Veintiuno.

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Habían pasado dos días desde que la madre de Yoongi vino a visitarlo, ahora la estábamos despidiendo en el aeropuerto. Ya habían llamado a los pasajeros por los altavoces.

Yoonhee, como había pedido que la llamara, me abrazó.

–Puedes llamarme si necesitas cualquier cosa –dijo al separarse de mi– estaré muy atenta a mi teléfono.

–Claro, gracias –sonreí– fue un placer compartir estos días con usted.

–Para mi igual, cariño –me dio un apretón en la mano– adiós, Malú. –Se inclinó un poco hablándole a la bebé.

Luego se acercó a su hijo y lo abrazó muy fuerte, fue gracioso ver la reacción de Yoongi pero de igual manera rodeó a su madre con sus brazos.

–Cuídate mucho, hijo, y cuida a Tami.

–Lo haré, mamá. Puedes estar tranquila.

Después de que él le dijera que pronto iría a visitarlos, la señora Min se fue por el pasillo de abordaje.

–Tú que tenías miedo de como te trataría mamá, y quedó encantada contigo, creo que le agradas más que yo. –Comentó, mientras hacíamos nuestro camino hacia la salida del aeropuerto.

–La verdad es que me agrada más que tú. –Lo miré, y vi como sus ojos se achicaron debido a una sonrisa que no pude ver por el tapabocas que llevaba.

–Me adoras, Tami. –Soltó con arrogancia.

–Supongo que no puedo evitar que vivas engañado toda tu vida. –Suspiré con fingido pesar.

–Noté como veías ese pie de limón, pensaba comprarte un pedazo pero ya no lo haré. –Pasábamos de nuevo frente a un local donde vendían postres, la primera vez no pude evitar ver lo que mostraban en la vidriera y se me había hecho agua la boca al ver un pie de limón.
Yoongi sabía jugar sucio.

–Me retracto de lo que dije.

Escuché su risa y me haló para entrar al sitio.

–No es justo que juegues con los antojos de una embarazada, Yoongi. –Exclamé indignada, mientras comía de mi pie de limón, estaba delicioso.

Puso en marcha el auto saliendo del estacionamiento.

–Te tengo en la palma de mi mano, Tami. –Bromeó de manera cruel.














34 semanas de embarazo.

Los días iban pasando y yo trataba de estar lo más tranquila posible, pero a veces no resultaba. El último trimestre del embarazo era un poco fastidioso, no me provocaba ni moverme la mayoría del tiempo. Estaba irritable debido a que no dormía casi nada, la bebé casi no tenía espacio por ende sentía sus movimientos mucho más, en resumen me sentía exhausta. Además que de vez en cuando me sentía triste y decaída. Muchas dirían que el embarazo es una etapa muy bonita, y si, pero también complicada.

Todos parecían tener un ojo en mi, los chicos me hacían compañía cuando Yoongi se tenía que quedar trabajando toda la noche. Seunghee, la novia de Jungkook, se había hecho cercana a mi también y se había quedado algunas veces conmigo al igual que Lis. Leila me visitaba casi todos los días o me acompañaba a caminar.

Ya estaba a punto de entrar en los nueve meses, Jiwoo me había dicho que Malú podría nacer en cualquier momento a partir de la semana 37, cuando ya estuviese en posición. Yo había decidido tener un parto natural y esperaba que fuera así y no tener que recurrir a una cesárea a último minuto. De las dos formas igual me daba miedo, pero si la tenía por cesárea el tiempo de recuperación podría tardar un poco más y era un procedimiento más delicado.

UNEXPECTED. |MYGWhere stories live. Discover now