UNEXPECTED. |MYG

Veinticuatro. I

Yoongi

Casi me pierdo el nacimiento de Malú, sólo porque Tami no quería molestar, había llamado a Jimin para saber que hacían, ya que, ella tenía el teléfono apagado y me enojaba cuando pasaba eso, pero cuando me dijo que estaban en el hospital y que Tami ya había entrado en trabajo de parto no dudé en dejar lo que estaba haciendo para venir. Algo me decía que no debía salir de casa, pero como la vi tan tranquila pensé que no habría problema, aunque claro era una situación muy inesperada. Ni ella, ni yo podríamos saberlo.

Cuando llegó la hora para Tami de dar a luz, Leila y yo nos quedamos con ella. Yo no me despegué de su lado en ningún momento, sólo cuando iban a prepararla para llevarla de nuevo a la habitación.

A Malú se la llevaron a la sala donde tenían a otros bebés, todos fuimos a verla, aunque ya lo había hecho en el momento que nació, cuando se la mostraron a Tami. Ella lloró de felicidad y alivio de que por fin la tenía consigo. Nunca pensé experimentar algo así en mi vida, pero fue muy gratificante de ver, terrorífico a momentos, pero gratificante al fin.

Ver a una persona que quieres, traer a otra al mundo resultaba muy signficativo.

–Es hermosa. –Dijo, Lis.

–Es la bebé más tierna que he visto. –Seunghee, estaba al otro lado de la rubia y miraba con una sonrisa a la pequeña.

La veíamos a través del vidrio, en la cuna, estaba de primera. Estaba envuelta con su manta morada y tenía como un especie de turbante en la cabeza con un lazo del mismo color, su cara estaba roja y un poco hinchada.

Escuché un llanto a mi lado, volteé a ver a Jungkook y Jimin quienes estaban llorando mirando a Malú.

–Mierda... he experimentado demasiadas emociones hoy. –Dijo, el peligris secándose las lágrimas. Sonreí dándole unas palmaditas en la espalda.

Jungkook sacó su cámara y grabó a la bebé y también a nosotros. Yo tomé una foto de ella, Leila grabó con mi teléfono el momento cuando había nacido Malú y se la pusieron a Tami en el pecho, se lo había mostrado a los chicos quienes lloraron viendo el vídeo.

Los chicos decidieron irse ya que Tami necesitaba descansar.
Por ahora estábamos solos, Leila estaba afuera hablando por teléfono.

La habitación ahora estaba adornada con globos rosas y morados, y un gran peluche de oso que yo había mandado a comprar con Seunghee, ella había venido luego de clases y dio la idea de hacer un arreglo para recibir a la bebé, yo realmente no había pensado en eso. Así que antes de que se llevaran a Tami a otra habitación, ella y Jungkook fueron a comprar las cosas, obviamente sin que Tami lo supiera.

Eran pocas las cosas que llegaban a conmoverme, pero al ver como Tami miraba a Malú de verdad lo hacía, era como si nada más existiera para ella. Estaba embelesada con su hija.

–No lo entiendo. –Dijo, mientras la veía en sus brazos, estaba dormida.

–¿Qué cosa?

–Como alguien puede rechazarla, si es hermosa. –Al escuchar eso, no pude evitar sentir tristeza y al mismo tiempo enojo, contra Taehyung y los padres de ella.

–Es hermosa, ojalá no sea igual de fastidiosa como su madre. –Ella sonrió y me miró. Quise que no pensara en cosas malas por ahora.

–¿Quieres cargarla?

–No sé como.

–Yo tampoco sabía como cargar un bebé –rodó los ojos–, acércate.

Me senté en la cama junto a ella e imité la posición de sus brazos, para que me pasara a Malú.

–Cuidado con su cabeza. –La dejó con suavidad en mis brazos.

Había visto a otras personas cargar bebés pero yo no lo había hecho nunca y se sentía extraño tener a alguien tan pequeño en brazos. Malú abrió los ojos pero no lloró, se mantuvo mirándome fijamente, tenía los ojos azulados, aunque por lo que escuché de Leila era algo normal y también podrían cambiar de color.

–Está admirando tu cara de amargado.

–Mi hermosa cara de amargado, dirás. –Reímos.

–¿Tu madre va a venir? –Preguntó.

–Si, llega mañana. –Respondí, mientras pasaba un dedo por la frente de la pequeña, su piel era muy suave.
De verdad que era una bebé muy hermosa.

Luego de eso, Malú comenzó a quejarse así que la pasé a sus brazos para que la alimentara. Me senté de nuevo en el sillón y cerré los ojos por un momento, aunque al parecer me quedé dormido porque volví a abrirlos y tenía una manta encima, miré hacia la cama y Tami estaba dormida. La bebé estaba en la cuna junto a ella.

Leila estaba en el otro sillón leyendo un libro, pero cuando notó mis movimientos, se acercó para sentarse a mi lado.

–Debes estar muy cansado, sigue durmiendo. Tami, está bien. –Habló, en voz baja.

–¿Qué hora es?

–Ya es medianoche.

–Dormí lo suficiente. –Dije, quitándome la manta de encima.

–¿Sabes, Yoongi? –volvió a llamar mi atención– admiro el hecho de que estés aquí con ella, sabemos como es el asunto con su familia y lo que más necesita ahora es personas a su lado apoyándola.

–Yo sólo quiero que esté bien –miré a hacia la cama donde la castaña dormía– que ambas lo estén, que sienta que no está sola.

–Lo estás haciendo bien y sé que ella lo aprecia mucho, eres un buen chico.

Las palabras de Leila me hacían sentir seguro y realmente apreciaba que lo dijera porque sabía que estaba siendo sincera. Su hermano trabaja en la empresa, habíamos hecho algunos proyectos juntos y ella había ido unas cuántas veces para llevarle comida, lo cuidaba mucho. Y cuando estaba buscando a una persona que ayudara a Tami cuando casi pierde a la bebé, pensé en ella, era la persona indicada y tenía la confianza de dejarla entrar en mi casa. Hasta ahora ha sido de mucho ayuda y se había encariñado con Tami, hasta podría decir que era una amiga para mi, aunque a veces se comportaba como otra madre.

Muchas veces dudé si estaba haciendo las cosas bien por Tami, si la estaba ayudando lo suficiente, si debería hacer más. Yo jamás la dejaría sola, la apoyaría en lo que fuera.

Tami se había convertido en una persona muy especial para mí.

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Espero les haya gustado, gracias por leer💜