Algunos alfas lo han intentado forzar, pero… bueno, sólo no ocurre.

Kaz miró a Grayson.

—¡Ah! No, este odiota se mantiene aquí porque le gusta joderme, pero no es lo que piensas, podrá ser una basura, pero no esa clase de basura.

—¿A qué te refieres…?

El pequeño omega se encogió de hombros.

—Lo único que sé por su propia boca, es que tenía una hermana mayor, era omega… La perdió una noche en la que unos alfas la destrozaron, la dejaron tan mal que agonizó por días gracias a las infecciones de ahí abajo —señaló sus genitales—. Grayson acabó con su sufrimiento… Me lo dijo una vez estando ebrio y golpeado, se peleó con Adam.

—¿Adam te lastima?

—A muchos de nosotros, pero yo soy el favorito. Como les digo, Grayson es el único loco que le pone un alto. No saben cuántas veces me ha salvado la vida.

Kaz asintió, había creído que Grayson era malo, pero ahora entendía que sólo era un estúpido, como Elliot lo llamaba.

Esa noche Kaz se mantuvo al lado de Tom, quien no dejaba de estar alerta, algo que le pareció tierno.

—¿Estás nervioso? —Kaz se dejó arrastrar por Tom en unos movimientos fluidos entre ambos—. Tom, aquí no hay nadie más, al menos no como nosotros.

—Lo sé, sólo hay humanos.

—Deberíamos disfrutarlo un poco, ¿no te gustaría?

Tom asintió, lo hizo girar sobre sus talones y Kaz acabó entre sus brazos, cerró sus ojos.

—Eres mi omega, siempre voy a cuidarte, Kaz.

«No me tengas miedo, no voy a lastimarte. Siempre voy a cuidarte, Kaz, eres mi omega»

Sus ojos enrojecieron, Kaz abrazó a Tom y le susurró que estaba cansado, ya no quería pensar en nada más, tampoco sentir dolor en su pecho o creer que su vientre se desgarraba.

Pero la constante sensación de estar vacío era agonizante, no sólo su vientre lloraba la pérdida de algo, sino que la opresión en su pecho se volvía más y más sofocante cuando esos sueños donde había muchas personas a su alrededor llegaban.

Una mujer, dos chicas, y después muchas personas iban y venían como fluctuaciones que pronunciaban su nombre y desaparecían tras abrir sus ojos.

Kaz lloraba cada vez que soñaba con ellas.

Pero esa noche fue distinta, por primera vez en mucho tiempo, Kaz logró dormir sin tener algún sueño que lo despertara a mitad de la noche. Al día siguiente despertó entre los brazos de Tom, recordó que la primera vez que lo conoció también despertó de esa forma.

Tom desde entonces lo abrazaba y mantenía protegido, cálido.

A veces, cuando Tom le preguntaba si estaba incómodo, Kaz le respondía que no. Porque no lo estaba, era extraño que una criatura a la cual no recordaba, lograra hacerlo sentir seguro y cómodo, pero Kaz no pensaba mucho en eso y sólo se dedicaba a aceptar la sutil forma en la que sus mejillas enrojecían.

Y cuando menos lo acordó, Kaz ya estaba entre los brazos de Tom, entregándose a él y rogando por una marca, una unión que ninguno de los dos podía sentir y los frustraba.

—¿Despierto al fin? —Kaz preguntó cuando Tom se estiró con pereza—. Creo que hoy te darán un recorrido.

—Quiero estar contigo.

—Sip, puedes decirle a Elliot, te agrada, ¿no?

—¿Ese humano cochino? No, lo habría matado de no ser porque tú me dijiste que no podía matar humanos.

Kaz ladeó la cabeza.

—¿Lo hice…?

Tom lo miró, ambos podían ver la confusión en sus miradas.

—Creo… No sé por qué lo dije, sólo…

—Sí, está bien, lo entiendo —Kaz besó la punta de su barbilla—. Vamos a cambiarnos.

El estruendo que los hizo brincar alejó sus tareas matutinas, Kaz fue el primero que salió corriendo y encontró que Elliot intentaba frenar a Grayson, ambos pelearon de la manera más… Bestial que había visto hasta ahora.

Grayson sólo lanzaba manotazos y gruñía, su propósito era llegar a la puerta, mientras que Elliot lo empujaba y gritaba de la misma forma que se mantuviera tranquilo y le dejara explicar qué pasaba.

Los gritos y gruñidos se mezclaron con jadeos y súplicas, el pequeño omega tenía una fuerza asombrosa por la forma en la que contenía al alfa.

—Detente —Tom ordenó.

A Kaz se le erizó la piel con su orden y miró que Grayson frenaba su ira para prestarle atención—. No puedes morir, si sales y entras en Frenesí vas a olvidar todo, ¿quieres desperdiciar la oportunidad que te dio tu omega?

Grayson los miró incrédulo, apenas logrando entender qué sucedía, pasó sus ojos entre ambos omegas y después recayó en el alfa, lo reconoció al instante.

Un Líder.

Y el responsable de la caída de Cedra y miles de pérdidas.

—¿Por qué está este bastardo aquí? ¡¿Tienes una puta idea de todo esto?! ¡¿Crees que Adam se va a quedar quieto si se entera que trajiste al responsable de que todo esto se esté yendo a la mierda?! ¡Joder! —Grayson golpeó la pared e hizo un hoyo, la casa tembló—. ¡Joder, Elliot!

Elliot se sintió pequeñito. Jamás le habían gritado así, sobre todo Grayson, quien en su mayoría sólo lo molestaba y después le pedía perdón de manera burlona y cínica. Pero esta vez era distinta, se sentía mal por la mutación, estaba pálido y con un tono amarillento que delataba su enfermedad. La forma en la que sus venas se exaltaban conforme más intentaba controlar su furia acobardaron a Elliot, quien se hizo chiquito ante el alfa y gimió, bajito y angustiado.

Tom también reaccionó a eso, pero no de la misma forma en la que lo hizo Grayson.

El omega estaba llamando a un alfa, pero al no estar enlazado a nadie, cualquiera podría responder su llamado y eso era a su vez, peligroso porque Grayson no estaba bien.

—¿Me tienes miedo? —bramó Grayson—. ¿Tienes miedo de mí, Elliot?

No hubo respuesta, el pequeño omega se dejó caer cuando sus piernas perdieron fuerzas y el alfa se agachó a su par. Su corazón iba a explotar si continuaba así, pero no podía hacer nada.

Estaba congelado ante el miedo.

—Te salvó la vida —Kaz interfirió—. Dijo que no podía perderte, él… Él dijo que te necesita.

Grayson rio con fuerzas, la demencia le estaba diluyendo la cordura por la forma en la que arremetía y después se reía.

—¿Me necesitas…? —Grayson sujetó con brusquedad el rostro del pequeño Elliot, sus feromonas eran muy sutiles—. ¿En qué sentido?

Elliot buscó ayuda en Kaz, pero ni siquiera sabía qué clase de ayuda necesitaba. Volvió a gemir, Grayson ya estaba sobre él.

—N-no… Grayson…

—Si no me respondes voy a salir en este jodido instante e iré con Adam. Le diré que me infecté y tienes a un Líder escondido aquí. Me dirás, ¿no es así?

Elliot negó.

—Bien.

—¡Deja de ser un imbécil! —Elliot gritó cuando Grayson se dispuso a salir a suicidarse—. ¡Te necesito porque gracias a ti Adam no se acerca! Pero no pienses que es por otra cosa, tú serías la última basura a la que yo me atrevería a querer. Eres un estúpido, te odio porque siempre me molestas, pero después llegas y me das un dulce, ¡¿crees que eso está bien?! Me… Me dejas a merced de Adam y después interrumpes en su casa y me sacas de ahí como si yo… Como si yo no fuera más que un juguete. Por eso jamás podría quererte o esperar algo de ti, ¿quién podría querer a un bastardo que sólo juega al tira y afloja? Ahora ven aquí adentro y quédate quieto, si mueres Adam vendrá por mí. Voy a usarte de ahora en adelante y vas a conformarte con eso.

—Espera-

—¡Entra de una puta vez!

Grayson se encogió de hombros, pero entró.

Kaz miró que Tom no dejaba de verlos, estaba tan perdido en sus recuerdos que tuvo miedo en preguntarle qué pasaba, así que tiró de su cuerpo y lo llevó hacia el cuarto.

Elliot esta vez se sentó en el suelo por voluntad propia y se quedó hecho una bolita. Estaba llorando y Grayson no ayudaba en nada.

—Lárgate —chilló el pequeño omega.

—Me acabas de pedir que me quede, ¿sufres bipolaridad? ¿Te vendrá el celo? ¿O acaso soy tan importante para ti?

Grayson también se sentó a su lado y soltó un suspiro.

—Cualquiera que me defienda de Adam sería importante, no te sientas especial.

El alfa rio.

—Te salvo porque odio la idea de verte medio muerto de nuevo —el alfa alzó las mangas de su sudadera y acarició las cicatrices en su brazo interior. Iban desde su muñeca hasta casi llegar al codo y no habían sanado bien por falta de material quirúrgico, por lo que sus bordes eran una clase de piel pegada por sí misma y costras arrancadas durante las noches de insomnio—. Así que dime, Elliot, ¿de verdad no significo nada para ti?

—¿Yo significo algo para ti?

—Una molestia.

Elliot torció los ojos.

—Imbécil…

Corrió a su cuarto para cambiarse y salir a reportar que Grayson estaba enfermo, aunque Demon no se lo creyó del todo, aun así no le dijo nada y le dio el día libre con la condición de reponer las horas extras cuando se le solicitara.

—¿No vas a ir a descansar o algo así? —Demon alzó su vista de los papeles que leía—. Si no irás, ayúdame a organizar esto.

—¿Conoces a los Líderes?

—No, sólo los Altos Mandos pueden.

—Pero Grayson dice que él sabe quién es el Rey.

—Ese imbécil debió de haber leído algo las veces que buscó a Adam.

—Bueno, tienes razón… Adam es bastante descuidado con sus cosas.

Demon levantó la mirada.

—¿Sucedió algo con Adam?

—No… No desde la última vez que…

La puerta se abrió, Elliot sonrió feliz de ver a Park, quien sonrió como un rayito de sol y los saludó.

—Mayor, los Infectados comenzaron a alejarse desde la noche, hoy no se han reportado avistamientos.

—¿Se fueron? ¿Habrá sucedido algo?

Park explicó que los siguieron hasta que cruzaron una ciudad demolida y se perdieron en lo que conocían como Jungla, iban charlando y no parecían estar en Frenesí, por lo que, quizá… había aparecido algo que llamaba su atención e iban en su búsqueda.

—Procede con la ampliación.

Debían aprovechar este momento para ampliar Eliare, además de querer llegar hacia Mar, por lo que no podían perder el tiempo.

Elliot se quedó escuchando porque a estas alturas Demon no le prestaba atención, era algo normal que se quedara en su oficina cuando tenía muchas cosas en la cabeza porque Demon era de pocas palabras y siempre respondía de manera muy… Científica.

Park por su parte era como un cachorro que solía ser animado y feliz sin importar las adversidades de la vida. 

Grayson era un imbécil.

Adam era un monstruo.

Y Regis… Regis era un demonio.

Cuando terminó de acomodar todo, Elliot se dispuso a irse, pero fue detenido por Demon, el alfa lo olfateó un poco antes de alzar su rostro y besarlo. Un beso corto y superficial que Elliot profundizó con ansiedad

Acabó sobre el escritorio y aferrado al cuerpo del alfa, esta vez había sido él quien pidió seguir, continuar hasta que se le olvidara su nombre porque su corazón dolía. Parecía que los gritos de Grayson lo habían herido y quebrado un poco.

—¿Esta vez soy yo? —Demon ya estaba desnudándolo—. ¿Crees que Adam va a sentirse feliz si se entera que abriste tus piernas para mí?

—Simplemente le diré que me forzaste y ya está.

El alfa ronroneó.

Elliot cerró sus ojos cuando Demon sólo abrió sus piernas y lo penetró, siempre era así. El placer llegaba para una sola parte y todos lo sabían porque su cuerpo jamás se lubricaba por más que lo estimulaban. Podría llegar a sentirse bien, pero jamás reaccionaba como un omega o cualquier persona normal que disfrutaba de un buen polvo. Pero eso no significaba que no lo necesitara, Elliot sólo usaba esto como una vía de escape y Demon era de los pocos con los que disfrutaba estar.

Era callado y sólo se dedicaba a satisfacer su hambre.

Elliot podría soportarlo porque una vez terminando el alfa lo dejaba solo.

—Repórtate a trabajar cuando Grayson mejore, dos omegas allá afuera es lo último que queremos.

—Sí…

Demon se fue tras terminar. Elliot se acomodó la ropa y salió sin pensar mucho en su apariencia, todos sabían que era una clase de pelota que rebotaba entre los alfas que más se respetaban en Eliare. Y agradecía que uno de esos fuera Grayson porque de esa forma nadie se atrevía a decir algo ofensivo. Y eso no significaba que no lo pensaran.

Aunque… si alguien algún día le dijera algo relacionado a Grayson, Elliot tendría que decirle que jamás se había acostado con él.

Grayson siempre preguntaba esa mierda y Elliot siempre la respondía.

«¿Quieres hacerlo?»

«No»

Cuando se negaba, el alfa se alejaba y no tocaba el tema hasta tiempo después, cuando ambos estaban cómodos y podían bromear u ofenderse como era costumbre. También sabía que pasaba sus celos solo gracias a un comentario de Adam.

Al final se detuvo en un puesto de comida callejera y recordó que Kaz le había dicho que Tom sólo comía carne cruda, así que compró más y se anotó que debía mencionarle a Grayson pedir su cambio al equipo de caza, pues de esa forma podrían traer presas más grandes al ser unos Infectados y tener ventaja. Había analizado los pros y los contra.

Y sólo veía ventajas.

Se sintió feliz de haber encontrado a Kaz porque él también era muy inteligente y tranquilo, algo que de verdad necesitaba en su vida; tranquilidad.

Y tras llegar a su casa se encontró con Kaz en la cocina, Tom estaba a un costado y Grayson frente a Kaz, parecía que hablaban y se callaron al sentirlo llegar.

Los alfas también se cubrieron la nariz cuando se acercó.

—Sé que no me he bañado en una semana, ¿pero tan mal huelo?

—No es eso… —Kaz se encogió de hombros—. Es… Es el aroma de las feromonas, es molesto para ellos.

—¿Feromonas?

—¿Te divertiste con Demon mientras yo estaba aquí valiendo mierda? —Grayson atacó.

El rostro de Elliot se puso rojo y retrocedió, apenado.

—Lo siento, yo…-

—Es irritante el aroma de las feromonas para un alfa —Tom ladeó la cabeza—. Son hostiles, irritan.

—No las puedo identificar porque mi celo no ha llegado… Lo siento.

—Tu alfa está enojado.

—¡Que no es mi alfa!

Kaz suspiró.

Grayson se levantó de la mesa, molesto. Elliot les dijo que era comida y que comieran sin esperarlos, así que corrió detrás del alfa hasta el cuarto.

—Ven aquí.

Grayson lo sujetó con fuerza y lo arrojó hacia el baño, Elliot chilló cuando su espalda rebotó contra las baldosas opacas y agrietadas. Después sólo se quejó cuando el alfa tiró agua sobre su cuerpo y comenzó a tallar su cuerpo de forma brusca.

Lo lastimó un poco, pero podía sentir su enojo, así que sólo guardó silencio y retuvo las lágrimas.

—Maldita sea… —masculló el alfa—. ¡Joder!

Otro golpe que partió las baldosas, Elliot se hizo pequeño y bajó la mirada. ¿Por qué estaba tan enojado? Jamás se había enojado porque se acostara con otros alfas.

—¿Por qué…? —Elliot alzó su rostro y se quitó la playera para recoger un trozo desgastado de jabón—. ¿Por qué estás tan enojado?

Sus manos húmedas se deslizaron debajo de la playera del alfa, lo sintió contraer el estómago pero no se le ocurrió otra forma de calmarlo.

—¿Estás enojado porque me acosté con alguien más o por las feromonas?

Grayson no supo qué responder.

—Incluso Tom se irritó.

Con esa respuesta lo dejó solo.

Elliot se dejó caer de vuelta en el baño y dejó que sus lágrimas fluyeran sobre sus mejillas. Las sentía calientes a diferencia del agua helada.

Continuó ahí dentro por un rato, sólo podía llorar y temblar, creer que habría sido mejor morir aquel día porque ya no tenía valor para intentarlo una vez más. Encima hoy Grayson le había gritado y tratado mal, por eso, cuando lo vio abrir la puerta agitado al no obtener respuesta, Elliot se confundió de ver un rostro aterrorizado por la idea de encontrar a un omega desangrado en el baño una vez más. De dos zancadas llegó hacia él y pateó los pedazos de baldosa lejos.

Grayson se agachó a su altura y, sin darle tiempo de nada, lo abrazó.

Elliot cerró sus ojos, de verdad…

Sentía que un día de estos simplemente se destrozaría y cometería alguna tontería.

Las heridas marrones en sus muñecas ardieron, recordándole que ya había fallado una vez y no habría una segunda oportunidad.

—Lo siento —Grayson se disculpó—. Elliot… perdóname, no debí tratarte así.

No hubo respuesta, o al menos no la que Grayson esperaba, por eso sólo se dedicó a desvestir a Elliot y bañarlo al ver que el omega no tenía intención de salir por sus medios.

Después lo llevó a la cama y lo recostó para irse y dejarlo descansar.

Aunque sólo por hoy, este idiota no debía acostumbrarse a ser tratado como un ser humano.

No con Adam rondando cerca.

NOTA.

EXTRA 1 LISTO ૮₍ ˃ ⤙ ˂ ₎ა Tiene 9,593 palabras ≖ᴗ≖

Hecho especialmente para que se resuelvan las dudas después de ese final y no se derrumben creyendo que Kaz y Tom se odian o se separaron qwq/

(Todo eso se va a profundizar mejor cuando veamos el punto de vista de Tom o él mismo nos lo cuente cuando interactúe más) (≧∇≦)

Elliot bebé ( ᐪ꒳ᐪ ) Es el segundo personaje que es así de explosivo, además de Oliver, pero creo que Oliver todavía se controla un poco, Elliot anda mod: quien tenga miedo a morir que no nazca xD Su relación con Grayson es muy desastrosa, de lo poco que vimos, ¿qué alfa les gustó más?

Grayson te amo <3

Me encanta que Tom se haya quedado con Kaz a pesar de todo y ambos sepan son el uno para el otro y se mantienen juntos ‎₍ˆ ̳ ,  ̫ , ̳ˆ₎ a decir verdad nunca estuvo en mis planes alejarlos porque, en primer lugar, sería difícil hacerlo dada la personalidad de Tom y su dependencia emocional hacia Kaz jajjajajaja

Conocemos a Elliot y sus basuras, digo, sus alfas. Aunque yo les digo que de todos ellos sólo Park y Grayson me caen bien, Demon es muy arrogante, Adam… Adam es un asco de ser vivo y Regis es……. Bueno, Regis es un monstruo.

Por cierto, estoy planeando hacer el live, ¿qué piensan de eso? Les gustaría hablar un poco? (≧∇≦) 

Les voy a subir 5 extras y 5 especiales <3 Cada extra muestra el punto de vista de un personaje en específico, aquí les dejo un adelanto del extra de Juliana:

EXTRA 2

DESPUÉS DEL BROTE.

El Segundo Brote surgió con la caída de Cedra.

Juliana contuvo el aliento cuando le disparó a varios infectados que quisieron entrar a Ritan, era algo que no se detenía por más que los Líderes intentaban contenerlos. Muchos no habían salido del frenesí y ahora eran una minoría que se mantenía cerca y ayudando a contrarrestarlos.

Gracias a eso ahora las personas habían comenzado a llamarlos Infectados y a los que jamás salían del frenesí continuaron llamándolos Nivus, nada cambió, a excepción de la ausencia del Rey.

Todos habían creído que tenían la situación bajo control, pero fue todo menos eso; ahora ni siquiera tenían señal, no tenían manera de comunicarse con otras ciudades desde que el corto circuito de Cedra había achicharrado la planta eléctrica. Por lo que tampoco tenían luz.

Lo poco que habían logrado rescatar de Cedra ayudó en gran parte a sustentar Ritan por unos meses, pero la población había crecido, así como los Nivus se habían salido de control y la gente comenzaba a pasar hambre una vez más.

—Oh, hola —Juliana se recargó en Edgar y aceptó un pequeño beso en la mejilla—. Dime que traes algo para comer porque muero de hambre.

—Pescado.

—¿De nuevo…? Me saldrán escamas a este paso.

El alfa la abrazó antes de llevársela poco a poco hacia un costado con la excusa de que comerían juntos, pero Juliana sabía que Edgar tenía semanas sin probar un bocado.

—Es complicado —respondió lo mismo de siempre cada que le preguntaba por qué no se alimentaba.

«Es complicado porque sólo puedo comer carne humana» Juliana completó en su mente.

Lamentaba bastante que Edgar tuviera que pasar por esa situación, en realidad, los Infectados se habían debilitado mucho al grado de que la mayoría se la pasaba debajo del puente, unos acostados, otros sentados. No se movían mucho porque se quedaban sin energía demasiado rápido y se estaban dejando morir, como Doug, quien se terminó matando un día al no soportar el hambre.

Quizá esta era la respuesta, muchos lo pensaban aunque no lo dijeran, esperaban impacientes, aguantando dentro de las ciudades, a que los Infectados y Nivus se mataran entre sí o murieran de hambre.

O bien, los humanos sólo podían esperar el día en el cual ellos murieran al no tener alimento.

—¡Tiana! —una pequeña voz atrajo su atención, Juliana sonrió en cuanto vio esos bonitos ojos morados sonreír emocionados y felices—. ¡Voví, Tiana!

‎₍ˆ ̳ ,  ̫ , ̳ˆ₎

Estos extras están desarrollados en distintas líneas del tiempo, el de Elliot y Kaz estuvo situado 3 años después de la caída de Cedra, el de Juliana, como pueden ver, está situado meses después (^▽^)/ y así nos iremos hasta llegar a los especiales, que son historias randoms que nos cuentan la vida de los personajes secundarios y nuestros personajes principales conviviendo sin tomar en cuenta la trama de la novela (por lo que no se va alterar nada) (≧∇≦)

¿Les gustó este extra? Mirros se despide con mucho love pa'tú<3

Pd: Siento que este mundo es similar al de El Destino y la Muerte porque ahí también todo se explica en los extras JSJSJSJSJSJA esta novela sigue la misma línea, lol

Continue Reading

You'll Also Like

125K 12.2K 77
Los personajes no son míos, son de DC cómics, exceptuando algunos provenientes de mi cabeza. Espero que les guste!!! 12/1/2020 6/2/2021
14K 1.6K 22
Nota: Esta es una adaptación de una historia que escribí hace muchos años (es de mi completa autoría pero aprovecho para recordarles que no tengo aut...
386K 44.4K 32
Solo el 2% de la población mundial son omegas masculinos, Jae es el único de su instituto y no lo ha hecho popular, sino todo lo contrario. Por lo mi...
39.7K 5.1K 20
Male! Reader «★» Willy Wonka llegó a buscar su fortuna, pero en el camino se encuentra con un joven que robará su corazón y lo ayudará a entender qu...