CAPITULO 23

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Cuando llegamos al campamento, ya empezaba a anochecer. Bellamy no se había separado de mi en todo el trayecto, al igual que no había soltado nuestras manos. Todas las miradas de los adolescentes cayeron en nosotros cuando nos vieron llegar. 

—Disfruta de ser el centro de atención—susurró en mi oído demostrando lo divertido que estaba. Un cosquilleo en mi nuca me invadió. 

—¿Te gusta ser el centro de atención, bestia?—pregunté con una sonrisa, a pesar de estar bastante nerviosa. 

—Algo—bromeó él—Ya empezaba a extrañar ese apodo, muñeca—dijo dirigiéndonos a la nave. 

Sonreí ante su comentario, sabiendo que el tal vez ya no pudo verme porque me dejó entrar a mi primero. Dirigí mi vista al interior de la nave donde pude ver a Clarke y Raven dando órdenes de dónde poner las bengalas, al igual que a Monty trabajando con un brazalete. 

Miré en mío notando la ahora muy diferente apariencia, hice una mueca reprochándome por no haber permitido que me lo quitaran desde un principio. 

—Monty—llamé acercándome a él—¿Podrías ayudarme con ésto?—dije alzando mi muñeca. 

—Claro—dijo con una sonrisa. Agarró una especie de destornillador y empezó forzar con el seguro de la pulsera—Vaya, éste está bastante asegurado—dijo riendo un poco. 

—Digamos que es especial—dije con ironía en la voz. Monty tomó unas pinzas y lo cortó, haciendo que éste cediera por fin. 

Gotas de sangre cayeron en la mesa de trabajo de Monty, mientras que unos hilos de sangre empezaban a resbalar por mi mano. Un pitido se escuchó en mis oídos, sentí mi brazo derecho más helado de lo normal, al igual que sentí cómo se dormía un poco. 

—Woah, tu sangre sí que es espesa—dijo Monty acercando un dedo a ella, lo detuve dándole una leve golpe en su mano. 

—No la toques—dije limpiando la sangre con el puño de mi chaqueta—Tú me caes bien—dije sonriendo hacia él. 

Monty rió sonrojándose un poco, parecía que había captado el mensaje. 

Me despedí de él diciendo que lo dejaría trabajando, prefiero no interrumpir. Me acerqué a Bellamy el cual estaba afuera de la nave mirando el cielo. Ya había anochecido y las estrellas se veían más brillantes que nunca. 

"Tú eres la propia estrella de tu oscuridad."

—¡Bien, todos listos!—escuché que gritó Raven a la multitud que se había formado. 

Un camino de fuego se vio disparado hacia el cielo, seguido de otro y después de dos más. El cielo se había alumbrado con la luz de las bengalas, haciendo que por momentos parecieran estrellas fugaces. 

—¿Crees que funcione?—preguntó Bellamy a mi lado, voltee verlo encontrándome con su mirada. 

—Tiene qué—dije regresando mi mirada al cielo.

Vi de reojo como él parecía asentir levemente con la cabeza. Sonreí de lado mirando a las estrellas. 

—En el Arca nunca pude ver a las estrellas—dije riendo un poco—Y eso que vivíamos en medio de ellas. 

—Pues creo que ahora podrás apreciarlas cuántas veces quieras—dijo en un susurro—Ponte atenta a una estrella fugaz. 

—¿Por qué?—dije alzando una ceja. 

Él alzó ambas cejas algo sorprendido, pero después sonrió tiernamente. 

—Puedes pedir un deseo con ellas—dijo mientras un brillo aparecía en sus ojos.

TORMENTA |Bellamy B.Where stories live. Discover now