[S.O 2.0] Synanth

52 18 97
                                    


Cinco años después…

Esos años pasaron en un parpadeo, nunca vi el cambio en nosotros, pero estaba claro que nuestra vida no permanecería. Mi vida no cambió mucho hasta cierto punto, las cosas simples eran iguales, pero las nuevas me cambiaron. Ahora debía tomar mi puesto como me correspondía, las bromas se tenían dejar a un lado porque las cosas se empezaron a poner realmente serias y peligrosas, yo tenían mucho por proteger y perder.

—Ha llegado la hora —murmuré y el viento fresco del bosque alborotó mi largo cabello que lo tuve que recoger en una coleta.

—¿Qué pasa?

—No es nada, hablaba sólo —respondí —Vuelvo en un momento, debo hacer algo importante.

—Synanth, no hagas nada raro. Le sonreí y me acerqué hasta estar a solo unos pasos de distancia, la tomé de su nuca y la besé en su frente con toda la delicadeza que mis labios me permitieron.

—No te preocupes, no haré nada raro —aseguré.

Me alejé de donde estábamos hasta estar completamente solo. No tuve que decir ni una palabra cuando aquel ser transparente ya estaba al frente de mí, con esa misma mirada cansada que ya me había acostumbrado a ver.

—Muy bien, tormento de mi vida, ya han pasado los desgraciados cinco años, ¿qué es lo que hay que hacer ahora? —pregunté —¡No! Déjame adivinar, seguro me dirás que los tengo que reubicar, reunir y comenzar la batalla, ¿cierto? —indagué. Él sólo asintió sin decir una palabra. —Dime porqué no me sorprende…

—Empezaste a entenderme —dijo animado.

—¿Es en serio? ¿Otra vez?

—Ya casi termina está profecía de mil años... Synanth. Me has demostrado que eres digno de esto, y que mi elección fue correcta.

—Claro... —dije —Tengo una pregunta, ¿cuándo exactamente ocurrirá el desastre?

—Es lo que me temía decirte, debes reagrupar a los demás antes de que pasen tres días, ya no queda tiempo.

—¿¡Qué!? —grité —¿¡Y por qué rayos dejas todo para último momento!? ¿¡Tres días, en serio!?

—¿Por qué te sorprende? Haz aprendido a dominar tu poder más rápido de lo que creí, además, has desarrollado nuevas habilidades que nunca creí que fueran posibles, eres veloz, has crecido un montón, tienes un cuerpo impresionante y músculos, hasta puedes volar, ¿por qué te mortificas tanto?

—Por si no lo recuerdas, tengo una bebé y es complicado andar con ella, y su madre no está del todo lista —confesé.

—¿Bebé? —repitió —¿Acaso tú...? —indagó sorprendido.

—¡Sí, sí! ¡Tengo una hija! Creí que ya te habías dado cuenta ¡¿Tienes algún problema?!

—No, sólo me sorprende. Nunca creí que hubieses podido ser padre y mucho menos tener pareja —declaró como si estuviera burlándose —De cualquier modo esa no es excusa. Puedes hacerlo, y parte ya.

—¿Dónde se ejecutará el ataque?

—Aún no estoy seguro, pero presiento mucha energía maligna en Jumbel, puede que ahí suceda el impacto.

Suspiré.

—Debo moverme lo más pronto para crear un plan —murmuré pero eso no era importante cuando la duda llegó a mi mente —Tengo otra duda. Ya que yo soy un ser inhumano, ¿mi hija también heredará esto poderes que tengo o, sólo será un humano común y corriente?

—Eso te lo diré cuándo haya terminado todo esto, si es que lo logras culminar.

—Tú y tus misterios ¡Ya lárgate de mi vista! —exclamé.

Eternos finales © ✔️Libro #0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora