Tres.

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No había podido dormir casi nada, pensando en todo. En Taehyung, en el bebé, mi carrera, mis padres, en fin tenía muchas cosas en la cabeza. También había llorado y traté de no hacerlo, para no tener los ojos hinchados después. Pero fue casi imposible evitarlo.

Prendí mi celular, lo había apagado para ahorrar la batería. Eran las siete de la mañana. No tenía mensajes, ni llamadas.

Me levanté de la cama, me puse mi ropa de nuevo y salí de la habitación. Justamente Yoongi salía de la suya, sosteniendo una laptop en una mano.

–Buenos días –casi ni me miró, tenía su atención en la pantalla– En el baño hay un cepillo nuevo, en el estante. –Siguió su camino hacia la sala. No me dio el tiempo de responder de vuelta.

Entré al baño y busqué el cepillo en donde me indicó, me dispuse a lavarme la boca. Me eché agua en la cara, y me miré en el espejo. Tenía unas ojeras algo marcadas, mis ojos un poco hinchados, se notaba que estaba pasando por un mal momento.

Me dieron náuseas, pero no tan fuertes. Tomé varias respiraciones tratando de calmarme y salí del baño luego de unos minutos.

Me conseguí con Yoongi en la sala, estaba sentado en el sillón con el ordenador en sus piernas, había una taza con lo que suponía era café, en la mesa frente a él.

–Buenos días. –Mi voz estaba un poco rasposa. Él alzó la vista y asintió como en forma de saludo.

Me miró por unos segundos, observando todo mi rostro. Yo bajé la mirada, sentía que con sólo verme podía leer todo el embrollo en mi cabeza.

–Pensé que despertarías un poco más tarde. –Dijo.
No había mencionado nada con respecto a mi estado y lo obvio que era, que me sucedía algo. Me sentí aliviada por eso.

–Estoy acostumbrada a despertarme temprano. –Me encogí de hombros.

–Si tienes hambre, puedes ver en la cocina y comer lo que quieras. –Volvió su atención, a lo que fuera, que estuviese haciendo en la laptop.

Tenía que comer pero tenía miedo de que, si ingería algo, terminara por devolverlo. Pero no sólo era yo, tenía que pensar en el bebé.

Mi bebé.
Era raro tener que pensar en eso, que dentro de mí crecía alguien que dependería de mi por mucho tiempo.

Debía comprar las vitaminas que me había recetado la doctora, pero para eso tenía que pasar por el apartamento y no tenía las llaves. Él seguramente no estaría allí, así que tendría que esperar.  Fue una estupidez irme así. Tenía que comunicarme con Taehyung, por más que me doliera.

–¿No tienes hambre? –La voz del chico sentado frente a mí, me había devuelto a la realidad. Asentí y me hizo un gesto con la mano señalando hacia la cocina.

Entré en ésta. sintiéndome extraña por estar revisando el lugar de una persona que a penas conocía. Pero él parecía no tener ningún problema con ello. 

Tomé un paquete de pan, me haría un sándwich. Abrí el refrigerador, estaba muy surtido, miré por unos breves segundos y saqué las cosas con lo que  rellenaría. No sabía si él ya habría desayunado, así que salí a la sala de nuevo. Yoongi se encontraba hablando por teléfono, llamé su atención y volteó a mirarme, le hice un gesto como preguntando: ¿ya desayunaste? Y el sólo asintió y siguió hablando.

Tenía el ceño fruncido, no sabía si estaría molesto por algo o qué, aunque era una persona seria de todas maneras.

Volví a entrar a la cocina para continuar con la preparación del sándwich. Me lo comí allí mismo. No quería estar en la sala y que Yoongi pensara que quería escuchar su conversación.

UNEXPECTED. |MYGWhere stories live. Discover now