Dieciséis.

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26 semanas de embarazo.

Hace una semana había ido a la cita, Yoongi y Jungkook me acompañaron. Todo estaba marchando muy bien, Malú estaba saludable, su peso era el adecuado, me hacía muy feliz saber que ella se estaba desarrollando bien a pesar de haber estado en peligro.

Hoy desperté sintiéndome irritada, había leído que al estar embarazada los cambios de humor eran normales, pero anteriormente no me había sentido molesta sin razón aparente.

Me llegó el olor a comida y quise ir a ver qué era lo que estaba preparando Yoongi. Había pasado casi todo la mañana en mi habitación, bordando el nombre de Malú en sus mantas, quería personalizarlas y quedaron muy bonitas. Me estiré un poco porque me dolía la espalda, ya era algo común en mi día a día.

Al pasar por frente al espejo completo, no pude evitar ver mi reflejo. Mis pechos estaban más grandes y mi trasero lo estaba mucho más, parecía una ballena, aunque Jiwoo me dijo que mi peso estaba bien. Suspiré y salí del cuarto.

Aún me quedaban tres meses y ni quería pensar en como me vería de aquí a allá.

Yoongi estaba en la barra revisando su celular, pero centró sus ojos en mi al sentarme frente a él.

–¿Y esa cara?

–Es la única que tengo. –Respondí cortante. Pero después me di cuenta de como había hablado. –Lo siento... yo...

–Okeey, ¿qué te sucede? –Preguntó mirándome con curiosidad.

–¡Parezco una ballena, Yoongi! –Él me miró como si me hubiese vuelto loca y luego se echó a reír. –¿Te estás riendo porque piensas lo mismo? ¿Es eso? –Lo miré con los ojos entrecerrados y él dejó de reír inmediatamente al ver qué hablaba en serio.

–A ver, estás embarazada –habló como si estuviese dirigiendose a una niña de tres años– es normal que subas de peso porque no sólo te estás alimentando tú, y no pareces una ballena.

–Lo sé, aún así no puedo evitar sentirme de esa manera.

–No has dejado de ser linda por eso. –Se encogió de hombros. Me le quedé viendo y él se dio cuenta, alzando una ceja. –¿Qué?

–Eres un amor. –Sonreí con un poco de burla.

Sabía que estaba siendo exagerada, pero que me dijera aquél cumplido me hizo sentir bien y olvidé mi drama innecesario.

–Oh, cállate. –Se levantó para ver lo que estaba cocinando, dándome la espalda.

–Siento que entre mis cambios de humor y mis llantos por cualquier cosa te volverán loco. –Mencioné, con algo de vergüenza.

–Ya me acostumbré, así que no te preocupes. –Dijo con simpleza, mientras revolvía algo en una de las ollas.

–Malú tiene hambre y eso huele muy bien.

–¿Y tú no? –Me miró burlon. –Ya está casi listo.

Unos minutos después ambos estábamos disfrutando de la comida, definitivamente Yoongi cocinaba mucho mejor que yo, aunque él decía lo contrario.

Cuando terminamos él se fue a dar un baño y yo me quedé limpiando la cocina, después de dejar todo listo fui a cambiarme porque saldríamos a dar una vuelta, aprovechando que él no tenía nada que hacer.

Cuando estuve lista busqué mi celular en la sala y en eso sonó el timbre, así que fui a abrir. Del otro lado estaba una chica muy linda, de cabello oscuro largo, podía ser de mi edad o un poco mayor, ella me miró con intriga y cuando centró sus ojos en mi panza, su ceño se frunció. Creo que ya sabía quién era y no entendía que hacía aquí.

UNEXPECTED. |MYGWhere stories live. Discover now