CAPÍTULO 49

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—Vas a hacer exactamente lo que te diga, Bellamy—dijo Murphy dando dos pasos hacia él, mientras que aún me tenía sujeta—O tu reinita lo pagará. 

Bellamy frunció la nariz en signo de molestia, también me di cuenta que sus ojos estaban más oscuros que de costumbre. Estaba encorvado haciendo que se vea aún más grande e intimidante. 

—Elena no tiene nada que ver con esto—reclamó Bellamy haciendo que Murphy soltara un bufido. 

—Claro que tiene que ver—contestó empujándome hacia delante—Si te decía que ella también estaba en la nave, tú no dudarías en traer un arma contigo—el comentario de Murphy me hizo reír, haciendo que tirara de mi cabello con fuerza—¿Qué es tan gracioso?. 

—Te preocupaste tanto a que no trajera armas—dije mirando a Bellamy de reojo, después fijé mi vista en Murphy—Qué se te olvidó que yo soy una. 

—Tienes la consciencia tan sucia, Elena—respondió Murphy haciendo que frunza en ceño—Que todos en esta habitación sabemos que no podrías con otra muerte en tus manos. 

Un frío caló en mis huesos teniendo cómo consecuencia que baje la guardia, haciendo que Murphy sonría maliciosamente. Dejó el rifle a un lado del barrote de metal dónde antes estaba Jasper, tomó mis manos y después las amarró a él. Apretó el nudo con tanta fuerza que empecé a sentir instantáneamente cómo mis manos empezaban a picar por la falta de circulación  sanguínea.

—Bien, ahora ya estamos más cómodos—habló Murphy una vez que tenía el rifle en sus manos—¿Ves esos cinturones de ahí?—señaló hacia la mesa de metal haciendo que Bellamy voltee a verlos—Átalos. 

Bellamy, en cambio, solo se quedó observándome, cómo si quisiera decir algo. Pero solo hizo enfurecer a Murphy, haciendo que me vuelva a apuntar con el rifle.

—Ahora, Bellamy—dijo en tono demandante—O ya sabes lo que pasará. 

Volvió a soltar un disparo que cayó cerca de mis pies, haciendo que un pequeño grito salga de mi garganta. Sentí cómo el sudor frío caía por mi espalda cómo si fuera el filo de una cuchilla.  Un ruido del radio que estaba en la mesa captó nuestra atención. 

¿Bellamy están bien?—la voz de Octavia sonó por la bocina del radio, pero no obtuvo respuesta—¿Bellamy me copias?—preguntó con voz temblorosa. 

Murphy se acercó a Bellamy, para después agarrar los cinturones. 

—¿Quieres hacerles saber que estás vivo?—preguntó Murphy apretando los cinturones con fuerza—¡Pues empieza a hacer el maldito nudo!—gritó lanzándole los cinturones. 

Bellamy atrapó los cinturones con una mano, mientras que con la otra, sostenía el radio. Sin dejar de observar a Murphy respondió ante la demanda de su hermana de saber si estaba vivo o no. 

—Estamos bien, O—dijo en un tono tranquilo—Elena también lo está. No hay nada de que preocuparse, sigan trabajando. Y dile a Raven que se apure con su trasero. 

Bellamy dejó el radio en la mesa, para después empezar a atar los cinturones. Murphy seguía amenazándolo con el rifle, mientras tiraba insultos haciendo que Bellamy lo miré aún más enfurecido. 

—Es momento de que dejes ir a Elena—volvió a demandar Bellamy.

Murphy lo ignoró mientras le ordenaba atara un cinturón más, haciendo que Bellamy se tuviera que agachar para recoger uno de los cinturones que yacía en el suelo. Murphy volteó a verme con una mirada de pena fingida. 

—¿Sabes algo, Elena? Pensé que serías lo suficientemente inteligente para no fijarte en un tipo cómo Bellamy—su expresión cambió a una asqueada—Pero ya vi que no. 

TORMENTA |Bellamy B.Where stories live. Discover now