CAPITULO LXII

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Lena fue a buscar a Chris. Le buscó por la sala donde solían hacer los informes y las zonas de entrenamiento, pero no lo encontró.

Carley todavía no estaba en su despacho, y entonces se le ocurrió que podría estar en su vivienda, y corrió hasta allí.

Cuando Elena le abrió la puerta suspiró de alivio al ver que todos estaban allí.

Chris se apoyaba con la cadera en el respaldo del sofá, tenía los tobillos cruzados al igual que los brazos sobre el pecho.

Llevaba su uniforme de las fuerzas especiales, y las mangas cortas de la camisa dejaban al descubierto los músculos de sus brazos.

Con la cabeza inclinada hacia delante, y su pelo rubio cayendo sobre sus ojos, clavó su mirada en Lena nada más verla aparecer por la puerta.

Se estremeció de pies a cabeza antes de entrar en la vivienda y saludarles a todos. No podía evitar lo que Chris le hacía sentir.

Mario, recostado en el sofá, parecía muy preocupado, mientras Eric estaba en pie delante de ellos.

Elena cerro la puerta y fue a sentarse al lado de Mario, dándole unas palmaditas en una de sus manos, como si intentara darle ánimos.

Dio unos pasos hacia el centro de la sala y se quedó allí parada, no quería interrumpir y tampoco sabía donde ponerse.

Chris escuchó la confusión en su mente, y levantando una mano hacia ella la agarró por un brazo y la atrajo hacia si, colocándola de espaldas a él recostada contra su cuerpo, y la rodeó con sus brazos.

Lena se quedó asombrada ante su reacción, no quería hacerse ilusiones pensando que lo que Elena le había dicho podía ser verdad, y en realidad Chris pudiera sentir algo por ella.

"No, ella sabía que estaba enamorado de Luna"

Intentó centrarse en lo que Eric estaba diciendo, pero en ese momento Chris rozó sus labios en su oreja y Lena perdió la concentración en cualquier otra cosa que no fuera él.

—"Ya no" –le susurró Chris.

Lena abrió los ojos como platos, ¿Qué había querido decirle con eso?

Ella sabía que Chris podía escuchar los pensamientos de los demás, y pensó que quizá había escuchado los suyos. Sintió como toda la sangre se le subía a las mejillas.

¿Había querido decirle que ya no estaba enamorado de Luna? No, no podía ser eso. Eso es lo que ella deseaba, es más ella deseaba...

Paró sus pensamientos en el acto, no quería que él lo escuchase, no quería que supiera que ella...

Volvió a sentir el roce de sus labios, esta vez, le besó suavemente en la oreja antes de volver a susurrarle.

—"Creo que me he enamorado de tí"

Lena no podía contener la emoción, le temblaba todo el cuerpo, pero no quería interrumpir aquella reunión, sabía que era demasiado importante para todos, pero no podía dejar de sentirse a punto de estallar, no podía creer lo que Chris le había dicho, "¡Sentía algo por ella!"

Chris notó como el cuerpo de Lena se estremecía entre sus brazos, la apretó más fuerte contra su pecho para intentar calmarla. Desde que vio aquellos ojos chocolate cuando le ayudó en la puerta de su apartamento, las cosas habían cambiado para él, y sin darse cuenta se había ido enamorando de ella. Luna siempre sería alguien muy especial para él, pero había dejado de sentir lo que sentía por ella. La quería, si, pero ya no la amaba.

Era Lena la que provocaba aquellos sentimientos en él ahora. No podía estar seguro del momento exacto en que se produjo aquel cambio, pero lo que sí sabía a ciencia cierta es que no se puede mandar en los sentimientos, y Lena había calado en él como un agua de lluvia ligera, empapándole poco a poco, con aquel carácter suave pero firme y con aquellos sentimientos puros que a Chris no podía ocultar. Y aunque sabía que él representaba para ella complicaciones, además de algún que otro peligro, esta vez no estaba dispuesto a claudicar, sobre todo porque estaba seguro de que ella le correspondía.

AMANECEWhere stories live. Discover now