Treinta y dos.

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Yo consideraba que tenía paciencia, y más después de que Malú naciera, justo ahora me estaba poniendo a prueba. Estaba algo inquieta, no quería dormir.

Llegué a casa, Leila y yo cenamos luego se fue. Le di pecho a Malú, la dormí y a la media hora se despertó llorando, la volví a dormir y sólo alcanzó a hacerlo otros veinte minutos. Le cambié el pañal y pensé que se dormiría luego de eso pero no, entonces le di un baño tibio y de espuma, esperaba que eso sirviera porque no era que tuviera hambre o le doliera algo, sino no dejara de llorar.

Lei me había dicho que ella durmió varias horas seguidas en la tarde, quizás por eso ahora no quería dormir. Algunas noches se levantaba varias veces y otras no tanto, al parecer hoy era una de esas noches en las que se levantaba muy seguido. Eran las diez ya.

La mecía mientras caminaba por toda la sala casi a oscuras, sólo estaba una lámpara encendida. En eso sonó el timbre.

Era Yoongi, me había escrito porque recién salía del estudio y quería saber que estaba haciendo, le dije que podía venir si así lo quería. Él sabía que dormía tarde.

–Lindas ojeras. –Dijo con burla en cuanto abrí.

–Pasa, sino alguien puede verte y se preguntarán porque dejo a entrar a alguien con pinta de matón a mi casa –sonreí falsamente y él me imitó, me hice a un lado para que pasara– Creí que te había enviado el código por mensaje.

–Se me apagó el teléfono y no me lo grabé. ¿Cómo estás? –Miró a Malú en mis brazos, que no parecía querer dormirse pronto porque tenía sus ojos bien abiertos.

–Bien, con algo de sueño aunque esta señorita no quiere dormir.

–A lo mejor yo pueda dormirla.

–No lo creo, pero inténtalo. –Se la pasé con cuidado, él se sentó en el sillón y ella comenzó a quejarse un poco.

Me fui a la cocina para aprovechar de lavar los teteros y mientras los ponía bajo el chorro de agua para quitarle el jabón, dejé de escuchar a Malú. Los puse a escurrir y lavé las chupas, para luego meter todo al estilirizador.

Cuando salí de la cocina, me encontré una escena que me derritió el corazón. Malú estaba dormida con su chupón, sobre el pecho de Yoongi quien también estaba dormido, medio recostado del sillón y aún así la tenía bien sujeta contra él.

Busqué mi celular rápido y tomé una foto, lo dejé a un lado y me acerqué para moverlo un poco, despertándolo.

–Voy a acostarla. –Susurré. Él asintió y dejó que cargara a Malú.

Entré a mi cuarto, y la dejé en su cuna ella siguió durmiendo como si nada.

Volví a la sala y Yoongi estaba en el mismo lugar con ojos cerrados, pero los abrió cuando sintió que me senté a su lado.

–Te dije que la dormiría. –Su voz se escuchaba más ronca por el sueño.

–Estás cansado, debiste ir a casa directamente. –Comenté.

–Si, un poco pero quería verlas. –Bostezó. Recordé lo que me había dicho Joohyun el día anterior, quise preguntarle si ella le había dicho algo pero tampoco quería ser una imprudente y no sabía si él me contaría algo como eso ahora. –¿Puedo quedarme? No quiero conducir.

–Claro, no hay problema. Puedes dormir en el cuarto de Malú.

–Prefiero dormir en este sillón, es cómodo.

–Sólo porque no quieres moverte –reí– ¿No tienes hambre? –Negó, quitándose la gorra y el cubrebocas, casi me pateó para que me levantara.

UNEXPECTED. |MYGOnde histórias criam vida. Descubra agora