Dear Ed: [Ed Sheeran]

Od Kryscraper

11K 1K 564

"Querido Ed: ¿Cómo pudimos destruir está bonita amistad? ¿Ahora qué hago con éste corazón roto? Podría echa... Více

Querido lector
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Querida Beth: Ya no tengo tantas ganas de extrañarte.
Capítulo 30
Capítulo 31
Vamos a conocernos...
Capítulo 32
Capítulo final .0
Capítulo final
Epílogo
My playlist
Extra: Las memorias de Beth Salmon
Nuestro primer mes
Ahora que te marchaste
Nuestro cinco minutos de pareja normal enamorada
Baila conmigo Beth
Días Fríos
La chica más feliz
Completo

Capítulo 8

346 29 15
Od Kryscraper

Querido Ed:

Qué triste es leer estas cartas Ed, y darme cuenta que sólo así, te atreviste a confesarme todo esto, como si no fuese importante. Como si fuera nada.

Pero no Ed, esto no quiere decir que esté dejando toda la culpa sobre tus hombros en cuanto dices «Buen novio y buen amigo» porque también fui cruel y estúpida, como en la mayoría de las ocasiones.

Ahora me parece muy gracioso, porque si me hubieses confesado todo esto a los 16, de seguro y mi pequeño corazón hubiera explotado de alegría infinita, si sólo me hubieses dicho "Llegué a la conclusión que de cierta manera eras muy (pero muy) atractiva" directo al rostro en uno de aquellos días cuando sólo nos solíamos sentar en la banca para sentir como nuestros pantalones se empapaban de sereno, wow Ed, nuestro pasado hubiese sido mucho mejor que esto... memorable, digno.

Al menos no uno tan triste.

Me di cuenta que, quién se ha saltado un sinfín de desastrosos días has sido tú.

El día de la Juventud

Ya nos hemos saltado muchísimo así que sólo déjame recapitular con esto. Recuerdo que no volví a verte durante el transcurso de la semana, Kate se disculpó al día siguiente diciendo algo como: "Lo siento Be, estaba con el equipo de porristas y este año quieren que el equipo de luchas tenga animadoras, ew." Así que sólo me contuve a decir que estaba bien, porque quería llegar a casa y botarme como un oso obeso y caer en coma por un buen rato.

Lo único que pude procesar toda la bendita semana fue nuestro desastrozo desayuno. Era lo más cercano a la palabra romántico que pude haber tenido hasta aquel entonces. Trataba de no obsecionarme con ese momento porque me ponía a pesar en cosas nuy estúpidas.

Qué verguenza, podía ser inútil hasta para destapar un sobrecito de salsa.

Pero ya lo superé, de veras que sí.

No, no Ed, no asistí a la famosa fiesta. Fue algo que desde el momento en el que aquel folleto llegó a mis manos, mentalmente había formulado un: No. Y aunque Ald se la pasó insistiendo en la clase de Política diciendo que la pasaríamos genial y que sería una divertida experiencia siendo alumnos de ingreso, finalmente había confirmado que no iría; al menos no. A esa fiesta.

Tal vez no te acuerdes muy bien, pero no fue en aquella fiesta, de hecho, fue en ésta que te voy mencionar dentro de unas palabras más.

Mi fin de semana estaba comenzando de la manera más tranquila y relajada. No duró mucho, gracias a nuestra amiga quien me consultaba del otro lado de la línea.

- Es viernes criatura mundana, se supone que hoy descanso de ti, es más - me enjarré - ni sé para qué hicimos horarios si a fin de cuentas, nos vemos hasta los domingos - repuse y por mis labios se asomó una sonrisa, porque me hacia recordar lo bien que la pasábamos.

- Ya sé, pero sé que me extrañas y bueno, Bonnie tiene un buen corazón. Cof, cof...- por alguna extraña razón, imaginé a Bonnie fingiendo tos para después voltear los ojos.

- De seguro tu gordo corazón me extraña...- tomé el teléfono con todo y cable para hablar con mejor comodidad desde el sofá - ¿Para qué haz llamado? ¿Qué ha pasado? Cuéntame

- Es que extraño a mi mejor amiga. - si Bonnie fuera actriz sería Madonna en Who's that girl?

- Tú no extrañas a nadie Bonn, ¿qué quieres? - soltó un suspiro y carraspeó.

- ¡Ald nos ha invitado a una reunión en casa de Ed! - soltó en un chillido. - ¿Acaso se te olvidó? - me acusó.

Ed + casa + reunión... Con la velocidad de un rayo te recordé con esa bonita sudaderos roja.

- Vamos, sé que estas ahí, le prometiste a Ald ir a la fiesta del día de la Juventud y no fuiste...

- Está bien, está bien... Cuándo será...

- Ahora, - sinceró - paso por ti en 15.

- ¿Es formal? - sólo imagina a Beth Pescado preguntando si una reunión era formal. Ugh, casi no era una persona de reuniones, así que era mejor preguntar como ir vestida que hacer el ridículo frente a media escuela. Ya tenía suficiente con ser yo.

- No lo sé Beth, es una reunión... Mientras tu flácido cuerpo porte ropa, estamos más que bien.

- Bien, bien... - reparé casi entre dientes para que no siguiera con sus letanías - Si no te molesta, voy a colgar creo que Katherine está en la línea también. Te quiero - y de un porrazo acompañado de una risilla silenciosa colgué y me dirigí hacia mi armario para desafiarme a mi misma y elegir el atuendo adecuado. ¡Por Dios, Ed, era una simple fiesta!

El teléfono volvió a sonar segundos después y mientras veía mi pequeño armario con las puertas abiertas a todo lo que da, contesté.

- Me amas Beth -. Estuve apunto de contestar que ni de chiste pero había colgado y de todas formas Bonn sabía que era mentira. La quería muchísimo.

Creo que ya no me siento tan mal por esa noche gracias a la traviesa mentira que le dije a mis papás. De antemano, sabía que no me dejarían salir a las 9:00 de la noche sólo para ir a una reunión de amigos... Tal vez sí, pero siendo sinceros, sé muy bien que en el fondo no quería que ellos se enterasen, lo más viable y sobre todo, lo más creíble, era decir que Bonnie me había invitado a una pijamada. Que mis padres escucharan eso, era muy común, ya que solíamos hacerlo mucho en vacaciones. Pero dejemos a un lado mis mentiras piadosas y vayamos al grano.

Una vez que mis papás otorgaron su consentimiento, salimos más que listas camino a tu casa. Recordándolo bien, no fue una mentira del todo, ya que realmente me quedaría a dormir en casa de Bonn sólo que no toda la noche, pero a fin de cuentas dormiría en su casa.

Si te hace sentir peor, tú me motivaste a ir, me motivaste a mentir y la verdad, no me arrepiento. Ibas a estar ahí, y para mi era más de lo que podía demostrar.

Fue Ald quien nos recibió con una gran sonrisa acompañado de una soda en su mano izquierda... Esas que nos gustaba beber mucho porque su sabor era tan glorioso e insaciable que nunca podríamos aburrirnos de ella. Recuerdo que había un grupo de chicos, Ald incluido, Steven, Nathan, Dan y un par más de chicas más que no recuerdo sus nombres pero lucían amigables. Benji Aldridge como buen amigo, comenzó a presentarnos al grupo. No estabas tú, y en el fondo sentí un breve ataque de desilusión, que luego logró esfumarse porque después de un par de minutos apareciste y me dijiste casi al oído:

- Beth, no me imaginaba verte aquí.

Me límite a sonreír amigablemente, todo fue gracias a Bonn y también Ald, Ed, pero fue algo que se me pasó por alto aclarar.

No tengo ni una estúpida idea de cómo tu tonta reunión se convirtió en una gran fiesta. ¿Cómo es que reemplazaron las sodas por cerveza? Si mal no recuerdo, hace cinco minutos cuando Bonn y yo habíamos llegado, no había más de 10 personas y en cuestión de minutos, ¡BAM! Chicos y chicas socializando, riendo, bailando en distintas partes de la casa.

No hice nada más que sentarme en tu sofá café y mirar como hablabas con tus amigos, Bonn andaba en busca de más sodas... Sinceramente le perdí la pista a Ald desde el momento en el que vio a una chica llamada Ann y se fue tras ella camino a la cocina.

Y de pie a mi lado, te dejaste caer con una cerveza en la mano, volteaste con lentitud en mi dirección y yo posé mis ojos en esa ridícula bufanda que llevabas atada al cuello, aún no recuerdo a quien pertenecía.

- Luces genial.

Fue el primer comentario hacia mi físico que me dedicaste en voz alta e inconscientemente.

- Gracias - la realidad era que lucía igual Ed, como todos los días. No sé si lo dijiste por educación o eran los efectos de algunas botellas que ya llevabas dentro de tu sistema, circulando por tus venas.

- ¿Quieres una? - alzaste la botella a la altura de tu rostro, negué varias veces. - ¿Le gustaría beber algo en especial a la señorita Beth Salmon? - Jesucristo, recordabas mi nombre completo. Pues bien, ahí supe que ya habías consumido demasiada cochinada y media.

Sentía tanta sed, que las sodas ya no lograban su fin.

- Agua, por favor - asentiste y te levantaste, comencé a seguirte porque me di cuenta que era la única que no estaba hablando con alguien o bailando o haciendo algo... Me imaginé lo asocial que me veía sobre el sofá mientras todos se divertían, ¡hasta Bonn estaba socializando! Cosa que en parte me impresionó, como sabemos, ella es paranoica... Por otro lado, estábamos consientes que era una persona muy habladora.

Saludando y esquivando a las personas llegamos a la cocina. Abriste la alacena, tomaste un vaso de cristal y no un vaso rojo de plástico, y todavía tuviste la amabilidad de preguntarme "¿Helada o templada?" Mientras dificultosamente te tambaleabas.

- ¿Por qué no fuiste a la fiesta? - diste un sorbo a tu botella.

- Lo había olvidado - Mentira. El maldito folleto estaba adherido a la nevera con un imán. Ladeaste.

- Dime Beth, ¿alguna vez viste a un idiota ligando? - me preguntaste mirando en dirección hacia Ald, a lo que reí en silencio.

- Sí he visto a una persona idiota, pero no ligando Ed; Bonnie, por ejemplo - no sé si fueron mis oídos los que fallaron pero escuché muy claro que de tus labios salió un chillido ahogado en una carcajada.

Cuando se nos gastó el chiste se hizo un corto silencio, pero qué crees, hablaste; otra vez.

- ¿Haz probado las Jaffa Cakes? - giraste sobre tus talones en dirección hacia la alacena y comenzaste a abrir y cerrar puertas con un poco de torpeza. Una vez que las habías encontrado, las sacaste de su empaque, por desgracia no te percataste que te había contestado un sí, pero tu falta de atención sobre mi, hizo parecer que me había quedado muda.

- Gracias - tomé la galleta y le di un mordisco. Abrazaste el empaque de galletas con una mano y nos sentamos en la barra de la cocina.

Recuerdo que se te hizo tan fácil subirte a ella, que pensé que para mi lo sería también pero no pude y no quería que me vieras luchar como estúpida para subirme a la madita barra, pero te diste cuenta y te bajaste enseguida para tomarme de la cintura y con el débil impulso de un salto que di, lograste subirme a la barra, y yo sólo pensaba «oh dios, por qué estamos haciendo esto» mientras sentía cosquilleos en la cintura.

- Me gusta ver mucha televisión, me gustan los gatos, me gusta bromear, me gusta London, el naranja... Me gustan muchas cosas Beth...

Me sonreíste y me diste seña que prosiguiera. Eso fue una de las pequeñas cosas que me agradó desde el principio. El hecho de que no huyeras de mi por ser reservada y ser paciente al momento de devolverte las respuestas.

- También me gusta ver televisión, me gustan los peces, me gusta reírme de los demás, - aunque suene cruel Ed pero tú lo sabes - me gusta Amsterdam, y el rojo... Son cosas que creo que ya sabes Ed.

Asentiste manteniendo esa sonrisa.

- Entonces dime algo que no sepa.

Uff, ¿qué querías saber Ed? Qué te podía decir sin que sonara aburrido cuando realmente mi vida no era mucho comparada con la tuya.

- Puedo recordar las cosas con mucha precisión, no lo sé sólo lo hago... - por ese mismo motivo estoy escribiendo esto con mucho écfrasis. Y no es que quiero presumirtelo pero mejor que tú sí, sólo un poquito mi querido Ed.

- Lamentablemente y por naturaleza - hiciste una mueca - soy una persona olvidadiza y despistada, sólo recuerdo las cosas cuando me parecen interesantes o cuando me convienen - fue triste pensar que al día siguiente no recordarías nada de esto.

Pero me doy cuenta Ed, que estuve en lo incorrecto, porque sí lo recuerdas, como yo ahora mismo.

-¿De verdad no quieres? - fijé la mirada en tu botella y pensé «a la mierda» la agarré, volví a mirar la marca hasta donde habías bebido y tomé. No sé cuántos sorbos sólo sé que casi me la termino.

-Gracias - formulé con una mueca en el rostro - sabe de la mierda, pero estuvo bien.

Asentiste como si me aprobaras para después tomarme de la mano y arrastrarme nuevamente hasta el sofá.

Ahora, ¿podrías explicarme quién carajos fue el gracioso que sacó una cámara y comenzó a grabar a medio mundo? No sé tú, pero estoy segura que en 10 años más nos vamos avergonzar de esa cinta Ed Sheeran. Sin embargo todo esto tiene algo positivo, aunque no lo creas... ¿Alguna vez viste con atención aquella cinta? Lo mejor, fue que parecía una de esas cintas viejas Ed, parecíamos de esos chicos que pertenecían a la década de los 80s y eso era genial, la mayoría de nosotros lucíamos felices... Y aunque en una gran parte de la cinta apareces bailando junto a Ald salvajemente para después aparecer sobre el sofá fingiendo ruidos sexuales, hicimos una inconsciente aparición tú y yo. Un par de tontos se reían mientras sus rostros se tornaban rojos y sus ojos se perdían en una delgada línea, entre la zona de la ojera y la ceja... Estábamos riéndonos Ed, y de la manera más natural y relajada.

Al día siguiente fue Ald quien nos llamó, comentándonos de todo el desastre que habían dejado en tu casa, fue extraño Ed, porque no bebí tanto alcohol, (ni siquiera logré embriagarme) sin embargo, no recuerdo cómo llegué a casa de Bonnie. Ahí mismo habíamos quedado de vernos el próximo lunes en las bancas.

¿Recuerdas lo que estábamos platicando ese lunes, cuando por primera vez apareció Katherine? Claro, nada más y nada menos que del pie robótico de Benji Aldridge. Estamos riendo porque Ald nos estaba contando que la noche de la fiesta, Steven y tú le quitaron los zapatos y comenzaron a dibujar con marcadores permanentes sobre su cicatriz la cual se encontraba sobre el tobillo de su pie izquierdo debido a un accidente que tuvo cuando tan sólo era un niño. Creo que fue la cosa más extraña que pude ver durante mi adolescencia ya que el tobillo de Ald se veía extraño como dos tobillos pequeños, como si fueran gemelos... maldito Benji. Ese día lo bautizamos como pie robótico.

- ¿Cómo es que un par de chicos pueden reírse tanto? Eso pasa cuando se habla mucha mierda... - escuchar eso de parte de Kate, me pareció algo muy grosero e impertinente, tal vez era porque tenía mucha razón. Hablábamos mucho, mucha mierda Ed y hasta el día de hoy apuesto que sigue siendo así. Lo siento si suena feo, pero es la verdad.

Bonnie suspiró mientras rodaba los ojos con demasiado énfasis y desapareció diciendo que tenía que ir al baño, por desgracia, Ald dijo que tenía que hablar con nosequién y al final de cuentas habíamos quedado nosotros tres.

Te presenté a mi amiga y como el estúpido, amable y caballeroso pelirrojo que eres, le sonreíste devuelta. Kate, siempre fue una chica sociable, de muchos y buenos amigos y nada impidió que ella y tú conversaran la mayor parte del receso. Qué puta envidia, Ed.

Sin embargo, sin contar lo que sucedió entre los tres, nunca me sentí tan agusto, ni tan cómoda cuando estábamos sólo con Kate. No era lo mismo, no podía ser yo, y te envidio porque tú sí podías ser tú, podías jugar con el mundo como si fuera plastilina cada que hablabas sobre un tema en especial, dándote personalidad y credibilidad a tus hazañas.

Espera

Lo siento pero ahora mismo no puedo seguir... Alguien llama a la puerta y tal vez sea quien estoy esperando.

Me estoy dando cuenta que cuando hablo contigo, utilizo el fresco (educado) vocabulario que solías utilizar en preparatoria. Durante el tiempo que compartimos como amigos y algo más, me contagiaste tu estúpido vocabulario y tus extrañas formas de pensar y eso no es justo, no lo es Ed.

Qué tiempos Ed, escribe pronto... Con cariño; Beth.


Pokračovat ve čtení

Mohlo by se ti líbit

119K 17.6K 59
nacido en una familia llena de talentos aparece un miembro sin mucho que destacar siendo olvidado sin saber que ese niño puede elegir entre salvar o...
504K 69.2K 43
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
448K 45.5K 114
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
384K 35.1K 67
Freen, una CEO de renombre, se ve atrapada en una red de decisiones impuestas por su familia. Obligada a casarse con Rebecca, una joven que llegó a s...