TORMENTA |Bellamy B.

CAPÍTULO 24

—¡Todos tomen un arma!—gritó Bellamy a la multitud, su voz autoritaria como siempre—¡Mi hermana lleva 12 horas fuera! ¡No regresaremos sin ella!

Me acerqué a la mesa en donde tenían las armas, tomé un cuchillo hecho del material de la nave. Una mano en mi brazo hizo que me detuviera en mis acciones. 

—Deberías tomar un arma más grande—dijo Bellamy. 

Sonreí a medias. 

—Técnicamente yo soy mi propia arma—dije señalándome, el sonrió un poco—La encontraremos, Bellamy. Ten fe en ello. 

Él asintió en mi dirección y después se volvió a dirigir al grupo de búsqueda. Finn iba encabezando el grupo junto a Bellamy, a mi lado venía una chica pelirroja y detrás de nosotros venía Jasper y más chicos. 

Salimos del campamento alumbrados con las antorchas que portaban algunos, una pequeña brisa caía del cielo haciendo que la noche sea más fresca de las pasadas. El olor a humedad estaba presente. 

Las copas de los árboles hacían que el bosque se viera aún más oscuro de lo que ya era por sí solo, lo único que se escuchaba era nuestra respiración y los murmullos asustados de los delincuentes. Finn iba al frente con una ventaja de diez pasos. 

—¿Y si ya está muerta?—escuché que cuestionó una chica pelirroja. 

Bellamy volteó a verla con una mirada fría y dura, mostrando lo mucho que lo molestaron sus palabras. La chica se encogió de hombros mientras aceleraba el paso para evitar la mirada del moreno. 

—¡Alto!—gritó Finn haciendo que le grupo se detuviera, pude ver por encima de algunos delincuentes que se agachaba para tomar algo. 

Se giró para enseñarle a Bellamy lo que tenía en una de sus manos, el moreno lo tomó mientras lo inspeccionaba. 

—Es el cinturón de Octavia —dijo en un murmullo algo bajo. Le pasó su antorcha a uno de los chicos que estaba a su lado—Soga—demandó al tiempo que estiraba su mano. 

—Espera—habló la chica pelirroja de hace rato—¿Es seguro bajar?—alcé una ceja incrédula. 

—Si tienes miedo de bajar no lo hagas—dije pasando por su lado—Pero no estorbes a los demás. 

—Todo sea por Octavia —escuché que dijo Jasper antes de bajar. 

Solo unos cuantos delincuentes bajaron, algunos se regresaron y otros pocos se debatían si seguir en la búsqueda a o no. Seguimos caminando por unos metros más hasta que un olor putrefacto llegó a mis fosas nasales, alcé la vista para encontrarme con esqueletos aún en estado de putrefacción colgados de los árboles. 

"A la muerte le gusta que le hagan altares, ¿lo sabes, borreguita?".

—No hablo idioma terrestre—dijo Finn rompiendo el silencio abrumador—Pero yo en eso veo un claro "váyanse". 

El grupo que había venido con nosotros empezó a protestar y algunos reclamaron que lo mejor era regresar. No sé si Bellamy lo haya logrado escuchar, pero un chico dijo en una voz muy baja y cautelosa: 

"Esa chica ya es una causa perdida, tal vez su cadáver esté colgado ahí".

—Si quieren regresar háganlo—dijo Bellamy sin mirar al grupo—Mi hermana, mi responsabilidad—agregó antes de avanzar hacia la oscuridad del camino. 

Bellamy Blake era un protector, un guardián. 

Miré a los delincuentes que empezaban a retirarse, dejando a un pocos que aún tenían la valentía necesaria para continuar. Voltee al frente nuevamente encontrándome con la mirada oscura de Bellamy, quien parecía estar  analizando mis movimientos.