Capitulo 93:
— ¿Que? ¿Te ha ido bien? — Envuelvo sus brazos alrededor de su cuello y lo beso.
— Sí preciosa pero baja la voz — Él mira a nuestro alrededor y la gente nos echa unas miradas.
— ¡Ay mi vida! — No dejaba de sonreír.Apoyo mi cabeza en su pecho aspirando su olor varonil y exquisito y cierro los ojos.— Estoy feliz.
— ¿Vas a comprarlos? — Su pregunta me vuelve a la realidad.Toma los pequeños zapatitos y los examina.— Joder, aún no lo creo..
— ¡Si, me los llevo! — Meto los zapatitos en la pequeña canasta que nos habían dado y sigo caminando dejándolo a él detrás.Había unos preciosos chupetes y tomo uno color amarillo.
— El blanco es lindo también — Me sorprende por detrás envolviendo mi cintura con sus fuertes brazos.Lo tomo al blanco también y lo meto dentro.
— ¿Algo más? — Examino la canasta, demasiada ropa y muchos juguetes.
— ¿Tus besos también los puedo comprar? — Sonreí y me da un beso en el cuello.— Sabes, deberíamos..Oh nada, deja, será una sorpresa.
— Vamos Justin — Giro para mirarlo e ignora completamente mi mohín.
— Vamos a pagar esto — Sujeta mi mano con seguridad y me guía hasta la cajera.La pequeña rubia lo mira embobada y tengo el deseo de pagar yo pero él me lo impide.Intento concentrarme en las demás chucherías que ofrecían pero es inútil, ¿acaso no ve que será padre?
— ¿Es para tu hermanito? ¡Que dulce! — Ella suelta una risita y él trata de responder pero lo interrumpo.
— Vamos a ser padres, ¿me puede atender otra cajera? — Le sonrío.
— Disculpe, sí quiere puedo llamar a..— Balbucea.
— No, deja, esta bien — Justin ríe forzadamente y la obliga con la mirada a continuar.Bufé.Mis hormonas estaban descontroladas.
Al llegar a su casa, hoy dormiría aquí, sus padres me miman regalándome cajas de chocolates y no puedo estar mas feliz.La puerta de abre y Matías deja caer la mochila al suelo, como su boca y yo lanzo una carcajada.
— ¿Que? — Grita sorprendido.
— ¡Maaaatias! — Le sonrío.— Perdón, prometo llevarme esto a casa pronto.
Intenta avanzar pero tropieza con un juguete que canta "Feliz Cumpleaños", lo toma entre sus manos y lo mira como si se tratase de algo que jamás haya visto.
— ¿Tratas de volverme loco? — Busca a Justin con la mirada pero él estaba en la cocina.
— No esta aquí — Respondí como si supiese sus pensamientos.
— ¿Insinúas algo? — Desliza su campera por los hombros y la tira a su cama y luego ríe.— Deberías ver tu cara.
— Él te escucharía y te mataría — Vuelvo a concentrarme en mi celular.
— ¿Y por que lo mataría? — Justin descansa su cuerpo en el umbral de la puerta.
— Porque casi rompe los juguetes — Miró a Matías y el continua mirando los juguetes.
— ¿No has comprado una pequeña pelota de basquet? — Pregunta intrigado.
— ¡Ni siquiera sabes el sexo del bebé! — Escupí graciosa.
— ¿Y sí lo se? ¿Y si fui como Justin a la ecografía? — Entrecierra sus ojos de manera sospechosa.
— No jodas — Lloriqueo.
— Joder, cuida tus palabras, ella esta...bipolar — Susurra Justin.
— ¿Bipolar? — Grito. — ¿Algo más? ¿También quieren decirme que estoy gorda? — Las lagrimas caen por mis mejillas.
— No, preciosa..— Matías intenta calmarme.
— Chiquita..— Justin intenta dar un paso hacía mi.Y los miro, paso mi mirada de uno al otro, iguales.Idiotas.
— Lo siento, soy una estúpida, una idiota.— Tapo mi rostro.Siento unos brazos a mi alrededor y compruebo que era Matías y me aferro a él.El puro recuerdo de cuando supe que sería madre vaga por mi mente y me produce dulzura.
— Esta chica no solo ha cambiado mi vida sino la tuya, ¿desde cuando abrazas? — Suelta una risa Justin y pone su mano en mi abdomen.
— Tiene razón eres un imbécil — Matías acaricia mi cabello.