CAPITULO LX

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Luna se agitaba en una de sus pesadillas, que en las últimas noches eran constantes.

Se despertó empapada en sudor y temblando de miedo.

Empujó sus sabanas moradas a un lado y se levantó, no podía seguir en la cama después de aquello.

Sabía que no volvería a conciliar el sueño, y tampoco quería volver a tener otra pesadilla. Había intentado mantenerse ocupada con las investigaciones para no pensar en él. Pero no resultaba.

Pensaba constantemente en él, y cuando por fin se dormía después de un día agotador, sus pesadillas eran también con él.

Agarró el mando de su mesilla y aclaró los cristales de las ventanas acercándose para contemplar la ciudad mientras amanecía.

A Risk le gustaba ver como amanecía, decía que era como la confirmación de que todo podía ser resuelto en ese día, en esa nueva oportunidad. Y cada día volvía a amanecer, como indicándoles que debían de intentarlo de nuevo.

Se abrazó a si misma, sentía como se helaba el sudor sobre su cuerpo al pensar en él. "¡Como le gustaría que estuviera ahora allí con ella!

Que todo no hubiera sido más que una pesadilla, y que juntos pudieran contemplar como amanecía otra vez"

"¡Eso es!"

Luna sintió que tenía que intentarlo, algo le decía que Risk no estaba bien, y no era por la carta de Chris. Era como un presentimiento, como si pudieran estar conectados el uno al otro y sintiera lo que le estaba pasando. "Amanece, y es un nuevo día, y una nueva oportunidad, tengo que ir a buscarle, si quiere que me aleje de él tendrá que decírmelo a la cara, pero tengo que intentarlo"

Luna tomó una ducha y se colocó unos pantalones negros de soldado y una camiseta de tirantes negra, luego tomó prestada una de las cazadoras de Sasha de su dormitorio, la que tenía con el escudo de las fuerzas especiales, llenó su mochila con lo que creyó que le haría falta y les dejó una nota a sus padres.

Cuando Dan y Carla fueron a la cocina a preparar el desayuno se encontraron con la nota sobre al encimera. Dan la tomó de las manos de Carla, ella estaba demasiado nerviosa para leerla.

Había pasado la noche sin dormir pensando en Storm y en el viaje precipitado que habían tenido que hacer él y todo su grupo para intentar salvarse de la orden de arresto de Grieg, y ahora Luna.

Carla sabía que se había ido antes incluso de leer la nota.

Dan la leyó en voz alta.

Queridos Dan y Carla:

Se que no es un buen momento para daros más preocupaciones, pero realmente tengo que hacer esto, necesito encontrarle, y necesito aclarar muchas cosas antes de poder continuar con mi vida. No me pidáis explicaciones de cómo lo se, pero sé que algo malo le ocurre y quiero ayudarle, intentaré pasar desapercibida y buscaré ayuda, creo que empezaré por Chris, se que él puede ayudarme. Os dejo los informes del caso que estaba investigando con Kyle, están en el soporte que hay bajo esta carta y os pido que me echéis una mano con el trabajo en el hospital, puede que lo necesite cuando regrese.

Como diría él, hoy para mi realmente AMANECE

Besos

Luna

Luna se presentó en la habitación de Lenox en el hotel Riscal, para su sorpresa, Carley estaba desayunando con él, en bata y como cualquier pareja corriente.

Disimuló su sorpresa y aceptó el ofrecimiento de Lenox de desayunar con ellos.

Durante el desayuno, les explicó cuales eran sus intenciones, y que no quería hacer nada que pudiera perjudicar los planes de la Liga.

—No te preocupes, —le tranquilizó Carley— ahora mismo tengo que salir para Destroya a retomar mi trabajo en el campamento, —se levantó de la mesa y caminó por la habitación agitando su melena con una mano, llevaba puesto una bata de seda negra con estampados japoneses y no llevaba calzado — puedes venir conmigo, tú eres una investigadora en prácticas ¿no? –Luna asintió mientras tomaba un trago de su vaso de zumo— pues entonces no veo problema alguno, ¿no te parece Lenox? —Carley miró a los ojos negros de Ethan y este asintió como si no tuviera poder para negarle nada— Simplemente diremos que pedí que te trasladaran al campamento porque necesita ayuda. Y una vez allí puedes ponerte de acuerdo con Chris para que te ayude a buscarle.

Lenox estuvo de acuerdo con todo lo que Carley había dicho. Se levantó de la mesa y le rodeo la cintura por detrás, apoyando su mejilla contra la de ella, él también llevaba una bata de seda negra y no llevaba zapatillas.

Luna les dejó intimidad para que se cambiaran y bajó a esperar a Carley a recepción, mientras ella terminaba de prepararse y recogía sus cosas.

Unos minutos más tarde la vio bajar por las amplias escaleras de mármol del hotel, dando saltitos y con la cara sonriente. Se había recogido el pelo de una manera informal, dejando algunas greñas sueltas que la enmarcaban el rostro, y se había puesto unos pantalones militares y una cazadora de aviador.

—¿Vamos? –le preguntó sonriente al llegar a su lado.

Luna asintió y las dos salieron del hotel, despidiéndose en la puerta del guardia de seguridad que ya conocía muy bien a ambas.

Tomaron un vehículo comunitario, esta vez Carley decidió conducirlo personalmente y Luna se sentó a su lado.

—No quisiera ser indiscreta, Carley, pero antes...

—Lenox, ¿no?

Luna se sonrojó y asintió, sabía que no tenían la suficiente confianza como para preguntar algo tan personal como aquello. Pero en las últimas semanas, las relaciones entre ellos habían sido muy intensas y había algo más que afecto entre todos ellos.

—No te preocupes, no tengo ningún problema con eso, simplemente ocurrió. Lenox estaba ahí en el momento oportuno. Se que es un hombre serio y lleno de responsabilidades, pero en el fondo es un sentimental. Y yo descubrí esa parte de él y me gustó. Al parecer yo tampoco le era indiferente y simplemente sucedió.

Él estuvo a mi lado en el entierro de mi padre, y se quedó para apoyarme después, yo estaba destrozada. Pero la vida sigue, y los dos tenemos una vida llena de actividad. Desde entonces no nos hemos separado, solo lo hacemos cuando tenemos que atender nuestros puestos, ya que cada uno trabaja en una ciudad distinta.

—Debe de ser incómodo ¿no?

—Ya estamos acostumbrados a ir de aquí para allá, pero supongo que tendremos que solucionarlo, porque es evidente que estamos bien juntos.

—Me alegro por los dos.

Carley vio como Luna desviaba su mirada hacia la ventanilla y no dijo nada, sabía que estaba pensando en Risk.

Todavía era temprano cuando las dos salieron de la ciudad.

AMANECEWhere stories live. Discover now