Capitulo 82:
— No - Aseguré.— Sí, seré padre, es mi momento.
— Noo puedo creerlo, hay posibilidad que sea tío - Sonríe.- Vamos Justin, debes estar preparado para lo que sea.
Envuelve su brazo alrededor de mi hombro, me da dos palmadas y se aleja.Sin importar que tan corto haya sido su apoyo, aún si me hizo sentir aliviado y relajado.
- ¿Por qué estas tan feliz? - Resultaba curioso que estuviese tranquilo.
- Porque sé que serás un buen padre, no como yo, hubiera sido pésimo.- Ríe nostálgico.
- ¿Y si es un varón? - Lo mire fijamente y estudié su expresión, es como si hubiese imagino un niño en su mente porque sonrío iluminado.
- Vamos, será como nosotros, apestaría que tenga el carácter sumiso de ella.¿Y si es niña? ¿Te imaginas, otra como ella? - Lanza una carcajada.
- Mataré al primero que la toque, será mi chiquitita.- Encojo los hombros.- Tal vez todo resulte bien.
- Si da negativo, es porque no es tu momento, aún no es bueno que se lo digamos a papá, él podría matarte pero sé que luego se alegrará.
Los nervios comenzaban a fallarme, sentías las manos temblar pero no podía permitirme detenerme.En cada vuelta que dábamos alrededor del oscuro parque, el reflejo del niño débil, rebelde y consentido aparecía en mi cabeza. El sudor caía por el costado de mi frente y podía escuchar a Matías intentar detenerme pero no quería parar. La adrenalina corría por mis venas y como si se tratase de un veneno debilitando mi cuerpo, la sonrisa de ella aparecía en cada parpadeo, recordándome que quizás podríamos ser padres y tendríamos que asumir una gran responsabilidad. ¿Y si ella no lo quería?, sí, lo haría.Pero ¿y sí en el fondo no lo deseaba?.
- ¡Justin! ¡Detente! - Matías apuro el paso detrás de mí pero lo ignore.- Mierda Justin, no vas a lograr nada si sigues corriendo, ¡para ya! - Grito.
Paré de un golpe. Apoye mis manos en mis rodillas y permanecí inclinado hacía adelante mientras intentaba recuperar el aire.No podía respirar.Sentía ahogarme.
- Respira, tranquilo, estoy aquí.- Matías apoyo su mano en mi espalda intentando que respirara.- Justin, tranquilo, estoy aquí..
Lo mire fijamente.Una gota de sudor corría por su cuello y sus ojos reflejaban preocupación y furia.
- Perdón, solo que..no estoy preparado Matías, no puedo.- Me senté en el frío pasto.
- Sí puedes, tranquilo, ¿la quieres? - Se sentó junto a mi.
- Sí.- Respondí rápidamente.
- Te enamoraras del niño que creen, ¿no recuerdas lo que dice mamá cada día al vernos?
- ¿Que supo que era el amor cuando nos tuvo en brazos? - Pregunte confuso.
- Exacto, sabrás que es el amor cuando tengas al bebé en brazos.Sé que la amas a ella pero con el niño será un amor diferente.— Parecía tener razón, sabría que era el amor con el pequeño o pequeña, aunque me gustaba más la idea de pequeño.