TORMENTA |Bellamy B.

CAPÍTULO 52

—No dejaremos a nadie—dijo Clarke mientras observaba a Bellamy, quien estaba cruzado de brazos—Te necesitamos. 

—Ellos estaban dispuestos a peleare por ti—dije haciendo que le moreno me vea—Tú los inspiras, Bellamy. Los enseñaste a ser valientes—pasé la lengua por mis labios—Y un bue líder salva a su pueblo, no lo entrega en bandeja de plata a una masacre. 

—¿Y qué quieres que haga entonces, Elena? ¿Qué quieres que diga?—dijo Bellamy extendiendo sus brazos a los lados. 

Me acerqué a él, tuve que alzar un poco mi cabeza. 

—Qué los salvarás—miré un punto detrás de él, ese dónde se encontraba Octavia—Que salvarás a tu hermana. 

Bellamy tragó saliva duramente, sabía que mis palabras habían tenido fuerte impacto en él.  

—Es la mejor opción, Bellamy. Si queremos sobrevivir, tenemos que irnos—volvió a hablar Clarke. 

Bellamy echó el cuerpo ligeramente hacia atrás, para después asentir con la cabeza. Salió de la nave sin decir palabra alguna, haciendo que Clarke vaya detrás de él. 

—En verdad te importa, ¿no?—una mano cálida me tomó con delicadeza de la mano, observé a la dueña de ésta—No quieres que muera—afirmó Octavia. 

—Bellamy es muy impulsivo—dije mordiendo mi labio inferior, pues tenía la mirada atenta de la castaña—No quiero que por sus impulsos pueda salir lastimado.

—Lo sé, es muy terco cuando se trata de protegernos—miré a Octavia sintiendo cómo mi pulso se aceleraba con la última palabra. 

"Miente."

—Bellamy es buen chico—dije volteando hacia la salida de la nave. 

Sólo fue un niño que tomó responsabilidades que no debía. 

—A él le importas—dijo Octavia con una sonrisa—Serías buena cuñada. 

Me atraganté con mi saliva al escuchar lo último, sintiendo un calor intenso en mis mejillas. Octavia soltó una risa inocente. 

—Bien, vayamos a empacar—dijo yéndose hacia un grupo de chicos que estaban cargando cosas. 

Asentí con la cabeza para caminar en dirección contraria a ella, saliendo de la nave en el proceso. Busqué al chico con pecas por el lugar, observando de paso a varios criminales empacar algunas cosas en mochilas improvisadas. 

Bellamy estaba a un lado de la nave, dónde estaría nuestro cementerio. Me acerqué a él a paso lento, mientras metía las manos en los bolsillos de mi chaqueta. Él estaba mirando al suelo, con una expresión neutra. Parecía perdido en sus pensamientos. 

—Dieciocho muertos—dijo haciendo que lo voltee a ver, el seguía con su mirada en el suelo.

—Ochenta y dos vivos—dije poniendo una mano en su hombro, el cual se tensó por mi tacto—Lo hiciste bien, Bellamy. 

—¿A qué costo?—dijo mirándome de reojo. 

"Una vida para salvar otra, ¿no lo crees?". 

Me aclaré la garganta antes de responder. 

—A veces la vida es brutalmente corta para algunos—el recuerdo de cierta niña rubia invadió mi mente—Y en otros casos es cruelmente larga. Y nosotros no tenemos control sobre ello. 

—Tú lo tienes—dijo mientras se volteaba a mi dirección—Me despertaste de la muerte, Elena. 

—En teoría—dije tratando de evadir ese tema, pues aún recordaba su respuesta a aquella pregunta que le hice.