Seremos eternos.

By albardelamo

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Ella sueña con que sus historias sean leídas. Él desea que sus canciones sean reproducidas en todas las radio... More

¡Bienvenidos/as!
Prólogo.
-
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7
Capítulo 8.
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25.
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32.
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43.
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48
Capítulo 50.
Epílogo.
SEREMOS ETERNOS EN FÍSICO.

Capítulo 49

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By albardelamo

La noticia de que Oliver iba a ingresar en una clínica no tardó en hacerse publica a pesar de que intentamos mantenerlo con la mayor discreción posible; en la vida de Oliver, la palabra privacidad había dejado de tener significado alguno.

Acabó eligiendo un lugar a las afueras de la ciudad, a tan solo una hora de trayecto. Aun puedo recordar la expresión en su cara cuando me informó de que aquel sería el lugar, de que ese sería el sitio al que iría, que debía de hacerlo ya, que necesitaba hacerlo de una vez por todas.

-Ya está decidido. -Me dijo. -Siento que cada día que tardo es un día más que desaprovecho. Entonces vuelvo a pensar, quizás no estoy tan mal, quizás es todo una exageración y no necesito ese tipo de ayuda. Y me aterra ese pensamiento porque al mismo tiempo se que no es verdad pero si sigo alargándolo más, al final me convenceré de que si lo es y entonces... no se que puede pasar. -Estábamos Danna, él y yo. Era de noche y nos encontrábamos sentados en el césped del parque en el que sin saberlo aún, Oliver y yo nos conocimos; lo habíamos visitado de vez en cuando. Me gustaba cuando Oliver comenzaba a hablar, cuando se soltaba y liberaba todo lo que tenía dentro pues sentía que no solo se ayudaba a si mismo sino que también me ayudaba a mi, a acercarme un poco más a él, a volver estar cerca suya después de tanto de distancia entre nosotros. - Y mi cuerpo pide cada vez más y más droga... y yo intento no hacerlo, trato de darle pequeñas dosis para así lograr que se calle y no volverme completamente loco pero no se cuanto tiempo más puedo aguantar. -Se quedó unos segundos en silencio y bajó la cabeza. -Y tampoco se lo que puede pasar si lo hago. Siento que mi cuerpo no podrá soportarlo.

Mientras decía eso, pude ver el gran miedo que sentía reflejado en su rostro pero al mismo tiempo también hubo una gran determinación, una increíble fuerza- En aquel instante me pareció la persona más valiente del mundo, aun me lo sigue pareciendo.

-Ojalá estuviera Olly aquí ahora mismo, escuchándote decir todo esto. -Le dijo Danna que por un momento pensé que estaba a punto de llorar. Con el tiempo comprendí que si bien yo había sufrido con la transformación de Oliver y Olly, al fin y al cabo me había tocado verlo en su gran mayoría de lejos, mientras que nuestra amiga había estado día a día con ellos, viendo como se hundían poco a poco, como dejaba de ser los chicos que conocía a personas dominadas por una horrible adicción, sintiéndose impotente al ver no podía hacer nada, que los iba perdiendo cada vez más. -Él siempre me decía que no dejarías que esto acabara contigo, que tu eras mucho más fuerte... y sinceramente, nunca le creí del todo. Le decía que tenía demasiada fe en ti.

-Él siempre tuvo fe en todos nosotros. -Murmuró Oliver y yo sentí como una vez más, el pecho me dolía al recordarle. En ocasiones aun sigo preguntándome que pasó con él, ¿por que había bebido esa noche? ¿Por que había cogido el coche después? ¿Por que no dijo que necesitaba ayuda de nuevo? ¿Por que ninguno de nosotros se dio cuenta? Por que, por que, por que... tantas preguntas que ya nunca tendrían respuesta y que nos atormentarían durante toda la vida.

El grupo había firmado un contrato con su discográfica de cuatro años más en los que tenían de sacar a su vez cuatro albums lo que conllevaba a cuatro giras; aquello era algo que nunca iba a ocurrir y de ahí vinieron los demás problemas. Amenazaron con denunciarles por incumplimiento de este contrato; todas esas personas que en un primer momento habían sido tan amables con ellos, de repente se convirtieron en maquinas crueles que veían su dinero peligrar. A ninguno de ellos le importaba realmente lo que había pasado con Olly, solo querían seguir ganando más y más. Por eso, tampoco les gustó para nada el hecho de que Oliver aceptara a ingresar de manera voluntaria para curar sus problemas de adicción.

Aquello fue una larga pesadilla de juicios, abogados y demandas de dinero. Tanto Oliver como Danna coincidieron en que podían quedarse con todo el dinero si así lo deseaban: no había manera alguna de que volvieran a los escenarios.

-Tú déjamelo a mi. -Le decía Danna a Oliver cada vez que recibían una nueva llamada. -En lo único que te tienes que preocupar ahora mismo es en ti mismo. Todo estará bien.

Al final tuvieron que pagar una gran elevada multa, aun cuando todas esas personas les habían robado cantidades exageradas de dinero. Sin embargo a ninguno de los dos parecía preocuparles todo esto: parecía no importarles el quedar en el olvido, no les preocupaba el dinero que perderían o si las gente ya no escuchara sus canciones y en ocasiones sentía que eso era exactamente lo que buscaban: la desaparición de todo esto.

Dos días fueron los que Oliver y yo tuvimos antes de que él ingresara, antes de que volviera a perderlo, esa vez para mejor pero aun doliendo como siempre.

La noche de antes ninguno de los dos pudimos pegar ojo; nos encontrábamos sumidos en la oscuridad de la habitación, ambos mirándonos. Aun sigo recordando la conversación que tuvimos, la última que tendríamos en dios sabe cuanto tiempo. De momento y debido a su situación, serían tres meses los que tendría que permanecer dentro pero una vez allí, nadie sabia lo que podía pasar, como iba a ir avanzando; al parecer, las cosas podían ir muy bien o terriblemente mal.

-Te voy a estar esperando. -Le susurré. -Te estaré esperando a que salgas y cuando lo hagas... yo quiero que volvamos a estar juntos, Oliver. Quiero estar contigo.

No se que fue lo que me llevó a decirle aquello; puede que fuese por lo mucho que deseaba aquello. Sentía que así tenían que ser las cosas, que él saldría totalmente recuperado, que yo estaría esperándole y que él me buscaría a mi y entonces, podríamos volver a ser felices, como habíamos querido, como tanto nos merecíamos. Sin embargo, el negó con la cabeza al oírme.

-No quiero que hagas eso. -Soltó de repente. -No puedo pedirte que me esperes, no quiero que lo hagas. -Millones de cosas aparecieron por mi cabeza en ese momento, ¿que me estaba queriendo decir con aquello? ¿No quería estar conmigo? ¿Realmente quería empezar una nueva vida en la que yo ya no tuviera lugar? Y como si él hubiera escuchado todas estas preocupaciones, comenzó a acariciar con delicadeza mi mejilla. -Creo que ya he sido lo suficientemente egoísta durante todo este tiempo; quiero que seas feliz, que vivas tu vida. No te voy a engañar, lo único que se que quiero es tenerte a mi lado pero no puedo pedirte que lo hagas, no puedo dejar que lo hagas. Al menos no ahora.

-Pero yo quiero hacerlo. -Protesté, reincorporándome. Ya no estábamos tumbados sino que ahora nos habíamos sentado en el colchón, aun delante el uno del otro.

-Y yo no quiero que lo hagas. -Repitió. Sonaba bastante calmado y razonable como si le hubiera estado dando vueltas a aquello durante un tiempo. -No soportaría estar ahí dentro y saber que tu estás esperando a algo que quizás nunca llegue. No se cuanto tiempo me tomará, Jane y no puedo tenerte esperando para siempre- -Me cogió de las manos y comenzó a hacer suaves círculos con su pulgar en ellas. -¿No te das cuenta? No podemos estar juntos ahora, no cuando lo único que yo traigo es sufrimiento.

-No a mi, Oliver. A mi me das muchas más cosas. -El sonrió de forma triste pues sabía que yo sabía que él tenía razón. Era verdad, en esos últimos años Oliver, de manera inconsciente, me lo había hecho pasar mal, me había hecho estar noches en vela preocupada, me había hecho derramar demasiadas lagrimas pero yo me negaba a aceptarlo, me negaba a admitir que nuestra relación no había sido perfecta.

-Soy consciente de lo que te he hecho pasar y créeme, si hay algo que no me perdonaré nunca es haberte hecho daño. -Se quedó en silencio durante uno segundos. -Y es por eso que voy a cambiar, Jane. Voy a ser un mejor hombre para ti, voy a ser alguien que merezcas tener a tu lado y entonces, cuando me convierta en esa persona quizás podamos estar juntos de nuevo... pero solo de esa manera. Porque es lo que tú te mereces: la mejor versión de mi mismo.

Y por supuesto supe que tenía razón pero aun así seguía negándome a aquello. Yo ya sabía que le esperaría, que probablemente podría estar esperándole toda la vida si fuese necesario pero aun así asentí con lagrimas en los ojos.

-Y quiero que me prometas una cosa. -Me pidió.

-Lo que sea. -Respondí y quizás dije aquello demasiado rápido, quizás debería haber esperado a ver que era eso que él tenía que pedirme.

-No quiero que vengas a visitarme a la clínica. -Soltó de repente, dejándome de nuevo completamente desconcertada. Antes de que pudiera protestar el volvió a hablar. -Se que es injusto pedírtelo pero quiero que sea así, Jane: quiero que la próxima vez que nos encontremos, veas a un hombre recuperado, a una persona sana. Además, se que si te veo ahí dentro lo único que voy a querer es irme contigo y no creo que eso sea lo correcto. -Bromeó, pero algo me decía que aquello iba completamente en serio.

Pero entendía lo que me estaba pidiendo y la parte razonable que había dentro de me decía que tenía razón pero sin embargo, mi parte egoísta e inmadura me decía que no podía pedirme aquello, que no podía hacer lo que él quería.

Creo que fue al ver la desolación que probablemente mi rostro reflejó lo que le hizo hablar de nuevo.

-Pero si hay una cosa que puedes hacer.

-¿El que?

-Escríbeme. -Pidió con cierta ilusión. -Mándame hojas y hojas de lo que sea; nuevas ideas que tengas, cartas de tu día a día, textos que se te vengan a la cabeza... lo que sea. Leeré todas ellas y a través de tus palabras sentiré como si estuvieras allí conmigo.

-Eso puedo hacerlo. -Accedí, feliz de poder hacer algo. -Pero también quiero que tu hagas una cosa por mi.

-Cualquier cosa.

-Quiero que vuelvas a componer canciones y que al salir, las toques para mi. -Le pedí. -¿Lo harás?

Sentí como él dudaba un poco; sabía que llevaba mucho tiempo sin componer, sabía que el hecho de tocar la guitarra le costaba demasiado desde la muerte de Olly y que aun seguía teniendo cierto resentimiento hacía la música, pero también sabía que eso le ayudaría, que la música podía ser su salvación. Estaba completamente convencida de ello.

-Lo haré.

Y supe que lo haría.

Tuvimos sexo aquella noche, nuestros cuerpos se fundieron el uno con el otro como hacía tanto tiempo que no lo hacía. Sabíamos que era una despedida, no sabíamos que iba a salir de todo aquello, si terminaría bien o no, si volvería a mi vida o no pero esa noche me obligué a a creer que así sería, que habíamos sido hechos para permanecer el uno con el otro, en esa y en todas las vidas que estuvieran por venir. 

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