TORMENTA |Bellamy B.

CAPITULO 26

Un pitido empezó a zumbar y doler en mis oídos, mientras caía en cuenta del entorno en dónde estaba. Mi cuerpo se sentía extraño, ligero. Me sentía como si ya no fuese parte de él, como si ya no fuese parte de este lugar. 

Me sentía tan libre.

"—Elena...—la voz de mi madre retumbó en mi mente—Ya es hora, cariño."

Bellamy cargó a Finn y salió de la cueva, Jasper detrás de él. 

"—Vamos a casa."

Octavia tomó mi rostro y gritó algo que no entendí. Agarró una manta que había en la cueva y con ella envolvió mi costado derecho, después me abrazó para poder salir del lugar. A fuera estaba Monroe esperándonos, quien después le dijo algo a Octavia mientras le señalaba el camino. 

Tengo sueño. 

Tengo frío. 

Tengo miedo. 

—Elena resiste—dijo Octavia mientras me daba palmaditas en mi cara—Tu eres más fuerte que esto. 

Mi mirada se dirigió al frente, intentando mantenerme despierta. Pero la imagen enfrente de mi solo ocasionó que mi cuerpo se congelara y arrastrara a Octavia conmigo al suelo. 

La muerte estaba ahí, enfrente de nosotras. Su mirada estaba fija en mi, y a pesar que su boca no se abrió en ningún momento, la escuchaba. Su voz estaba dentro de mi cabeza. 

—¡Jasper!—el grito de Octavia se escuchaba tan lejano—¡Jasper!.

La muerte alzó su mano izquierda, y con su dedo índice señaló mi hombro derecho. 

"Quítatelo."

La manta que lo cubría ya no estaba en él, sentí un frío recorrer mi espina dorsal. Mi mano izquierda se movió involuntariamente hacia el mango del cuchillo. 

—¡No te lo quites!—gritó alguien, pero ya fue demasiado tarde. 

"Yo estoy contigo, no tengas miedo."

Un grito agudo escapó de mi garganta cuando saqué el cuchillo de mi cuerpo, la hoja estaba negra, pero aún así brillaba. Voltee enfrente de mi otra vez y la muerte estaba más cerca. Estaba agachada junto a mi. 

"—Pronto, mi niña. Pronto."

De su corona de flores arrancó una, era una rosa blanca. La llevó a mi cabello y la acomodó detrás de mi oreja. Después llevó su mano a mis ojos y cerró mis párpados, un sueño profundo empezó a invadirme. 

"—Pronto...."

—¡Alza su cabeza!—un tirón en mi cuello hizo que abriera los ojos, pero después los volví a cerrar por la luz cegadora. 

Pero una arcada me impulsó hacia delante, dándome cuenta que estaba vomitando. Abrí los ojos sintiendo como estos ardían, mi vista fue borrosa por un momento. Unas manos me empujaron hacia atrás, mientras algo frío empapaba mi frente. 

—Y está respirando más calmada—dijo una voz femenina. 

Abrí los ojos topandome con una mirada verdosa, la sonrisa genuina de Octavia me hizo sentir más tranquila. A un lado de ella estaba una chica rubia de ojos grandes de color miel. Ella me sonrió tímida. 

—Hola—su mano se alzó levemente—Soy Harper. 

Sonreí de vuelta, pasé mi lengua por mis labios sintiendo cómo estaban de resecos. Octavia me pasó un cuenco con agua, la cual me la tomé casi enseguida.