Capitulo 54:
Melanie rompe en llantos y salgo de aquel jodido lugar.Nada importaba.Tapo mi cabeza con la capucha de mi campera y me adentro en mi propio mundo.
La palabra error estaba con frecuencia en la mayoría de las bocas de las personas, consigo venía el gran dicho de que por cada error, aprendíamos pero eso era mentira.Las personas contábamos con un sentido morboso que nos obligaba a repetir un error, nuestra mente contaba con el hecho que saldríamos lastimado y de las consecuencias menores o mayores que vendrían pero sin embargo, aún así, lo volvíamos a cometer.Solo un escaso porcentaje de personas en el mundo, no cometían el mismo error dos veces.Pero detrás del error, esta la duda que nos hace fantasear con las posibilidades que habría sí lo cometemos, usualmente pensamos que todo podría salir mal pero también pensamos en que podría salir bien y finalmente nos quedamos con la segunda opción por esperanzas con nosotros mismos pero ahí estaríamos cometiendo un error oculto, el creer que las personas actuarían como en nuestra mente.No.Las personas nos sorprendíamos una a las otras con cada acto que realizábamos desde el más mínimos.Así que..no importase donde me encontraría, tenía que seguir sorprendiéndola.La idea ya estaba lista.
Abro la puerta de casa, el olor a chocolate derretido me alerta a que mi hermano había traído a una chica a casa, era su especialidad prepararles frutillas con un delicado baño de chocolate caliente.
— ¡Justin! ¡Cariño! — La voz de mamá resuena en el pasillo, mientras camino, su tarareo de la canción de David Bisbal, lo siento cada vez mas cercano.
Tiene el casual delantal rojo de cocina y gira a verme.En su mano derecha sostiene la cuchara bañada en chocolate y me señala con ella.
— ¿Donde estabas? — Tiene el ceño fruncido y eso no indicaba buenas noticias.
— En la heladería con Melanie, le dije a Matías que te avisara.— Me encojo de hombros.Ella niega con la cabeza.— Bueno, si no te aviso, es un estúpido.
— ¡Justin! — Me regaña.Sonrío y ella me mira durante unos segundos antes de reír.
Siento un pelotazo en la parte de mi nuca y la carcajada de Matías se oye por toda la casa.
— ¡Mi mujeriego preferido! — Matías me envuelve el hombro con su brazo.
— ¿Como le dijiste a tu hermano? — Mamá nos mira sorprendida.Resulto ser el más malvado y lo demuestro dando a torcer el brazo de Matías y queda de espaldas, gimiendo por el dolor, no lo suelto.Río.Mamá no dice nada y lo suelto.Así nos divertíamos, o al menos yo.
— ¿Ya le dijiste a Melanie la noticia? — Matias, por segunda vez, parece interesado en lo que voy a decir.La primera vez había sido el resultado de un test de embarazado que había ido haciéndome pasar por él, al final del día, había resultado negativo, otra historia en nuestras vidas..
— No, mejor, se termino todo. — Abre sus ojos, sorprendido — Bueno, ella mintió, aunque no mucho tiempo porque piso su propia trampa sola, en fin..
Matías corta mi frase con un fugaz abrazo.
— ¡Mesas vip, Champagne y chicas, han vuelto! — Sonríe con alegría.— Oh..tu noticia, cierto, pero..¿podemos al menos festejar eso? — Río y asiento.
