Once.

10.5K 1.1K 235
                                    

Sólo me había levantado de la cama para ir al baño y comer, sentía el cuerpo algo pesado, creo que era por el embarazo. Me encontraba sola en casa, Yoongi había salido, un amigo suyo regresaba de unas vacaciones en Busan por lo que se iban a reunir junto a Namjoon, Jimin y Jin, a éste último no lo conocía aún, pero ya me había hablado de él, aunque no del otro chico. Simplemente me comentó que lo había conocido cuando estuvo en la universidad, pero no había mencionado su nombre.

Tenía días pensando en Taehyung y es que luego de aquél mensaje vinieron otros más, decía que estaba muy feliz con su nueva relación, que le gustaba mucho la chica, mensajes a los cuales yo no respondía, me decía información sobre su relación que yo no quería saber. ¿Por qué tenía que ser tan cruel conmigo? Aquello me afectaba de alguna manera, aunque no quisiera, le estaba dando el poder de hacerlo y me sentía mal por eso. Estaba cayendo en su juego de inmadurez.

Se me hacía un extraño, no era para nada el chico que llegué a amar con locura.

Sólo quería que se mantuviera alejado de mí y de mi bebé, que me dejara en paz.

Yoongi no sabía de esto y no me parecía apropiado decirle.

Me levanté de la cama para ir al baño y cuando lo hice sentí una punzada en la espalda baja, solté un quejido de dolor. Sentí que algo bajaba y me apresuré a entrar al baño, cuando bajé mis bragas vi manchas de sangre. Me asusté, sabía que esto no era normal que pasara, traté de mantener la calma.

Salí del baño, buscando mi celular, sentía una presión en el vientre. A éste punto estaba temblando por el miedo.

Me acosté en el sillón de la sala, con una mano sobre mi vientre, mis mejillas ya estaban empapadas. Yoongi fue la primera persona que se me vino a la mente, marqué su número, repicaba pero no obtenía respuesta, lo volví a intentar hasta que al cuarto tono contestó.

Dime. –Dijo al responder. Escuchaba otras voces a través de la línea.

–Yoongi... –solté un sollozo– yo... estoy... necesito que... –Me sentía incapaz de decir una frase coherente y era frustrante.

–¿Tami? ¿Ahora por qué estás llorando? Estás viendo una serie, ¿verdad? –mis sollozos eran incontrolables– ¿Qué pasa? ¿Estás bien? –Habló ahora alarmado. –No entiendo lo que dices.

–Estoy... sangrando –respondí con voz temblorosa, pero tratando de que pudiera entenderme– necesito q-que... necesito que vengas.

–¿Qué? Ya voy para allá, tranquila. –Escuchaba ruido mientras decía aquello.

–Por favor, apúrate. –Pedí desesperada.

Llego dentro de muy poco, estoy cerca de casa... Tranquila, ¿si? Todo estará bien. –Su voz tenía un deje de preocupación, pero aún así se escuchaba serena.

Se mantuvo en la línea, hablándome durante el tiempo que le tomó llegar aquí, fue peligroso porque manejaba y también pudieron haberlo detenido. Pero logró calmarme, y dejé de llorar, aunque seguía muy asustada.

Antes del salir del apartamento tomó un abrigo y me lo puso encima, caminamos lento hasta el ascensor porque aún sentía la presión en mi vientre y también en mi espalda, eran pequeñas punzadas.






















Me encontraba en una habitación del hospital, ya me habían practicado una ecografía y hecho otros tipos de exámenes, el bebé estaba bien pero tenía una amenaza de aborto, la Doctora Jung me explicó que eso no quería decir que lo perdería, pero existía el riesgo de que sucediera en los siguientes días si no me cuidaba lo suficiente. Me indicó que debía estar en reposo, y no experimentar emociones fuertes, debía estar lo más tranquila y relajada posible, además de mantener una dieta saludable. El sangrado, por suerte, no era abundante por lo que ella esperaba que dejara de sangrar en unos días, si seguía las indicaciones claro. Me habían inyectado un medicamento, que según, ayudaría al bebé. Debía tomarlo por mi cuenta también.

UNEXPECTED. |MYGWhere stories live. Discover now