CAPITULO XLIV

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Carla había pasado la noche sin dormir delante del ordenador comprobando los resultados de las pruebas que había mandado Carley. Dan se acercó caminando descalzo por detrás y le ofreció una taza de chocolate caliente, y ella se giró para tomarla de sus manos con una sonrisa.

—Hummm, gracias, no sé que haría sin ti.

Dan se inclinó sobre ella y le besó en los labios, luego se apartó para mirarse en sus ojos, allí encontraba la paz que necesitaba para soportar todo.

—Nos espera un dia muy largo, y te has pasado la noche en vela, y puede que hoy la Gobernación decida pasarnos algunos de los informes del campamento al centro de investigaciones.

—No te preocupes, en cuanto acabe con el chocolate, me daré una ducha y nos vamos.

—Pero todavía faltan dos horas para que empiece nuestra jornada.

—Si, pero tengo pensado que hablemos antes con Lenox, hay algo importante que quiero proponer, ya le he enviado un mensaje y puede que venga para acá. Además, ... tú deberías de aprovechar para ir a hablar con Luna, creo que tienes un mensaje que le pertenece.

Dan la miró entrecerrando los ojos y apretando los labios, sabía que Carla tenía razón, pero odiaba tener que entregarle esa carta a Luna.

Ella devoró prácticamente el chocolate y se marchó corriendo hacia la ducha. Dan dejó las tazas en el lavavajillas y fue en busca de la carta para entregársela a Luna, sabía que la encontraría todavía en su dormitorio.

Luna se había mantenido serena delante de Dan, mientras leía el mensaje de Chris. Estaba conmocionada al sostener aquel pedazo de papel que era la única señal que hasta ahora tenía de todos ellos.

Dan trató de calmarla diciéndole que todo iba a salir bien y que se encargarían de hablar con Lenox y Carley, incluso con el general Rippy para impedir que nada malo pudiera ocurrirle a Risk.

Luna fingió sentirse mejor con sus palabras y cuando Carla llegó por fin para anunciarle a Dan que Lenox les esperaba en el salón, este se acercó a Luna y le dio un beso sobre su cabeza antes de salir de su dormitorio. Carla volvió a repetirle las mismas cosas que le había dicho Dan, y después de de darle un beso y un fuerte abrazo, fue a unirse a la reunión, dejándola sola en su dormitorio.

Luna todavía logró mantenerse firme mientras fue al baño y abrió la ducha. Se quitó la bata para meterse debajo del agua como un autómata, pero cuando esta comenzó a deslizarse por su cuerpo, se dejó llevar y comenzó a llorar.

Con la espalda apoyada contra la pared se deslizó hasta sentarse en el suelo sin cerrar el grifo. Se pasó la mano por el pelo mojado para apartarlo de su cara sin dejar de llorar.

No supo cuanto tiempo había pasado así, hasta que por fin se calmó.

Terminó de ducharse y arreglarse el pelo, luego fue al dormitorio para vestirse.

Antes de salir de su habitación volvió a coger la carta de Chris, no quería dejarla, era como si aquel pedazo de papel pudiera hacer que les sintiera más cerca.

Lo tomó y lo volvió a leer con más calma.

"Querida Luna,

No sabes cuanto lamento no poder decirte esto personalmente, me hubiera gustado estar a tu lado y apoyarte en estos momentos, pero te prometo que en cuanto consiga salir de aquí, estaré a tu lado.

Me hubiera gustado poder mandarte buenas noticias, pero sintiéndolo mucho no es así. No entiendo lo que ocurre con Risk, pero no es el mismo. Físicamente parece haberse recuperado de todo lo que le hicieron ahí, pero está raro.

AMANECEWhere stories live. Discover now