TORMENTA |Bellamy B.

CAPÍTULO 40

Llegué al campamento mientras guardaba las manos en los bolsillos de mi chaqueta. La noche estaba un poco fresca, pero era tolerable. Recordé las palabras que me había dicho la muerte, así que voltee hacia mi izquierda buscando entre los arbustos.

Corté unas dos hojas mientras guardaba un puñado en los bolsillos de mi pantalón. Las llevé a mi boca y empecé a masticarlas un poco. Emprendí mi camino dispuesta a ir a la carpa que alguna vez compartí con Octavia, pero al verla cerrada preferí no molestar, ya que ahora también la compartía con Harper.

"Ve a la nave, Elena".

Dirigí mi vista hacia el lugar que estaba evitando desde hace rato, viendo cómo parecía haber mucho movimiento en ésta. Mordí mi labio inferior mientras dirigía mis pasos hacia aquel lugar, sintiendo una desconfianza molesta. Estaba a punto de abrir la cortina cuando unas manos fuertes me tomaron por la cintura para después jalarme hacia atrás, alejándome de mi destino.

Estaba dispuesta a zafarme abruptamente para exigirle una explicación al dueño de dichas manos, hasta que éste me hizo dar media vuelta quedando cara a cara.

Sentí un cosquilleo en mi estómago al ver que esas manos pertenecían a Bellamy, quien me miraba con rostro serio y algo cansado.

—¿A dónde ibas, muñeca?—preguntó con fingida curiosidad.

Pasé mi lengua por mis labios, sintiéndome como una niña que había sido encontrada haciendo una travesura.

—Estaba buscándote—respondí rápidamente.

No era del todo verdad, pues mi plan era ver cómo estaba Murphy, pero también quería saber el paradero del chico frente a mi.

—Pudiste buscarme en mi carpa—respondió alzando una ceja.

"Eres pésima mintiendo, borreguita".

—No quería incomodar—respondí encogiéndome de hombros. Bellamy soltó un bufido—¿Estabas ahí de todos modos?.

El moreno asintió con la cabeza, dejando asomar una pequeña sonrisa.

—Pero igual estaba buscándote, empezaba a temer que te encontraras fuera del campamento.

Sonreí tratando que no notara cómo mis músculos se habían tensando, ya que, efectivamente me encontraba fuera del campamento. Solté un suspiro mientras veía el punto dónde estaba sentada antes.

—Supongo que nos perdimos buscando al otro—solté en una pequeña risa.

Bellamy rio junto conmigo, mientras que sus manos acariciaban mi cintura. Sentí un calor en mis mejillas al ver ese pequeño detalle.

—Creo que nos haría bien ir a dormir un poco—soltó Bellamy después de un rato en silencio.

Alcé mis vista hacia sus ojos, quienes me miraban con un brillo que no había notado antes.

—¿Los dos? ¿En tu carpa?—pregunté mientras que con un dedo nos señalaba.

—Sí, los dos—contestó volviendo a sonreír—Bueno, al menos que quieras dormir en tu incómodo árbol...

Solté un jadeo con fingida indignación.

—Mi árbol no es incómodo—dije haciendo que le moreno suelte una risa—Es hermoso.

—Claro—soltó mi cintura mientras se echaba un poco hacia atrás, sentí un extraño desapego—Vamos.

Tomó mi mano entre la suya, entrelazando sus dedos con los míos. Miré por última vez a la nave, notando que la luz que emitía hace rato, ya estaba apagada.