TORMENTA |Bellamy B.

CAPITULO 17

—Elena...—escuché que llamaban mi nombre—Elena... despierta. 

Unas manos se posaron en mis mejillas dándome palmadas en ellas, pero no podía -quería- despertar. La voz que me llamaba se hacía más lejana con la medida del tiempo. 

—Elena—una voz masculina se hizo presente en el vacío de mis pensamientos, seguido de eso sentí como un golpe frío me llenaba. 

Abrí los ojos mientras tosía, pude sentir cómo al enderezarme agua helada corría por mi cara. Miré a mi alrededor para ver a Octavia con un paño en la mano, Jasper detrás de ella viéndome preocupado y a un Bellamy con un cubo en las manos. 

—¿Estás bien?—preguntó Octavia mirándome de forma curiosa y preocupada. Asentí con la cabeza. 

—Te salió sangre del golpe, ¿segura que te sientes bien?—preguntó Jasper señalando detrás de mí. 

Pude ver una gran mancha oscura de sangre, sentí cómo un escalofrío recorría mi espina dorsal. Voltee a ver a Jasper para después sonreírle. 

—Estoy bien—dije poniéndome de pie, pues sabía que a este punto la herida ya estaba cicatrizando—¿Y Charlotte..?—pregunté viendo a Bellamy. 

—Clarke y Finn se la llevaron para evitar que Murphy la atrape—dijo mirando al bosque, después me miró a mí de forma inquisitiva . 

—Y Murphy ya ha ido a darle caza...—dije susurrando entendiendo la tensión del momento. Asentí mirando a Bellamy—Te acompaño. 

Ambos salimos corriendo al bosque, internándonos en la oscuridad de éste. Bellamy iba detrás mío, corriendo lo más silencioso posible. Yo iba unos pasos más adelante, casi casi pisando en las ramas de los árboles evitando las hojas secas. Al ser bastante delgada podía correr más silencioso. 

Mis sentidos estaban alertas de todo lo que se movía a mi alrededor, de las sombras que mis ojos alcanzaban a percibir de reojo y de los olores que a veces surgían al pasar por algunas plantas y arbustos. La noche ya había caído quitándonos gran parte de nuestra visibilidad. 

Me detuvo de golpe cuando vi algo corriendo delante de nosotros, alcé una mano para que Bellamy también se detuviera. Entrecerré los ojos cuando vi que la figura había desaparecido.

—¿Qué ocurre?—preguntó en un susurro bajo el moreno. 

—Creo que vi a alguien—dije empezando a caminar, Bellamy me siguió acortando la distancia que nos separaba. 

Rodee el tronco de un gran árbol cuando vi cómo algo se hallaba detrás de él.  Un cosquilleo en la punta de mis dedos empezó a surgir para estar listo en cualquier situación de peligro. 

—¡Suéltame...!—una gran mano cubrió la boca de dónde iba a surgir ese grito. Pude ver, a través de la oscuridad, la mirada asustada de Charlotte. 

—¡No grites!—dije mirando detrás de nosotros—¿Se puede saber qué haces aquí sola?. 

—¡Basta!—dijo forcejeando con Bellamy—¡Suéltenme! ¡Déjenme ir!. 

—¡¿Charlotte qué rayos te pasa?!—preguntó desesperado Bellamy intentando que la niña no escapara de su agarre.

—¡Bellamy suéltame!—mi mirada se encontró con la de Bellamy, haciendo que éste viera lo tensa que estaba con la situación. 

—Elena...—susurró haciendo que volteara detrás de mí. 

—Oh demonios...—maldecí cuando vi unas antorchas no tan lejos de dónde estábamos. Sentí cómo el aire se iba de mis pulmones cuando vi de quién se trataba.