Capitulo 68:
El dolor emocional de una persona dura dependiendo la persona, solía decir mamá.Las peleas idiotas en las que recibíamos duros comentarios, era olvidadizas porque la persona que las decía, no significaba nada.En cambio...sí lo dijese alguien apreciado para nosotros, duraría una eternidad.
A pesar de que Lautaro no significase nada para mí, sí fue importante su hermana, porque aquella noche en donde no volví a ver aquellos ojos azules como si un océano revolucionara dentro de ellos, creí que todo volviera a la normalidad pero no, los recuerdos del pasado aún seguían atormentando.
Cuatro jodidos días desde la última vez que la vi. No respondió ninguna llamada y lo entendía, quería darle espacio pero no el suficiente para permitir que volviese a alejarse de mí.
Le doy otra calada al cigarrillo y suelto el humo en la acogedora habitación.Río fuertemente y hasta con ironía del solo hecho de pensar en lo que se estaba convirtiendo mi vida.
Había preparado todo para sorprenderla pero ahora todo estaba arruinado.Necesitaba hablarle, que me escuchase y que volviera a confiar en mí.Oh nena, lo lamento tanto.
El celular comienza a sonar.Me paro rápidamente del suelo para darle STOP a la canción de aquel cantante alcohólico y melancólico hablando de una mujer que conoció en un bar y lo atrapado que se sintió al ver sus largas piernas.
— ¿Justin? — La voz de Melanie en llanto se escucha detrás del teléfono.
— ¿Que paso? — Respondo con preocupación y desesperación.
— Lo lamento, enserio, lo lamento tanto..Yo..Intente hacerte feliz, ¿lo sabes, cierto? — Suelta una risita entre lagrimas.— Me siento tan estúpida.
— ¿Que lamentas?, sí, lo sé.— Trago un nudo de preocupación en la garganta.
— No puedo dejarte ir.No puedo. Y me tengo que dejar ir..— Se escucha un fuerte ruido.
— ¿Melanie? ¿Qué estas haciendo? — Salgo rápidamente de mi habitación y ya me dirigía fuera de mi casa.
— No intentes detenerme, no lo valgo.— Su voz quiebra aún más y llora, llora..
— ¡Joder! Lo vales todo.— Intento tranquilizarla, mientras cierro la puerta principal.— No hagas nada estúpido, estoy en camino.
— Solo te amo cariño.— Corta la llamada.
Sin importar la pesada lluvia cayendo en mi cuerpo y aún así sentir el frío detener mi cuerpo, nada hizo que dejase de correr.Las personas solo discutía por mi mal comportamiento de no pedir permiso, pero me eran totalmente ajenos, nada más importaba que ella.
Logro tomar un respiro frente a su puerta y toco el timbre desesperadamente.Abre la puerta su tía.
— ¿Justin? ¿Que pasa? ¿Estas bien? — Me mira con preocupación y la hago un lado para subir las escaleras a toda velocidad.
La puerta de Melanie esta cerrada y le doy un empujón, nada, otro empujón y nada.Golpe con los puños y exijo que salga pero solo responde que no abrirá.Su tía esta detrás mío y exige lo mismo hasta que finalmente se siente la cerradura moverse y Melanie tiene sus ojos rojos a causa de tanto llanto.
— ¿Enserio estas aquí? — Sonríe y limpia sus lagrimas con su pulgar.— Debo preparar todo, ellos vendrán.— Gira sobre sus talones y saca toda su ropa de su armario y la tira sobre su cama.
— Cariño, ven aquí.— Me acerco lentamente.— Ven..
— ¡No puedo, Justin! ¡Van a venir! ¡Mis padres vendrán! — Grita.
— Mi amor, tu tía esta aquí.— Camina con paso firme hacía Melanie y la abraza de un solo movimiento.Melanie es más veloz y se zafa de sus brazos.
— ¡No me toquéis! — Me mira fijamente y sonríe.— ¿Tu también los esperas, no?
— Melanie, ellos murieron, princesa.. — La voz de su tía resuena en un dulce susurro.
— ¡No! — Melanie se tira al suelo y le comienza a dar golpes con sus puños.La agarro de los hombros y la levanto.— ¡Me das asco! ¡Tu eres el culpable de todo!
— No lo soy, lo sabes.— Respondo fríamente. — Necesitas un abrazo cariño.
— ¡Necesito que ellos vuelvan! — Lloriquea en mi hombro.
— No van a volver cariño, lo lamento tanto, es una mierda, pero no volverán.— Acaricio su cabeza.
