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-¿Todavía no has elegido pretendiente?

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-¿Todavía no has elegido pretendiente?

Maldita pregunta.

No le agradaba para nada que le preguntaran sobre aquello. Desde que llegó de Fawer, todos los que la visitaban le preguntaban lo mismo. Ella respondía una y mil veces «No. Pero será pronto» Estaba harta. Al menos se lo preguntaban gente que apenas conocía, por lo que era sencillo mentir, pero en ese instante todo se volvió complicado, y sabía que no podía mentir para siempre. Soger ya la conocía, y eso que llevaba poco tiempo de conocerla, ahora era como su propio padre. Él carraspeó su garganta para llamar su atención, ya que estaba sumida en sus pensamientos. No quería responderle, para nada. No iba a poder mentirle, en cambio decidió omitir el tema de la mejor manera.

-Así que... Jerek Sakan ha sido nombrado rey de Kathyn -dijo seria. Ante su regreso, recibió esa desagradable noticia. Todo iba de mal en peor en ese momento.

Estaba sentada al frente de él. Ambos estaban en la sala de reuniones, sobre una larga mesa y con seis sillas en ambos lados. Ella estaba en un extremo y él en el otro. No estaban tan apartados, podían verse y entenderse a la perfección.

-Desgraciadamente sí. Será un gran problema -dijo en tono preocupado. Acertó. Lo hizo olvidarse totalmente del tema, aunque también le perturbaba y, por supuesto, la llenada de rabia y un nudo de furia se removía en su ser.

-Es peor que un gran problema. Podría causar la guerra, él no puede reinar, es muy peligroso -aseguró. -Sólo queda esperar... No sabemos aún lo qué tiene en mente -comentó.

-Es lo que me preocupa. No lo conocemos bien, y no sabemos que puede hacer.

-Por los momentos no podemos hacer nada -alegó frustrado -referente al tema, ¿no cree que es el mejor momento para que decida crear alianzas por medio del matrimonio? -lo recordó otra vez, y sabía que ya no podía cambiar el tema. Falló. -Sería mejor contraer matrimonio con alguien de gran titulo, con la capacidad de tener un gran ejército y que sea capaz de ser un buen rey.

-¿De qué estás hablando? -inquirió sin entender lo último.

-Sería un buen momento para casarse con alguien dispuesto a defender Jumbel y crear una alianza. Vienen tiempos de guerra y lo mejor sería estar preparados, debemos tener un rey y una reina dispuestos a dar todo por Jumbel.

-Espera un momento,.. -espetó ahora con toda molestia emergente -.Hace seis años querían un rey o reina urgentemente y, ¿ahora quieren un rey que gobierne en vez de ser yo? Es lo que no entiendo -declaró con un tono severo -Puedo mantener y proteger Jumbel de cualquier cosa. No necesito casarme. ¿crees que no tengo la capacidad de dirigir una guerra? ¿Me crees incompetente?¿Es eso?

-No era mi intención ofenderla -aseguró -No digo que necesitamos un rey, sino un ejército y alguien con la suficiente fuerza para defender Jumbel. Usted seguirá siendo la reina, si es lo que le preocupa.

Eternos finales © ✔️Libro #0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora