Cuarenta.

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Iba de camino a encontrarme con Lis, ella había estado apartada de todos por lo que sentía hacia Jimin, pero siempre hablábamos por mensaje. Aunque por su trabajo y por el mío no habíamos podido vernos. Me encontraría con ella en una cafetería, luego iría a casa de mis padres y pasaría toda la tarde allí.

Anoche no obtuve respuesta de Yoongi, lo llamé tres veces y en todas me llevaba al buzón luego de repicar. Pensé que despertaría al menos con un mensaje de su parte, pero nada. No podía evitar sentirme decepcionada y no quería insistir más.

La verdad no sabía si quería que me buscara –aunque en el fondo era lo que más ansiaba– o dejar todo como estaba. Por ahora no me atormentaría y trataría de olvidar todo el asunto por un rato. 

Llevaba a Malú en el canguro, tenía la edad suficiente para poder usarlo, recién había cumplido cuatro meses, semanas atrás pensé que podría sentirse incómoda, ahora me resultaba muy práctico y si no le gustara lloraría todo el rato, pero estaba tranquila. La cosa es que ella era una bebé grande y tampoco sería bueno para mi espalda usarlo todo el tiempo, sólo que hoy no quise sacar el coche ni llevarla en el portabebé.

Llegué a la cafetería y ya Lis se encontraba allí, la vi a través del ventanal, pero ella no me vió porque su atención estaba puesta en su celular. Entré al mismo tiempo que una pareja salía del lugar y observaban con ternura a Malú, siempre pasaba, las personas solían reaccionar de esa forma cuando la veían. Yo sonreí por esto.

La cafetería era muy colorida y con temática marina, las paredes tenían colores muy pintorescos al igual que las mesas, así captando la atención de Malú, que en el camino había estado atenta a todo su alrededor. Quedaba cerca de donde vivía por eso había decidido venir a pie.

Me acerqué hacia donde estaba Lis, el lugar no estaba tan concurrido y el ambiente era tranquilo.

Ella alzó la cabeza justo cuando yo iba a hablar para que se diera cuenta de nuestra presencia. Sonrió ampliamente, al menos no se veían tan triste como la última vez que la vi.

–¡Oh, por Dios! ¡Pero miren a esta cosita preciosa! –Exclamó, emocionada, llevando las manos a su pecho viendo a Malú, mientras yo desabrochaba el canguro para dejar que la cargara.

–Lamento si te hice esperar.

–No te preocupes, llegué hace unos minutos –meneó la cabeza, teniendo toda su atención en la bebé que la admiraba con curiosidad– Cada vez se pone más hermosa, Tami. –Ella me abrazó antes de cargarla, ambas nos sentamos frente a frente y yo dejé la pañalera en la silla a mi lado, junto con el canguro.

Una chica se nos acercó para anotar nuestros pedidos, sonrió hacia la bebé antes de retirarse. Lis y yo pedimos un pedazo de tarta de melocotón para cada una, una malteada de vainilla para ella y agua para mí. Estaba intentando comer lo más sano posible.

Veía divertida como ella tenía a Malú frente suya y le hacía muecas.

–¿Quién es la bebé más adorable del mundo? ¡Sí! ¡Tú! –le hablaba con voz chiquita– ¡Está sonriendo! ¡Que hermosa! –me miró a mi– Ahg, es como si le dijera hermoso a Taehyung porque es igual a él, aunque no hay que negar que ese idiota tiene lo suyo.

Reí, negando con la cabeza.

–Ya superé el hecho de que no se parece tanto a mí.

La chica que nos atendió llegó con nuestros pedidos y me dió un pequeño peluche de estrella de mar diciendo que era cortesía de la casa para la bebé. Le agradecimos antes de que se retirara.

–Bueno, su color de cabello es parecido al tuyo. Es un consuelo. –Giró a la bebé para sentarla, sosteniéndola con un brazo.

–Al menos –sonreí– ¿verdad, mi amor? –Le hablé a Malú quien sonrió con sus dedos metidos en la boca babeando, amaba que fuera tan risueña. Saqué un pañal de tela y se lo di a Lis para que la limpiara, también saqué su chupete con la tira. –Engánchala donde quieras.

UNEXPECTED. |MYGWhere stories live. Discover now